HE GANADO LA BATALLA DE LA VIDA ... CUANDO: En las largas horas - TopicsExpress



          

HE GANADO LA BATALLA DE LA VIDA ... CUANDO: En las largas horas de quebrantos y desazones, la pobreza artera entró por mi puerta, la deslealtad se alojó a mi lado, las nubes negras del miedo y del terror merodeaban a mi alrededor; una voz interior me decía: Sigue adelante! CUANDO: Supe reír mientras que el corazón sólo tenía deseos de llorar y vencí la adversidad, cuando llegué al borde resbaladizo de la torturante desesperación que deseaba dominarme, y que me impuse y dije: NO! CUANDO: El dolor, la mentira, la calumnia, y las tenebrosas imágenes del mal morodeaban mi existir como peligrosos reptiles que trataban de atraparme, los separaba de mi lado con la vara mágica de mi poderoso poder interno que Dios nos dio para vencer cuantas dificultades se presentara en mi vida. CUANDO: El engaño, la traición o la inquietud probaban mi fidelidad a la convicción de que Dios está siempre conmigo para ayudarme en los momentos más agobiantes y era cuando sentía su potente voz que me decía: Sigue adelante! No desmayes! Yo te acompaño y te acompañaré siempre! Soy tu Dios que te está vigilando de cerca para ayudarte en todo momento! CUANDO: A la pobreza ponía mi dignidad; al sufrir la esperanza, al martirio de la incomprensión humana, a la imaginación de sombras que me perseguían para atormentarme y para poner en duda mi devoción a Dios. CUANDO: Trataron de hacerme perder mi paz interior a través de tormentosas persecuciones imaginarias, aprovechando de mi debilidad momentánea, pero pese a mi desesperación, he comprendido que dentro de mí existe un poder muy superior que me decía: Hay que salir de este estado de COMA espiritual, porque la fuerza del bien, siempre triunfará sobre la fuerza del mal y no habrá figuras ficticias creadas por los ejércitos del mal que me puedan vencer porque poseo el símbolo del gran amor que es Dios, que siempre me defenderá de los satánicos poderes del mal. CUANDO: La guerra interior que se ha desatado dentro de mí con diversos reflejos y expresiones de fuerzas del exterior, se está librando dentro de mí sin tregua alguna para poner en prueba mi fidelidad a Dios. Esta guerra interna servirá para demostrar mis grandes poderes que Dios me ha dado para utilizarlos en los momentos difíciles, me hará salir triunfante siempre porque el poder de Dios nunca será vencido por ningún mal y aunque fuerzas o figuras imaginarias me atormenten, me persigan, jamás me doblegaré, porque no habrá negativa alguna que pueda vencerme porque Dios es mi amparo, mi vigía, mi protector. CUANDO: Se han apagado todas las luces para aparecer la negra oscuridad del terror, de la duda, de la incomprensión, del desatino; y gracias a mi lealtad a nuestro Señor, pude recobrar la serenidad, pude recobrar la calma y sentí la presencia de Dios dentro de mí como diciéndome: NO TEMAS YO ESTARÉ A TU LADO PARA SALVARTE EN LOS MOMENTOS DE MAYOR PELIGRO. CUANDO: Ya mis fuerzas se agotaban, mi espíritu ya no reaccionaba,en mi fe languidecía; sentí un poder inmenso dentro de mí que me hizo sentir en actitud para seguir adelante y hacerme comprender que la vida está llena de difíciles pruebas, amargas pruebas, desilusionantes instantes capaces de hacernos renunciar a toda fe, pero cuando nos damos cuenta que las pruebas de Dios son para luego llenarnos de gran alegría y gran felicidad; debemos seguir adelante y estar dispuestos a enfrentar a los más grandes obstáculos. Hay que aceptar que el precio de la felicidad y la alegría es muy grande. CUANDO: Comprendí la importancia de seguir adelante y no caer en la trampa que con frecuencia nos tienden los poderes del mal para destruirnos. Esos poderes del mal son muy peligrosos y si uno es débil, lo pueden destruir en forma total. De ahí la necesidad de nuestra vocación de fe, de nuestra disposición anímica, de nuestra fortaleza moral para sofocar estas tormentas; para eso, contamos también con poderes muy poderosos que Dios nos ha dado para salir siempre airosos; esos poderes son: La oración y la fe. Oremos siempre, con fervor, con el corazón y no solo de labios para fuera. Oremos con toda la fuerza de modo que en cada palabra que pronunciamos en homenaje a Dios sea para demostrarle nuestra confianza absoluta, nuestra disposición de lealtad y de que con su ayuda, no habrá mal, no habrá imaginación negativa ni sombras por más destructivas que sean, que puedan apagar la luz que Dios ha puesto en nuestro corazón para transitar por la senda del bien, del triunfo y que nos hará gritar siempre: HE GANADO LA BATALLA DE LA VIDA!
Posted on: Sat, 28 Sep 2013 00:55:21 +0000

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