Desmitificación del kirchnerismo Posted on septiembre 23, - TopicsExpress



          

Desmitificación del kirchnerismo Posted on septiembre 23, 2013 Por Néstor Vidal y Paula Corello Decía Adolf Hitler en su obra autobiográfica, Mein kampf , ¨…El arte del liderazgo consiste en centrar la atención del pueblo contra un solo adversario, teniendo cuidado de que nada disperse esta atención… El líder de genio debe tener la habilidad de presentar a distintos oponentes como si pertenecieran a una misma categoría.¨ Para considerar y entender la construcción social de un enemigo sin que éste lo sea, necesariamente, destacaremos dos mecanismos. En primer lugar, la ¨obediencia a la autoridad¨ (Milgram): los seres humanos, en condiciones apropiadas, son capaces de las mayores barbaridades, si el que se los ordena es visto como autoridad legítima, próxima y deseada. Así, el individuo, no tendrá problemas en aceptar la existencia de un determinado enemigo. Freud lo teorizó en Psicología de las masas y análisis del Yo: Los seres humanos pueden ceder parte del Yo a una entidad externa en la que se reconocen y que les permite reconocerse como miembros de un grupo. De hecho, Freud, observa que los fenómenos de pánico en el ejército son más frecuentes cuando se ha roto la comunicación con la Autoridad. Así es que, en la Alemania nazi, el Führer encarnaba, teóricamente, en su persona, el espíritu del Volk _¨Pueblo¨ o ¨gente¨ de raza pura: aria. Representaba a una parte de la nación alemana y desconocía fronteras_ . El Estado era concebido como un organismo artificial destinado a preservar al Volk. Escribió en 1936, el Dr. Hans Frank, destacado abogado nazi: ¨nuestra Constitución es la voluntad del Führer¨. Dichas aseveraciones, no necesitaban de justificación racional para los nazis. Hitler, afirmaba que ¨la misión del gobierno está en mantener el pueblo, proteger la raza… y todas sus demás taras se hallan condicionadas por este deber primordial.¨ En la Argentina kirchnerista, en el año que corre, dijo la diputada Diana Conti acerca de la reforma de la Constitución Nacional: ¨es absolutamente necesaria¨ y, sobre la jefa de Estado: ¨es imprescindible como factor en la política nacional para la continuidad de los cambios estructurales que se han hecho en esta década y que se van a seguir haciendo...¨ Es de esta manera como la Constitución, amparo del Contrato Social Republicano, se transforma, no pocas veces, en un obstáculo para la realización de la ¨voluntad popular¨ encarnada en el ¨líder¨ que goza de impunidad ante la Ley y nos conduce, como sociedad, hacia un estado absoluto de anomia, en donde impera la Ley del más fuerte por encima de todo consenso previo al que haya arribado la sociedad toda, en su conjunto. El segundo mecanismo es la sumisión al propio grupo. Ante situaciones relativamente ambiguas, los individuos tienden a someter su juicio al del grupo y si lo que ven no coincide con lo que el grupo dice, prevalecerá la opinión del grupo (Sheriff, 1935; Merton, 1964). Aún, ante fenómenos más complejos, como puede ser la enemistad, el individuo tenderá todavía con más motivo a la conformidad y, sobre todo, si entiende o si se le es dado a entender que lo que peligra es la existencia misma del grupo. Weltanschauung, palabra de difícil traducción, viene a significar algo así como: ¨una actitud ante la vida¨ y el mismo Hitler subrayaba su importancia. Se trata de la actitud o ¨filosofía cotidiana¨ que la mayoría de nosotros tiene y que no está estrechamente basada en el pensamiento racional. En el contexto nazi, al Partido, conformado por una elite, le competía educar al Volk en el Weltanschauung nazi así como en el contexto kirchnerista, los cuadros de militancia irrumpen en las instituciones perpetrando una invasión cultural carente de límites y moral. . Gorila “…La propaganda debe facilitar el desplazamiento de la agresión, especificando los objetos para el odio…” -Joseph Goebbels (Ministro de Propaganda del Tercer Reich) El concepto “gorila” es un arquetipo. En la psicología profunda de Jung, esta expresión se refiere a supuestas vivencias ancestrales situadas en el inconsciente colectivo, transmitidas hereditariamente y referidas a los grandes problemas con los que debe enfrentar cada persona. Los arquetipos, así, son imágenes o metáforas que expresan simbólicamente las actitudes ante dichos problemas. El objeto de la propaganda es la mente. El epíteto “gorila” es una creación cultural del peronismo instalado en el inconsciente colectivo (atento que su contenido psíquico no tiene orígen en la experiencia individual) como símbolo de odio, pero también como la marca que señala indeleblemente al ser odiado más que a lo odiado. Así, se convierte en un impulso a la agresión hacia aquel (no aquello) que reconoce como enemigo y en una amenaza -más que en un insulto- para el receptor, incapáz de interpretarla y, desde su pensamiento lógico, articular una respuesta que pueda neutralizar la violencia