“El mismo chiquitín” Mi abuelo era Manuel, mi papá era Manuel, y yo era Manuelín. ¡Hasta ahora mis tías muy mayores me llaman Manuelín!, porque para ellas sigo siendo el mismo. Algo así pasó con Jesús cuando llegó a su tierra natal Nazaret, porque siendo el lugar donde Él creció, todos lo conocían, todos sabían que era el hijo del carpintero del pueblo, ellos habían jugado su pichanguita con Él, conocían a toda su familia. Pero Jesús creció, no era el mismo de antes, conoció quién era Él y para qué vino al mundo, y empezó a ayudar a mucha gente; y cuando llegó al lugar donde creció para poder ayudarlos a ellos también, ¡no pudo!, porque para ellos Jesús seguía siendo el mismo (Mateo 13:54-58). ¿Quién es Jesús para ti? ¡Esa es la clave para que puedas recibir de Él! ¿Piensas que sólo es el sanador porque te sanó pero no lo conociste más que eso? ¿Piensas que sólo es el proveedor porque te proveyó cuando necesitaste pero no lo conociste más que eso? ¿Piensas que es el restaurador porque restauró tu matrimonio pero no lo conociste más que eso? Sí, sí es tu sanador, sí es tu proveedor, sí es tu restaurador, ¡pero hay mucho más de Jesús que conocer! ¡Deja a Jesús crecer en ti! ¡Aprende más de Él! Dios no nos ha llamado a quedarnos en el nivel donde estamos, sino a avanzar, y sólo lo haremos en la medida que lo dejemos crecer en nosotros. (extracto de la prédica del domingo 20 octubre 2013 – Ps Manuel)
Posted on: Thu, 07 Nov 2013 14:55:26 +0000
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