Amenazas Después de la denuncia de diciembre de 2010, el - TopicsExpress



          

Amenazas Después de la denuncia de diciembre de 2010, el siguiente hecho que consideraron inquietante se dio en contra de su amigo, socio en la cooperativa y compadre, Raúl Carrillo Espinoza, director de la Unidad Municipal de Transporte del Ayuntamiento de Ensenada. El 28 de enero de 2011 a mediodía, salió de Palacio Municipal en un pick-up oficial y se dirigió a unas tiendas donde se venden cosas de segunda, estuvo por varios minutos en el interior y, al salir y abordar la unidad, notó un olor raro en el vehículo. Buscó y en la parte trasera de los sillones estaba una corona con un letrero amenazante: “Disfruta tus últimos días”. Apenas había descubierto el arreglo floral cuando sonó su celular y al responder una voz le advirtió: “¿Qué no entendiste?”. A pesar de trabajar muy de cerca con Castellanos, el funcionario, que no se había incluido en las denuncias promovidas por él a finales de 2010, decidió presentar una por amenazas, pero no mencionó a ningún sospechoso. La planteó en contra de “quien resulte responsable”. La autoridad investigó, pero no encontró indicios periciales en el arreglo y la llamada se hizo de un teléfono público, así que el avance había sido mínimo. Tras la muerte del regidor, las personas cercanas a Carillo también ligan la amenaza y pleitos en la Cooperativa. El todavía director de Transporte refirió que siguió recibiendo llamadas anónimas de “párale” o “bájale”, siempre en el mismo tono. Al inicio de la administración municipal, Castellanos ya había sido boicoteado por un grupo de ocho ediles adversarios a Pelayo -entre ellos dos priístas- para evitar que ocupara la coordinación de la Comisión de Transporte Público del Cabildo. Realizaban diversas investigaciones en torno a presuntos fraudes y actos de corrupción en el sistema de transporte público de Ensenada, específicamente en la Sociedad Cooperativa de Transporte de Pasajeros de Ensenada, S.C.L de C.V., identificada como “Rojo y Blanco”, donde sostenían un añejo conflicto interno que incluye acusaciones de lesiones y malversación de fondos por 4.3 millones de pesos. Ambos habían acordado sostener una cita con ZETA para dar a conocer su versión de los hechos presuntamente irregulares que descubrieron: en apariencia, la “desaparición” de varios autobuses de transporte que, se presume, concesionarios de transporte público adquirieron en las dos pasadas administraciones municipales para modernizar al sector, así como el manejo ilegal de recursos financieros en algunas de esas compañías sociales. Los hechos del domingo 6 de febrero impidieron el encuentro. Durante las honras fúnebres del edil , el alcalde de XX Ayuntamiento de Ensenada, Enrique Pelayo Torres reconoció que él y “varios” integrantes de su gabinete, fueron amenazados de muerte en los 15 a 20 días previos a la ejecución de Castellanos, por lo que decidió aumentar los dispositivos de seguridad a los funcionarios de primer nivel. “Varios de nosotros hemos recibido amenazas, pero la realidad es que no hacemos mucho aprecio de ellas. Lo cierto es que estamos trabajando, queremos hacer las cosas lo mejor posible. Estamos trabajando”, comentó el primer edil visiblemente afectado por la muerte del hombre que le dio capacidad de negociación y diálogo en un Cabildo que desde el inicio de su gobierno le ha sido adverso. El presidente municipal reveló: “Nos dicen, ‘¡disfruten sus últimos días!’, y detallitos de ésos”. ZETA le pidió que precisara nombres o áreas de trabajo de los funcionarios amenazados. Declinó, pero insistió en que varios de sus colaboradores han sido amenazados. Este Semanario conoció de manera extraoficial el caso de un servidor público del XX Ayuntamiento que solicitó un guardia de seguridad -un agente de la Policía Municipal, a raíz de dos hechos que originalmente consideró aislados: el incendio de su automóvil particular y un incidente carretero aparentemente premeditado que, gracias a su pericia al conducir, no pasó a mayores. En la Procuraduría se manifestaron extrañados por dos situaciones: Porque a pesar de que diversos agentes de la PGJE estuvieron en contacto y conversaciones constantes con el alcalde durante todo el domingo, el lunes y la mañana del martes, el funcionario no mencionó las amenazas hasta que habló públicamente en la funeraria. Y dos, porque ni antes ni después de ese anunció, ningún empleado del gobierno de Pelayo interpuso denuncia por amenazas.
Posted on: Fri, 28 Jun 2013 00:02:13 +0000

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