Ella tiene un pelo negro que a todos deslumbra, unos ojos preciosos, pero aún así no obtiene ayuda. Su marido se marchó y perdiéndose en la mala vida, sólo pasa la pensión si le sobra de sus movidas. Ella aveces llora porque no sabe que hacer, se ve sola, pero a dos hijos debe mantener, que tengan siempre de comer y que nada les falte, que anden siempre felices sin tener que preocuparse. Una es menor y poco entiende, pero el mayor tiene edad suficiente para poder ver lo que la realidad le ofrece y no es justo que una criatura tenga que sufrir así; viendo como su madre tiene que pedirle a Dios que los proteja. Un día más llorando. Aveces se preguntan si merecen lo que les está pasando. Así se tragan todo el malestar de la situación. La niña crece seria y con frecuente depresión; ya no vive, tampoco juega. Sus amigos se dan cuenta que algo falla porque va mal en la escuela. La vida es dura y aunque duela hay que afrontarla día a día tienes todo y al día siguiente puede que no tengas nada. Una mirada vale más que mil palabras, cada vez que la miro a los ojos se me parte el alma y le pido a Dios que me la cuide y yo, yo soy la protagonista de está historia, pero como yo también hay miles. ¿Hace cuánto que ya no sonríe?, noto el miedo en su mirada a donde quiera que ella mire. De aquél amor hirídico sólo queda locura, tas loca por quererle, ahora por pedir ayuda. Heridas que no curan, besos que rompen el alma. Si el puño duele menos que cualquier sucia palabra. Se siente sola, impotente; porque nadie le avisó que pegarle no es quererle. Separa el corazón de tú mente, sé fuerte. Se que él hace que crea que ella sólo de él depende. Ya no sale de casa, ya no sabe na’ de nadie, le ha separado del resto y amenaza con dejarle. Te quiere; lo dudo, te duele; seguro. Si cuando llega a casa tiñe su cielo de oscuro, es duro que los besos que le daba ya no existan, que resista a los golpes que tanto le hacen a trizas, a trozos su orgullo, las marcas, sus puños. Aunque sea de cobardes; huye es lo mejor, lo intuyo. Anuló a su persona hace ya un par de años que no sirve de nada, lo repite casi a diario. Sueña con problemas de una mujer cualquiera, si le brillan los ojos pensando “si el no estuviera”. De veras qué merece todo esto tanto la pena?. Culpable de quererle, tú no mereces condena. Cada mañana es otro día con otra secuela, lo sentí, está dañando su salud y la envenena. Flojea su cerebro y su corazón, pasa las horas ahí llorando en su habitación. Su lado de la cama aún está caliente, el amor que siente por ella está latente, el dolor que siente no puede medirlo, pero aún sabiendo, no puede admitirlo. No le vendría mal ese destello del querer vivir. Su estilo flash está tomando ese tono gris. Recuerdos de París de cualquier zona. Maldito sea el aire que respira y lo emociona. Atrae bellos momentos que sólo podrá borrar, difícilmente lo hará con su amarga soledad, esto debe acabar porque nadie está apoyándole en su estudio musical. Dejó de lado a sus hermanos de la calle, por esa chica y ya no le queda nadie. Debe salir, ver que la vida son más cosas. La gracia está en que no hay caminos de rosas. Y para esas personas, a los que ya se han ido, no te preocupes porque esos no son amigos. Yo ya te lo digo porque lo he pasado y como tú estuviste; yo estoy a tu lado. Tan sólo y tanta gente que camina con él, sólo tiene su cartón y a su perro fiel. La tristeza se refleja en su carne, no le importa ni la talla ni la marca más cara -qué más le da-, Sólo quiere olvidar y no vivir pa’ comer o cenar en un bar ¿verdad?. La calle es fría y su corazón también. ¿Cuántas veces ha pensado en su final por un tren?. Mierda, la vida es dura y la vida es triste. Vivir por un futuro con el pasado que elegiste. Desconfía de todos y reza más que habla, la calle es libertad, pero se siente en una jaula. La sociedad lo esquiva, no valora su vida, habla solo porque sabe que ya nadie le mira. Con mirada perdida, no reconoce su aspecto, no tiene nada más que hacer que avanzar. ¿Por qué vivirá si no fue su decisión? pero tuvo que aceptarlo y afrontar su situación. Su corazón ya no es sensible no siente lo invisible como sólo el dolor, realidad indiscutible. Hoy su alma como ayer está vacía, no siguió consejo alguno e hizo daño a quien quería, recuerdos de una vida que jamás encontró calma. Realidad interminable que sufre en sus espaldas. Para ese niño nada fue sencillo, creció creyendo que el infierno estaba en el pasillo, el grito se hizo insulto, el silenció un llanto y mamá y su blusa rota en el suelo tiritando, aunque ella le solía decir “-¡No salgas de ahí!-” a los quince decidió salir pa’ poner un fin y ese fue el principio de agonías en centros de menores, sitios dónde pago el mejor de sus errores y limpio, volvió a la calle con veintiuno. Chavos se reían pero ya no ríe ninguno. El humo que suelta su banda poco a poco, cautivó al resto; niños ya se vuelven locos. Empezó a ver verde esperanza tras mucho blanco, el no vio películas, el buscó en su cuarto. La vida le castiga, las fugas le fatigan de su matrícula en el barrio nadie se archiva. Y pronto los problemas llegaron, le marcaron la cara y tomó la justicia por sus manos, fue con todo a defender lo propio y es obvio que después de una vida tan puta está llena de odio y salió mas sobrio que nunca, encontró lo que buscaba y ya, le echó cojones, dio la cara; esa fue su cruz y después de una historia tan negra pudo ver la luz.
Posted on: Sat, 23 Nov 2013 02:48:51 +0000
Trending Topics
Recently Viewed Topics
© 2015