EL HOMBRE EN EL MUNDO: SUS PRIMEROS PASOS Hay un sendero que - TopicsExpress



          

EL HOMBRE EN EL MUNDO: SUS PRIMEROS PASOS Hay un sendero que conduce a lo que es conocido como iniciación y, por la iniciación, a la perfección del hombre; un sendero que se encuentra en todas las grandes religio¬nes, y cuyos principales caracteres están descritos con términos similares en cada uno de los grandes credos del mundo. Podéis leerlos en las enseñanzas católico-romanas como divididos en tres partes: primera, el sendero de purificación o purgativo; segunda, el sendero de iluminación, y, tercera, el sendero de unión con la divinidad. Le encontraréis, entre los musulmanes, en el Sufí, las instrucciones místicas del Islam, donde es conocido bajo los nombres de El Camino, La Verdad y La Vida. Le encontraréis, aún más hacia el Oriente, en el gran credo del budismo, fraccionado en más numerosas divisiones, aunque pueden ser clasificadas bajo un bosquejo más amplio. En el hinduismo está dividido similarmente, pues en ambas grandes religiones donde el estudio de la sicología, de la mente humana y de la constitución del hombre han representado tan gran papel, se encuentra una subdivisión más definida. Pero, realmente, no importa cuál sea la religión que profesáis; no importa qué particular serie de nombres elijáis como más atrayentes o expresivos de vuestras ideas; el sendero no es más que uno; sus divisiones son siempre las mismas; desde tiempo inmemorial ese sendero se ha extendido desde la vida de lo mundano hasta la vida de lo divino. En el transcurso de miles de miles de años, algunos de nuestra humana raza lo han hollado; por miles y miles de años están por venir, algunos de nuestra raza lo hollarán, hasta el fin de la historia de nuestra tierra, hasta la conclusión de este ciclo especial de existencia humana. Este es el sendero que, etapa tras etapa, habilita al hombre para cumplir el mandato del Cristo. "Sed, pues, siempre perfectos como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto." Es el sendero del que aquel gran Instructor dijo: "Estrecha es la puerta y angosto el camino que conduce a la vida, y pocos son los que le encuentran". Yo se que en posteriores días, cuando muchos hombres habían olvidado la existencia del sendero, cambiaron aquellas verdaderas palabras por voces que son notoriamente falsas, que hacen estrechos la puerta y el camino que conducen a una vida celestial, y abierto y ancho el camino que conduce a una sempiterna condenación, lo cual es una distorsión de la enseñanza oculta, es una tergiversación de las palabras del Cristo, pues, seguramente, aquel a quien Sus discípulos llaman el Salvador del mundo, jamás pudo haber declarado que sólo muy corta sería la serie de los salvos y prácticamente innumerable la de los condenados. Tratando del sendero, no estamos en aquellas regiones de la religión exotérica (esotérica)que tratan del cielo y del infierno. La vida a que el sendero conduce al peregrino, no es la vida de los goces del cielo: es aquella vida de que habla el cuarto Evangelio, cuando dice: "El conocimiento de Dios es la vida eterna", vida que no se cuenta por edades sin límites, sino que envuelve un cambio de actitud del hombre; que no significa tiempo, sino una vida que está más allá del tiempo; que no se mide por salidas y puestas de soles, ni aun cuando aquellos amaneceres y puestas fueran inmortales, sino que representa aquella serenidad perfecta que significa la unión con Dios
Posted on: Sun, 08 Sep 2013 01:24:01 +0000

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