José de Álzaga: Bandolerismo de Milagro Sala y profanación de - TopicsExpress



          

José de Álzaga: Bandolerismo de Milagro Sala y profanación de Greenpeace en la Salta de los Milagros Estos salvajes de la “Tupac Amaru” y los idólatras paganos de “Greenpace” debieran haber sido detenidos y enviados a una instrucción comandada por el “Stalin salteño” de Adolfo Saravia domingo, 28/07/2013 | 12:54 hs 0 Comentarios Enviar por mail Imprimir TEMAS JOSE DE ALZAGA GREENPEACE TUPAC AMARU MILAGRO SALA Amigo lector: Declaro la indignación que ha venido a perturbar la paz espiritual que me alberga en Rio de Janeiro, debido a las noticias que me llegan desde esa Salta de los Milagros, invadida por los esbirros de la vagancia institucionalizada bajo el rótulo de “Tupac Amaru” y esos otros terroristas del contubernio ambientalista de “Greenpace” que no se disfrazan para protestar, ¡No señor, porque son las mismísimas bestias que representan! Deberían dar una pública disculpa por ultrajar el santuario del Señor y la Virgen del Milagro. Una ofensa para toda Salta. Es la segunda profecía que eché sobre Salta y se ve cumplida. La primera fue la felonía que obró finalmente ese mermado de pensamientos de Andrés Zottos y su inmolación política, y ahora el asedio perpetrado por la tribu “Tupac Amaru” que envió su vanguardia de cuadrumanos para alterar el orden público. Felices deben estar esos amorfos ideológicos del Partido Obrero que han salido a defender el ataque del malón jujeño y la profanación obrada por los sicarios de Greenpace a la Catedral Mayor. Ahí están esos trostkystas de plástico celebrando esa ola de depravación que amenaza echar raíces entre la gente decente. ¡Cuidado Salteños! Esta Milagro Sala propone devolveros a tiempos preincaicos donde no había orden social sino grupos tribales que reclamaban su derecho a palo limpio. Profanan hasta el nombre de ese revolucionario “Tupac Amaru”, porque estos menesterosos no habrían sobrevivido en el imperio del Inca donde había estricto orden social y quien no trabajaba era pasado por las armas o reducido a esclavo de los vecinos. Bien nos vendrían ahora aquellas leyes para hacernos con unos cuantos miles de servidores gratuitos que nos proveería esa gavilla de anárquicos incivilizados. ¡Imaginad la mansión del Júcaro atendida por ejemplares de estos ataviados a la usanza de las antiguas estancias hispánicas! Pero no, el cuento de los derechos humanos ha llevado a que esta policía del rockero Juan Manuel Urtubey se haya convertido en un grupo de tibios y timoratos predicadores de la no violencia, cuales mansos Testigos de Jehová, se comportan mansamente mandando mensajes y apalabrando románticamente a los que se burlan de los salteños y sus costumbres. Ni la sombra de aquella fuerza de seguridad pretoriana que había formado el espartano Juan Carlos Romero, que ante el primer incidente repartía democráticamente palos, balas de goma y gas pimienta, para que todos tuvieran, mientras otros policías jugaban con los insurgentes una criolla ruleta rusa con alguna que otra munición de plomo recubierta en cobre. Estremece mirar las fotografías de ese malón de homínidos subdesarrollados atacando las oficinas públicas, muestra probatoria de que aún se hallan en estado salvaje y no aprenden que las cosas se alcanzan negociando y no tomándolas como los cavernarios que ejercían su derecho a palo limpio. Pero qué más se puede esperar de una cuadrilla de patanes adiestrados para el saqueo y el piquete mientras su líder se pasea en los exclusivos salones del Hotel Conrad de Punta del Este, lugar al cual no volveré jamás porque ese ejemplar de protozoo parásito anaerobio con forma ameboide nos puede contaminar con alguna patología incurable. ¡Ah, extraño esos nobles tiempos en que reinaba Juan Carlos Romero y esta prebendaria de Milagro Sala osaba venir a Salta y por instrucciones precisas de Júcaro se la esperaraba en el Cruce de Güemes para escoltarla hasta su diligencia y luego devolverla a las afueras de la Ciudad! Ahora cualquier pseudo originario ingresa y