EL LLAMADO DE JEREMÍAS Jeremías 29:1-14 “Un modelo de Dios - TopicsExpress



          

EL LLAMADO DE JEREMÍAS Jeremías 29:1-14 “Un modelo de Dios para la esperanza” Introducción: Los judíos, como consecuencia de sus pecados, sufrieron consecuencias graves. Muchos de ellos fueron llevados cautivos a Babilonia, y allí, se ganaban la vida en condiciones muy duras y penosas. Muchos recordaban cómo el rey Nabucodonosor había sitiado a Jerusalén y se había llevado cautivos a algunos de los jóvenes más inteligentes al exilio. Luego, las tropas babilónicas destruyeron Jerusalén. Dios causó estos hechos; Él amaba tanto a su pueblo, que no quería abandonarlos, aún, en sus pecados. Se valió de sus penurias para disciplinarlos y enseñarles a obedecer. El Señor sabía que sólo así el pueblo podía hallar una verdadera esperanza y una vida con propósito. En Babilonia había falsos profetas que les decían que el exilio duraría poco, y que no se sometieran ni sirvieran al rey. Jeremías 14:14. (RVC) Y el Señor me dijo: «Eso que los profetas anuncian en mi nombre es una mentira. Yo no los envié, ni los mandé, ni les hablé. Lo que ellos anuncian es una visión falsa, una adivinanza. De su mente sacan palabras huecas y engañosas.» Sin embargo, Dios tenía otros planes. Por medio del profeta Jeremías, el Señor dio inusuales palabras de aliento que requerían el ejercicio de la FE EN DIOS de parte de los exiliados; y también, que hicieran algo sin precedentes para ellos en ese momento de crisis y dificultad. Dios los invitó a restaurar su relación íntima con Él, y a que tomaran decisiones que aparentemente no eran las mejores. Lecciones aprendidas: 1. El pecado trae consecuencias, así en el momento no lo creamos o no sean evidentes: Crisis espiritual, familiar, financiera, emocional, etc. 2. Dios está dispuesto siempre a darnos su perdón, amor y misericordia. 3. El cambio de actitud frente a Dios y Su Palabra trae bendiciones. Las cosas no sucederían de forma mágica; debían cumplir con su parte. (V13) 4. Dios tiene planes buenos y un futuro lleno de esperanza. 5. Sin oración y búsqueda la voluntad de Dios no podremos ver esos buenos planes. 6. Debemos orar por el lugar donde Dios nos ha puesto. Antes de que Jeremías enviara el mensaje, los del cautiverio pudieron pensar que la vida nunca volvería a ser igual. Esos mismos sentimientos podemos experimentarlos cuando estamos enfrentando situaciones difíciles y de crisis. (v11) “Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. Sólo Dios sabe y conoce el futuro. Los falsos profetas no. “Yo sólo sé lo que voy a hacer”. Aún, durante los momentos difíciles, podemos reconocer siempre la continua obra de Dios en nuestra vida y en el mundo que nos rodea, porque los pensamientos de Dios para ellos eran de bien, de paz, de esperanza. ¿Cuáles eran los pensamientos de ellos? Eran de fracaso, de temor, más no de paz. 4 «Así ha dicho el Señor de los ejércitos y Dios de Israel, a todos los cautivos que permití que fueran llevados de Jerusalén a Babilonia: 5 “Construyan casas, y habítenlas; planten huertos y coman de sus frutos. 6 Cásense, y tengan hijos e hijas; den mujeres a sus hijos, y maridos a sus hijas, para que tengan hijos e hijas; y multiplíquense allá. ¡No se reduzcan en número! 7 Procuren la paz de la ciudad a la que permití que fueran llevados. Rueguen al Señor por ella, porque si ella tiene paz, también tendrán paz ustedes.” Dios le dio a su pueblo órdenes concretas de lo que debían hacer en Babilonia. Les dijo que se establecieran, se casaran, construyeran casas, sembraran. Él no los rescató de inmediato de sus problemas; les enseñó a valorar lo que tenían y habían dejado perder por su pecado y desobediencia. Ordenó que oraran por una nación pagana. CONCLUSIÓN: 1. Debemos buscar a Dios de todo corazón. 2. Dios escucha nuestras oraciones cuando clamamos a Él con sinceridad. 3. Él se interesa por nuestras circunstancias; nuestros problemas no les son ajenos. 4. Debemos apropiarnos de las promesas de Dios que son de esperanza. 5. Aplicación: Debemos orar por nuestra ciudad y vecindarios: I Tim 2:2
Posted on: Mon, 05 Aug 2013 15:04:54 +0000

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