ENRIQUE MONACO Adiós a un creador inmenso monaco.jpg (92241 bytes) A raíz de un paro cardiorrespiratorio, falleció ayer en Recife, Brasil, el pintor cordobés Enrique Mónaco. Tenía 86 años. Mónaco nació en 1914 y estudió en la Academia Provincial de Bellas Artes, donde años atrás recibió una medalla de oro en homenaje a su obra dispersa en todo el mundo. Comenzó a exponer en 1939, pero su labor artística trascendió el campo de la plástica, dado que, además de dibujante, pintor, decorador, ceramista y muralista, la cultura cordobesa reconoce sus aportes como escritor, poeta y arqueólogo. Supo decir Mónaco acerca de su cometido:"Veo en cada expresión plástica una posibilidad y solamente de la aglutinación de todas ellas surge la realidad definida". Aunque fue considerado un pintor de caballete, se sintió atraído por la pintura mural, en la que vio una marcada significación de alcance social. En México, colaboró en murales con el famosísimo David Siqueiros e, incluso, en 1960 pintó murales con esmaltes sintéticos en composiciones de tipo pedagógico y didáctico. Precisamente Siqueiros fue quien dio la mejor referencia de la obra de Mónaco. "El motivo central de la obra de Mónaco _dijo_ es el hombre y sus dramas, expuestos de modo implícito. Y más aún, los dramas del hombre en su propio país, Argentina. Este hecho constituye su primera y esencial virtud; pero no la consuma por vía de un realismo rutinario sino que busca, tanto en sus dibujos como en sus pinturas, una realidad más integral". "La suya es una expresión emocional más alta _agregó_, más contemporánea, ya que el realismo verdadero no fue, de ninguna manera, agotado por los grandes maestros de las grandes épocas del pasado. Hacer al hombre más vivo, aun más operante, más dinámico, es algo que lo preocupa de manera evidente". Enrique Mónaco jamás concurrió a exposiciones, salones ni certámenes rentados, aunque recibió críticas elogiosas por sus exposiciones en Italia, Holanda, Alemania, Bélgica y España. Como la de José Camón Aznar, quien en una interpretación reciente manifestó: "Las formas vistas desde su plástica, los sentimientos desde la poesía. He aquí la personalidad artística del gran pintor argentino Enrique Mónaco. Hay en sus obras hondura racial y fluidez de toque. Sus modelos se hallan concebidos en un estar que no es estatutario, sino vívido. Pero reposado y como una pausa meditativa. No se hallan sus colores desmenuzados en brillo, sino atados con solidez de relieve corpóreo...". Un hombre franco Precisada su obra desde el punto de vista técnico, conviene revisar la grandeza humana de este artista. Según describe Angel lo Celso en su libro Cincuenta años de arte plástico en Córdoba, Enrique Mónaco era un hombre comunicativo, cordial y franco, que hace pocos meses recibió un duro golpe, cuando en su casa de barrio Jardín se perpetró un robo millonario. Cuentan que toda esa morada parece un taller. Cuadros, dibujos, esculturas y vitrinas repletas de objetos de marfil, porcelana y cerámica, producen la sensación de que uno se encuentra en un museo vivo. De allí, los amigos de lo ajeno se llevaron 30 dibujos originales e inéditos de su autoría, un cuadro de Siqueiros y otros de Carlos Alonso y Franciso Vidal. Esa fue una desgraciada sangría de un capital estético que reconoce más de dos mil pinturas. Mónaco recibió la mala noticia del saqueo en Recife, donde se estaba recuperando de una operación de cadera. Allí permaneció hasta su muerte.
Posted on: Wed, 17 Jul 2013 03:01:07 +0000
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