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«Asturias está presente en cada diseño, porque es parte de lo que soy», afirma María Lafuente La diseñadora moscona presenta a LA NUEVA ESPAÑA su colección «Biomímesis», que desfilará el próximo martes en la Pasarela Cibeles 15.09.2013 | 05:20 Arquitectura teatral. La última colección de María Lafuente, «Biomímesis», está inspirada en la obra de los arquitectos Vaillo+Irigaray (sobre estas líneas). «Están sus estructuras, que he intentado meter en la parte textil con geometrías, volúmenes sutiles que conviven con la geometría para poder llevarlos de manera natural; y hay un apartado más atrevido con láminas de madera y latón que buscan más teatralidad». Arriba, un modelo que la diseñadora muestra a LA NUEVA ESPAÑA. A la izquierda, la diseñadora asturiana. Arquitectura teatral. La última colección de María Lafuente, «Biomímesis», está inspirada en la obra de los arquitectos Vaillo+Irigaray (sobre estas líneas). «Están sus estructuras, que he intentado meter en la parte textil con geometrías, volúmenes sutiles que conviven con la geometría para poder llevarlos de manera natural; y hay un apartado más atrevido con láminas de madera y latón que buscan más teatralidad». Arriba, un modelo que la diseñadora muestra a LA NUEVA ESPAÑA. A la izquierda, la diseñadora asturiana. Fotos de la noticia Noelia HERMIDA Hablar con María Lafuente es como hacerlo con el personaje de la novela de Lewis Carroll «Alicia en el país de las maravillas». Alegre, pizpireta, idealista, soñadora, apasionada... La diseñadora asturiana es todo lo que transmiten sus colecciones. Nació en los años 70 en Grado, y su interés por la moda la acompaña desde que tiene uso de razón. «Mi abuelo era sastre; aunque yo no llegué a conocerlo, respiré ese ambiente. En la adolescencia, en plena efervescencia de la rebeldía, no paraba de buscar una identidad distinta. Me gustaba dibujar desde muy pequeña y mis cuadernos de deberes eran más un porfolio que un otra cosa», recuerda entre risas. María dejó Asturias en su niñez, a los 9 años, «porque mi padre necesitaba el clima seco y nos fuimos a León, pero volví a pasar dos años durante la adolescencia. Empezó estudiando moda en León, pero continuó su carrera en ciudades como París y Copenhague, aprovechando diferentes becas que iba consiguiendo. «Conseguí un bagaje gracias a concursos nacionales e internacionales que me ayudaron a hacer un buen currículum y a tener una buena formación». Lafuente ganó concursos en América, Japón, Malasia..., una carrera internacional que le ha permitido crecer en su profesión y forjarse un nombre dentro del complicado sector de la moda. A pesar de los momentos complicados, siempre ha tenido claro que hace lo que sabe hacer y lo que más le gusta. «La moda es una forma de vida. Hay gente que busca la parte material, lógicamente necesitas vivir, pero a mí la parte que más me llena es mi trabajo, mis colecciones». Aunque siente Madrid y León como sus casas, «soy itinerante, y al final todos los sitios en los que pasas tiempo se convierten en tu casa», siente Asturias como «una de las bases de lo que soy y de lo que hago. El sitio donde creces, su paisaje, sus costumbres gastronómicas, sus olores, sus sabores te marcan para toda la vida, sin darte cuenta. Por ejemplo, mi paleta de colores viene de esos paisajes que tengo grabados en la retina y fluyen sin querer». A tan sólo dos días de estrenar su nueva colección, «Biomímesis», en la Pasarela Mercedes-Benz Fashion Week Madrid -el martes, a las 20.30 horas, en el ático de la Estación de Chamartín-, echa la mirada atrás. Intenta recordar su primera colección y le cuesta. «Empecé a trastear sin formación. Tiraba botes de pintura contra las telas y contra la pared, pintaba telas sin ninguna lógica, recortaba, pegaba... Era autodidacta. Cuando empecé a hacer colecciones tanto en la escuela como para concursos, aunque se ve una evolución gracias a la formación, se mantienen esa esencia y esa identidad que surgieron solas». No es una creadora enrevesada en el proceso, pero sí que rompe moldes. Sus desfiles hacen que los periodistas de moda tengan que buscar adjetivos de los que no conocían ni su existencia. «Es todo un piropo -ríe-. Con mis colecciones intento trasladar una parte social y humana que nos influye a toda la sociedad, pero también está la música, la