Alan García dice las cosas al revés. Los fujimoristas no lo quisieron enterrar. Por el contrario, Augustín Mantilla "se sacrificó por el partido" cobrando de Montesinos. Los fujimontesinistas le hicieron un gran favor con el golpe de estado y con la ruptura del estado de derecho, que le permitió regresar al Perú como un perseguido político, con el discurso más demagógico y decadente que se haya pronunciado en el país. Los fujimontesinistas eran los enterradores baratos y de poca monta. Le entraban a la componenda y a la compra y venta de voluntades, como que en su segundo gobierno García resucitó a los fujimontesinistas (Giampietri, Rey, alianza en el congreso, poder judicial, etc.) Es ahora que Alan García está en verdaderos problemas. Ya se sabe cómo es que la plata le llega y no es "sola", sino por corrupción. Todo el mundo sabe que está metido en chanchullo y medio y nadie le cree que está siendo perseguido. Todo apunta a que le podría llegar su "sí, está probado", la "justicia de segunda generación". "Usted ha dicho que en el Perú no existen cadáveres políticos y que lo decía porque fue testigo de su propio entierro. Sí. Pero estos enterradores son baratos al lado de los que querían enterrarme en el año 90. ¿Quiere decir que sus enterradores humalistas son baratos al lado de los fujimoristas? Estos son de poca monta, frente a los adversarios de antes…"
Posted on: Mon, 01 Jul 2013 02:47:00 +0000
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