1910: el país del Centenario[editar · editar código] Postal - TopicsExpress



          

1910: el país del Centenario[editar · editar código] Postal conmemorativa de la Revolución de Mayo, de 1910 1910 fue un año en el que los logros y los fracasos de la Generación del 80 quedaron en evidencia. El 25 de mayo de 1910 se cumplían 100 años desde la Revolución de Mayo, paso inicial de la independencia. El gobierno argentino, presidido por José Figueroa Alcorta, decidió entonces organizar las festividades del Centenario, como un acontecimiento internacional al que asistieran personalidades de todo el mundo. Llegaron a Buenos Aires la Infanta Isabel de España, el presidente de Chile Pedro Montt y representantes de numerosos países. Los presidentes de Bolivia y de Brasil estuvieron ausentes debido a las malas relaciones diplomáticas que mantenían con la Argentina. Buenos Aires fue el centro de los festejos, realizándose diversas ceremonias organizadas por el gobierno y particulares con participación del mundo de la cultura, militares, escolares y de colectividades extranjeras. Se realizaron desfiles militares, manifestaciones cívicas, y una función de gala en el Teatro Colón. Se crearon monumentos y se reanudó la construcción del Congreso y de la Corte Suprema. Se organizaron conferencias internacionales y una exposición de bellas artes. Muchos diarios publicaron artículos especiales, entre ellos, el más importante fue el editado por La Nación. El día del 25 de mayo, a la madrugada, una marcha de estudiantes se dirigió al Río de la Plata para ver el amanecer. A la mañana en la Plaza de Mayo se colocó la piedra fundamental del monumento a la Revolución de Mayo y en la Plaza del Congreso hubo una reunión de escolares. A las tres de la tarde se realizó un desfile militar. Sin embargo, de manera paralela a los festejos, los sindicatos expresaron su descontento ante la situación de desigualdad social y económica. La CORA y la FORA, dirigidas por las corrientes socialista, sindicalista revolucionaria y anarquista, realizaron protestas y amenazaron con realizar una huelga general. Pedían la derogación de la Ley de Residencia, que habilitaba al gobierno a expulsar extranjeros sin el debido proceso. El gobierno impuso el estado de sitio y la policía reprimió a los manifestantes. Los partidos obreros se fragmentaron y la huelga no se concretó. Para la clase alta, el acto del Centenario fue una demostración del poder y grandeza a la europea, que perduraría a través de los años. Para las clases bajas el acto del centenario fue un evento aristocrático y excluyente.
Posted on: Sat, 05 Oct 2013 20:52:08 +0000

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