LAS CONSERVAS Además de guerras y los ideales de la Revolución Francesa, Napoleón trajo consigo dos inventos gastronómicos: el azúcar blanca de remolacha y los alimentos en conserva. Necesitado de que sus soldados se alimentasen con alimentos lo más frescos posibles, ofreció una recompensa a quien ofreciese un método que no fuese el ahumado o el salazón. Quien lo logró fue el maestro pastelero Nicolás Appert. Era muy sencillo: introducía el alimento a conservar en un frasco de vidrio, al que le colocaba un tapón de corcho, haciendo un recipiente hermético, que se disponía a baño de María durante un tiempo, dependiendo del tipo de alimento. Pronto se comprobó su valía al llevar estas primitivas conservas en los barcos de la marina francesa. Un poco más adelante se inventaron las conservas en lata de hojalata. Esta vez fue un inglés, Peter Durard, en 1810. Hoy en día, las conservas tienen más vigencia que nunca en una alimentación moderna, equilibrada, gastronómica y diversificada. Las conservas son seguras, baratas, ofrecen una gama amplísima de opciones, nos permiten disponer de los más variados alimentos durante todo el año. Sin duda la gran reina de las conservas son las sardinillas.
Posted on: Thu, 07 Nov 2013 13:21:52 +0000
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