se pasea a voluntad subvirtiendo la paz pública, mientras el “Joven Maravilla” aturde sus neuronas con esas letras sediciosas de “Mi Karma González” que inducen a burlarse de la policía y a consumir barbitúricos vegetales. El mismo San Agustín –Doctor de la Iglesia Católica- predicaba que la “paz es la tranquilidad en el orden”; y vaya pues que ahora en Salta campea el desorden que altera la paz y la tranquilidad. Falta nada más que veamos a la Sala en yunta cetácea con la Diputada Lilinana Mazzone, ambas disipadas en una playa extranjera, unidas por el escándalo, el discurso facilista y el buen vivir, utilizando la palabra para insultar pero jamás ninguna de las dos para conjugar el verbo trabajar. En un manto de piedad, diré que por lo menos la Mazzone con su tintura berreta y sus supuestas cirugías puede pasar por una vedetonga de cuarta en el retiro; pero esta Sala en un hotel cinco estrellas o en primera clase de un vuelo es como imaginar un mandril dictando una clase en Hardvard, algo imposible. Bien se dice que la mona aunque se vista de seda, Sala nomás queda. Como ahora el Gobierno Nacional le recortó los fondos, esta menesterosa política intenta echar sus reales en Salta, y eso ocurre porque en Salta no hay gobierno sino un cotolengo gobernado por un jíbaro de las ideas como Juan Manuel Urtubey. Faltaría nada para ver a estos aborígenes de la “Tupac Amaru” zamarreando los pelos del “Apache” Parodi cuando les niegue casas, bolsones y prebendas, todos arremolinados gritando en lengua “kakan” sus disparates sociales. No menos grave ha sido la profanación cometida por esos extorsionadores profesionales asociados en esa organización mafiosa llamada con el paradójico nombre de “Greenpace”; y digo así porque solamente los incautos piensan que defienden el medio ambiente. ¡Qué va! Sepa la turba que defiende a estos borricos que se disfrazan de tales que su Organización lucra con el dinero de los gobiernos mientras se asocia a las grandes multinacionales contaminantes como Exxon y el propio Departamento de Defensa de los Estados Unidos que consume 320.000 barriles diarios de petróleo y contamina con sus armas en las 6.000 bases que tiene diseminadas en el mundo, sin que “Greenpace” diga absolutamente nada; y esto sólo por decir algo. ¿Y con Xtrata, o la Barrick Gold? o ¿Acaso ya resolvieron en Suiza sus disputas? Sean estas palabras para el elogio y el desagravio a ese varón del Evangelio de los Pueblos que es Monseñor Dante Bernacki, que ha sabido tomar las decisiones que debieran haber tomado los cabecillas de ese Ministerio de Seguridad mandando a la policía a “dar palo y a la bolsa” con estos blasfemos que se cuelgan impiadosos nada menos que del Templo Mayor de la salteñidad, Santuario del Señor y la Virgen del Milagro, cometiendo el doble sacrilegio de utilizarlo como tribuna de escándalo y además, colgando el nombre del "Joven Maravilla" que gobierna Salta en su frente. No sé qué cosa es más imperdonable para merecer el fuego eterno. Estos salvajes precolombinos de la “Tupac Amaru” y los idólatras paganos de “Greenpace” debieran haber sido detenidos y enviados a una instrucción comandada por el “Stalin salteño” de Adolfo Saravia y luego interrogados por aquel custodio personal y ex Secretario de Seguridad del Juan Carlos Romero, el gendarme Sergio Nazario –calumniado como “Comandante Estevez”, según el “Nunca Más”-, que ya debe estar de regreso de su curso de perfeccionamiento en la Base de Guantámo. Me asiste el derecho de preguntar por qué las manadas de Milagro Sala no van a invadir los territorios del Estado Plurinacional de Evo Morales que les queda más cerca, o los esbirros de “Greenpace” no van a colgar carteles de protesta en el templo de la Virgen de Urkupiña. Es que no son estúpidos a la hora de elegir donde cometer fechorías, allá en Bolivia el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qollasuyo les aplicaría la amputación de las manos; entidad a la que debería integrarse el Diputado Nacional, Alfredo Olmedo, ya ellos también aprueban la castración química para