que se le impone. No siempre existió este arquetipo. De hecho, no se lo utilizaba durante el régimen del primer peronismo, de las décadas ’40s y ’50s, sino hasta meses antes de su caída. La Revista Dislocada, creada por Délfor, comenzó a ser irradiada en 1952 por Radio Argentina y, posteriormente -desde 1954 en adelante- por Radio Splendid, los domingos de 12:30 a 13:30, previo a las transmisiones de los partidos de fútbol. Era un programa de comedia realizado con la participación de numerosos actores en vivo, con éxito masivo de concurrencia de público, tanto como de audiencia radial. Debido a la estricta censura del gobierno justicialista, el humor político estaba absolutamente prohibido, incluso en las reuniones de índole privado. Sin embargo, para el otoño de 1955, se incorpora al programa el acto donde la línea principal era, precisamente, aquella primera mención de Gorila, en un tema musical llamado “Deben ser los gorilas, deben ser” ( youtube/watch?v=c6V1DSAbv2s (Vista previa) ). Según los propios escritores del programa -Délfor y Cammarota, de notoria filiación antiperonista-, nunca tuvieron una intencionalidad política. Esta línea, a su vez, estaba inspirada en una pieza teatral de la misma productora (Marabunta), cuyo éxito se basaba, especialmente, en las situaciones creadas en la aplicación reiterada de lo que luego se volvería famoso. El disco -de pasta- llegó a vender 60.000 copias en una semana, en una sociedad donde casi nadie tenía tocadiscos. El término, espontáneamente, se incorporó al humor popular de la calle. En una época adonde había desaparecido la paciencia de la sociedad contra los abusos del gobierno peronista, que ya había decantado en tiranía desde hacía ya varios años, los rumores sobre alzamientos (y ante los hechos violentos y cruentos de marchas, cierres e incendios de diarios, arrestos de opositores, racionamiento de harina y leche, etc) eran resueltos a través del humor por la gente, diciendo que “…deben ser los gorilas, deben ser / que andarán por ahí…”. Finalmente, cuando la anunciada y deseada Libertadora llegó, para los peronistas la canción se había vuelto realidad: habían llegado los gorilas. Con Perón en el exilio y algunos grupos peronistas sumidos en su mítica Resistencia, éstos empezaron a adaptar el término como descriptivo de “contreras” y sinónimo de golpistas. Era parte de un lenguaje clandestino, a pesar que, obviamente, “gorila” no fuera creado para definir a un antiperonista. Simplemente, porque (a fines de los ’50s y casi toda la década de los ’60s) no estaba mal visto repudiar al peronismo en ninguno de los niveles sociales, adonde se lo identificaba como tiránico y corrupto. Es recién a fines de los ’60s (luego de una sucesión de golpes de Estado contra gobiernos civiles radicales -Frondizi, Íllia-, por parte del “partido militar” transformado en un verdadero controlador y censor de la nonata democracia) que el peronismo vuelve a resurgir orgánicamente, especialmente a través de sindicatos y los grupos políticos que habían actuado como comunicadores de los mensajes de Perón desde España. Una de las funciones de este aparato era la propaganda: crear los mitos que refundaran la causa justicialista, falsificando una lectura histórica que cuestionara la condena social a la tiranía del régimen y el rol del golpe cívico-militar de 1955, así como el esparcir rumores de acciones y retornos del líder, que jamás se concretaban. Ahí, en ese contexto, renació el término “gorila” como epíteto. Vemos, entonces, que éste no surgió, precisamente, de ningún ensayo social científicamente desarrollado. Es una línea de comedia convertida en arquetipo por el aparato de propaganda peronista, cuyo propósito es discriminar y atacar política y socialmente al otro, en tanto diferente y culpable de no compartir sus ideas y modelos políticos. Así, claramente, es un violento insulto fascista inculcado en el inconsciente colectivo de la cultura nac&pop. Tampoco es muy inteligente ni valioso aceptarse como tal, con el fin de enfrentarlos recogiendo el guante: sería como cederle un argumento a quien no lo tiene. En la necesidad misma de su utilización reiterada, demuestra la absoluta carencia de razones para defender un modelo sumido en la decadencia de sus propias contradicciones y en la corrupción, su praxis y esencia, que nos corroe como Nación. Debemos repudiar y rechazar al epíteto “gorila”, tanto para no alienarnos -también nosotros- en el compromiso psíquico simbólico de los kirchneristas como para establecer un escenario real en el debate político. No se debe aceptar el rol de ser el sujeto / objeto pasible de ser odiado, para que la proyección de la propaganda justicialista del arquetipo que justifique una acción violenta e irracional, nunca encuentre a su destinatario. Por la libertad. lamirada8n.wordpress/2013/09/23/desmitificacion-del-kirchnerismo/
Posted on: Sun, 29 Sep 2013 22:19:08 +0000

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