literatura, el arte, el cine..., intento conjugarlo en patrones, en volúmenes, en tejidos que me hagan crecer dentro de mi trabajo», cuenta. «Mi inspiración nace de cosas tan sencillas como pasear, ver un atardecer, hablando de trivialidades con amigos y riéndome o leyendo un libro». Es una amante de la moda, pero, aunque ve desfiles de otros compañeros de profesión, «no tengo ninguna referencia concreta dentro de ella. Me gusta mirar, ver sus propuestas e incluso comprobar que a veces coincidimos, pero cada uno tiene que mantener su identidad formada por lo que respira a su alrededor». Como buena apasionada de lo que hace, su trabajo es su vida. «Los que me conocen ya saben lo que hay, y me quieren así». Aunque podría justificarse como un defecto profesional, Lafuente no es como otros diseñadores a los que se les escapa la mirada para observar la vestimenta de los que están a su lado. «La gente joven va toda igual hoy en día. Sí me fijo en las personas mayores. Me encanta cuando veo a una señora, ya con el pelo blanco, y que va vestida de colores. Me entran ganas de pararla y darle un beso». A pesar de la crisis, la diseñadora moscona no se plantea irse de España. «El mundo de la moda está cambiando, como todo. No sabemos exactamente qué va a ocurrir, no hay seguridad, pero en las profesiones artísticas siempre ha sido así, y es algo global». Eso sí, la mayoría de sus ventas las realiza en el extranjero, y sigue intentando conquistar nuevos territorios. «Estoy invitada a la Panamá Fashion Week en octubre. Estuve allí hace ocho años, pero de manera individual. Ahora voy dentro de un gran evento y, además, vi por encima el listado de diseñadores y creo que soy la única española invitada». Son varias las voces que en los últimos años denuncian un descenso de calidad en el diseño español y en las pasarelas del país. «En España hay gente muy buena creativamente, pero es verdad que Francia nos lleva años de recorrido. Hay empresas españolas de moda que son número uno, pero son distintas de las de otros países. En España hace falta que se apoye más a los creadores, a los que tenemos una identidad». Por eso, Lafuente no cree que las grandes cadenas de moda estén haciendo daño a los diseñadores. «Lo ideal para todos sería crear una sinergia. No somos competencia. Nosotros somos un nicho de mercado, hacemos las cosas para la gente que busca una identidad, una calidad, una prenda que le dure, que la tenga y la quiera siempre. Sabemos que la gente necesita cubrir unas necesidades, y que nuestro trabajo llega a un público que las tiene cubiertas. Tal como están las cosas, y con los "inputs" negativos que recibimos a diario, los creadores tenemos la obligación de crear un mundo de ensoñación en cada uno de los desfiles. Es el granito que podemos aportar los creativos para hacer algo más bonito el panorama tan feo que nos rodea». Es de las que espera morirse con las botas puestas, porque para llegar hasta aquí ha hecho una carrera de fondo. «Lo bueno es que el ser humano olvida los momentos malos y se queda con los buenos», asegura. Uno de esos momentos lo vivió en París. Iba a una feria con su prima y toda su colección metida en maletas. «No conocíamos la ciudad y nos metimos en el metro. Una locura, porque teníamos que cruzar la ciudad. Apareció un chico chino que hablaba francés y nos ofreció su ayuda. Nos acompañó hasta la puerta del pabellón y cuando me dio su tarjeta resultó ser el director de las oficinas de Correos del país. Nunca nada es lo que parece, y lo que parece un encuentro casual puede convertirse en una nueva oportunidad que cambia tu vida. No ha perdido la fe en su profesión. Lo único que pide es profesionalización y rigor, «para ser honesto con lo que haces debes estar cualificado y formarte para lo que quieres hacer. El problema en las profesiones creativas es que parece que cualquiera puede hacerlo. Eso es un error. Por aconsejar a una casa de moda en una colección no eres diseñador. La moda es una especialidad. Una niña de 15 años que está en primera fila de un desfile o que pone su nombre a unos diseños no ha tenido tiempo de poder formarse para estar ahí. Es el único miedo que me da el mundo de hoy. Está loco». Rihanna Presenta su Nueva Colección en la Semana de la Moda en Lodres
Posted on: Sun, 15 Sep 2013 09:02:27 +0000

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