El camino del viñedo Una amiga me había invitado a cenar en su - TopicsExpress



          

El camino del viñedo Una amiga me había invitado a cenar en su Casa. Ella vivía con sus padres y sus tres hermanos. Durante la cena sus hermanos no me sacaron la vista de encima; los tres estaban serios, con cara de pocos amigos, supongo que creían que les correspondía oficiar de “Guardianes” de su hermanita. Sus padres, un poco menos hostiles, conversaron bastante y hasta rieron con mis ocurrencias y anécdotas. La Casa estaba rodeada por viñedos. Un camino de unos diez metros de ancho, se habría paso entre las vides hasta llegar a una calle rural; el camino tendría unos doscientos cincuenta metros de largo. Después de una sobremesa corta, sus padres comenzaron a bostezar; enseguida entendí el mensaje. Me levanté y les dije: - Estuvo muy rica la comida. Tengo que caminar bastante, así que mejor me voy ahora. Cuando me marché toda la familia salió al frente de la Casa. - Papá, si me prestas el Auto lo arrimo hasta su Casa - dijo mi amiga. - La noche está lindísima, seguro que él quiere irse a pie ¿Verdad? - le contestó el Padre y me miró. - Sí, la noche está linda, me voy a pie. ¡Que pasen bien! El camino que cortaba el viñedo no era recto; no me había alejado mucho cuando dejé de ver la casa. La noche era clara, había Luna llena. Soplaba algo de viento y las vides se agitaban y producían un rumor muy particular, como si sus hojas fueran de papel. Como por la mitad del camino, comencé a escuchar un silbido, alguien silbaba una canción. Las vides tenían hojas sólo en su parte superior; creí que si me agachaba vería las piernas del silbador, el sonido venía de cerca. Sólo vi los delgados y retorcidos troncos de las vides, y las estacas que las sujetan. Aquel sonido venía desde el lado derecho del camino, y de un instante a otro venía del lado izquierdo. El silbido era extraño, reverberaba como si el silbador estuviera en un lugar cerrado y con buena acústica, no en medio de un viñedo. Estaba por echarme a correr cuando vi las luces del Auto; mi amiga se había impuesto a su Padre y había tomado el Auto. Cuando subí ya no escuchaba el silbido. Ya íbamos por la calle, cuando ella, al notarme muy callado, me preguntó: - ¿Escuchaste o viste algo raro cuando ibas por el camino? - Escuché un silbido que me heló la sangre en las venas, todavía estoy temblando. - ¡Ay perdón! No te había dicho nada porque no me ibas a creer. Mi familia no me cree, no se porqué, sé que también ellos han escuchado ese silbido, pero dicen que me lo imagino. Suena igual a lo que silbaba un tipo que murió en el viñedo. - ¿Un tipo murió en el viñedo? - le pregunte. - Sí, el trabajo un tiempo allí. A mi no me gustaba mucho, siempre me miraba. - ¿Y tu familia notó que el tipo te miraba? - Supongo que si. - Y un día apareció muerto en el viñedo - le dije. - ¿Qué quieres decir con eso? No estarás insinuando que mi familia… - ¡No, no, claro que no!
Posted on: Wed, 24 Jul 2013 17:24:19 +0000

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