Calle mi voz para largo silencio de las blancas dormidas gaviotas oí el chasquido de un beso muerto frío y demoledor, como hueso y luz estábamos en los círculos de la nada rodeados de visiones fantasmales laborioso retortijón precipitado en el candor negruzco de mucha nada cayendo de bruces en las blandas espinas que encendieron a los gélidos veranos de secos lloviznarse de aposentos segados por rayos de blanco macabro y verde de los amarillos atardeceres rotos por los martillazos de cultivadas girasoles de azules ojos del relámpago galopear de tristes alegrías mutándose de las sogas embermejadas en mortal artesanía de diluvio ordenado por el dios de las lecheras cabras desordenadas en su frugal y machorro día sin claros fuegos de los oscuros diamantes enterrados en los ombligos planetarios insatisfechos y soleados por la embriaguez Calle mi guitarra para total silencio austral del norteño oeste del este de mis pecados santos. jose
Posted on: Thu, 20 Jun 2013 01:12:14 +0000
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