violadores, y además, el amarillo es un color muy aquerenciado entre los naturales. Acá no vengan con el INADI ni los derechos humanos, vayan a probar de colgar un cartel de protesta al Muro de los Lamentos, o peor todavía, en la Mezquita de Omán, y verán sus cabezas rodando como canicas en la tierra. La Catedral de Salta representa la identidad misma de los salteños y sus más altos valores religiosos, es intocable. Y hablando de “Intocables”, ya deberían éstos fiscales salteños estar en las calles junto a su jefe SS (Su Señoría) "Von" Pablo López Viñals cazando a estos insurgentes para enviarlos a las mazmorras donde deben estar los que no se compadecen con las normas de los pueblos civilizados. A esta policía le faltó el mismo rigor que a mi amigo Don Rodolfo “Coyote” Urtubey para educar al goliardo éste de su hijo Juan Manuel. Son éstos los casos en que se extraña aquella Infantería que poseía Juan Carlos Romero, siempre dispuesta a dar el palo corrector y la atención que merecen a estos cipayos en las comisarías. Este proge rockero y hedonista de Juan Urtubey tiene demasiada paciencia con estos agitadores como este Hernán Giardini ,que hasta se dió el lujo de automatizarle el envío masivo de spam a las redes sociales para intimarlo, sin que al mequetrefe se le mueva un pelo. La misma falta de energía que le faltó para defender a su hermano, José Urtubey, a quien no dejaron llegar a la Presidencia de la Unión Industrial Argentina bajo la sospecha de portación de apellido cuando ahora resulta que José Urtubey, sin resentimientos apoya públicamente el tratado de YPF-Chevrón y el mimado de Mendiguren traza alianza con Sergio Massa. ¡Recordad Juan Manuel lo que sentencia la Escritura respecto de los tibios! Ahora es la bandolera de Milagro Sala, ¿Mañana quiénes serán: Sendero Luminoso, las FARC o la vuelta de los Tupamaros, acaso manifestándose en la Plaza 9 de Julio? Sigan por este camino y van a convertir a esa Salta en el aguantadero de cuanto salteador de caminos o forajido quiera afincarse. Tengo mi presión arterial al borde del síndrome de la Silla Turca y dejo constancia que cualquier patología que en el futuro me causara una hemiplejia será consecuencia de la malversación democrática que hace este granuja impávido de Juan Manuel Urtubey, que mientras siga rindiendo culto a la parranda es capaz de nombrar en la Secretaría de la Mujer a Angélica Zapata (Sólo para entendidos en enología). Creo que voy a tener que hablar con mi amigo el Marqués Luigi Serlupi d’Ongran, cuyo padre perteneciera a la Noble Guardia Pontificia de Su Santidad Pío XII, para que promueva a este Monseñor Dante Bernacky -aunque de apellido inmigrante- a la Silla obispal de Salta ya que parece ser el único comprometido en la defensa irrestricta de nuestros auténticos valores. ¡Católicos de Salta, haced como dice Francisco y salid a las calles a correr a estos impíos, otrora pasto de la hoguera purificadora! Mientras tanto, voy a tener que conciliar mi sueño con una dosis de Zolpidem, mientras dejo que las notas de La Cabalgata de las Valquirias de Richard Wagner me adormezcan imaginando la reunión de las Valquirias que se saludan entre ellas y cantan su grito de guerra, como mi protesta simbólica ante este conato de insurrección de la chusma, y en tanto, a vos, Urtubey, te digo que tengas bien presente que: "A la postre, nunca gana el que tiene la mayoría, sino el que tiene la mayoría de la fuerza".- Hasta la próxima.- Por José de Álzaga para jdealzaga@elintransigente Twitter: @JDeAlzaga Nació el 25 de mayo de 1955. Egresó con el Título de Licenciado en Historia de la Universidad de El Salvador. Cursó luego la Licenciatura en Filosofía en la Universidad de Navarra, España. Ejerció la docencia en prestigiosos Colegios de la Ciudad de Buenos Aires. Posee títulos de posgrado otorgados por la Universidad de Boston. Actualmente está dedicado a la investigación del impacto social de las ideas posmodernas en la Cultura Occidental.
Posted on: Sun, 28 Jul 2013 17:43:22 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015