Las Pasiones de Mariana (fragmento 22) Novela Erótica Basada en - TopicsExpress



          

Las Pasiones de Mariana (fragmento 22) Novela Erótica Basada en la Historia de México El tiempo corrió, la noche cayó, y poco más tarde, se escuchó que caía un fuertísimo aguacero. Salimos a disfrutar la lluvia, que de tan fuerte que estaba, hasta por ratitos, caía granizo. Regresamos a la sala, a esperar que pasara el vendaval. Pero la lluvia no paraba, y como se hiso muy noche, mami se fue a acostar. Así que ahora, quedamos a solas. -Carlos, ya son las once, y la lluvia no para- Bueno Mariana, como esto no tiene para cuando, me retiro ahora mismo -¡A no! No Carlos, tú no te vas en medio de esta tormenta, pues de un momento a otro, podría caer más granizo, y no quiero, que te arriesgues innecesariamente- Bueno,… entonces, para entretenernos un poco, salgamos un ratito, a disfrutar la lluvia, mi amor. -¡Carlos!, a ver a ver, repite, lo último que dijiste- Dije, que salgamos un ratito, a disfrutar de la lluvia, Mariana -No, no no, eso no Carlos… ¡lo último!- Eso fue lo que último que dije, Mariana Al tiempo que Carlos, pronunció su última, frase, inexplicablemente, se voltio dándome la espalda, que, lejos de ofenderme, no sé porque, lo abracé fuertemente, casi casi, como si se me fuera a escapar corriendo, y así, sin más, ahora con una sonrisa le dije al oído. -Carlos, ¿me vas a decir, o no, lo último que dijiste? Carlos, se liberó tiernamente de entre mis brazos, volviéndose hacia mí, y con una mirada llena de paz, al fin habló: Te dije…. ¡Mi amor! Carlos puso su mano izquierda, encima de mi cabeza, acariciándome dulcemente. Después la deslizó sobre mi frente, y con sus yemas fue frotándome, poco a poco, para después pasar a mi mejilla y labios. Mientras tanto, yo permanecía, muda, y muy ilusionada, pues pensaba, que ahora sí, iba a pedirme ser su novia. Acercó sus labios hacia mi frente, para ahí, darme unos pequeñísimos y casi imperceptibles besos para la sensibilidad de mi tez. Pero con resultados, divinamente electrizantes, por todo mi cuerpo. Pasando su otra mano, por entre mi cintura, me contrajo y acercó su boca a la mía, para finalmente darme un beso, lleno de amor y pasión. No puedo describirles lo que significó ese beso, para mí cuerpo, porque fue la primera vez, que un hombre ponía su lengua, contra la mía. Pero les aseguro, que en ese sublime momento, supe que Carlos y yo, seríamos, el uno para el otro, por el resto de nuestros días. Por un momento se separó de mí, mirándome fijamente a los ojos. Durante unos segundos, así de estáticos permanecimos, pero de pronto, arremetió con otro beso, mucho más apasionado, de tal suerte que cuando menos acordé, yo también movía mi lengua, desenfrenadamente contra la suya. Mientras tanto, la mano que tenía en mi cintura, poco a poco, empezó a deslizármela de arriba, a abajo, acariciando tiernamente mi encendido cuerpo. Mientras tanto, seguíamos besándonos, cada vez con más pasión, de tal suerte que su respiración se había acelerado demasiado, y qué decirles de la mía. Ahora nuevamente empecé a sentir, cosquillitas en mi estómago, pero con una intensidad descomunal, y cuando más encendida estaba, Carlos, separó su boca de la mía, aproximándola a mi oído, diciendo. Mariana, ay Mariana, Mariana bonita, Mariana chulita, Mariana de mi alma, mi amor… ¿Quieres ser, mi novia? -Por supuesto que sí, mi amor, sí, sí quiero ser tu novia, Carlos,… ¡claro que sí!- Mariana, yo te amo. Y te digo con orgullo, que eres la primera mujer que realmente he amado en toda mi vida, mi amor. Además, tengo muy bellas intenciones para con nuestras vidas, mi amor -Yo también te amo con locura mi amor, y déjame decirte Carlos, que tú, eres mi primer novio- Mientras tanto, afuera, la lluvia, nuevamente había arreciado, cayendo truenos tan fuertes, que estremecían toda la casa. Pero, nada comparado, contra mi electrizante cuerpo, encendido por la maravillosa excitación, pues Carlos, había cogido uno de mis pechos, acariciándolo de una manera indescriptible, mientras tanto, empezó a besar mi cuello, al tiempo que con las yemas de los dedos, de su otra mano, rosaba mi mejilla izquierda. Ahora lo abrasé fuertemente, de tal manera que ya no pudo seguir tocando mi pecho. En la nueva posición, empezó a deslizar mi vestido hacia abajo, hasta dejar mis pechos, solamente cubiertos por el corpiño. Carlos ahora comenzó a besar mi pecho izquierdo al través de la tela, con una avidez de tales proporciones que en unos segundos, sentí mi pezón completamente humedecido. Esta vez, mi cuerpo, sufrió contorciones indescriptibles, pues Carlos, me había quitado el corpiño, y estaba chupando en completa libertad mis pechos, de tal manera que cuando su lengua hacía contacto en mis pezones, sentía algo así, como si de pronto me fuera a orinar. Pero a pesar que empecé a sentir, una mezcla de placer con sufrimiento, estaba dispuesta a continuar entregándome al hombre que amaba. De pronto, Carlos, tomó una de mis manos, para conducirla lentamente hasta su entrepierna. Al sentir su tremendo bulto, entre sus pantalones, ya no pude más, pues algo pasó en mi vagina. Así que de pronto, muy estrepitosamente exclamé. Carlos,… ¡no Carlos! Carlos bien lindo, me ayudó a arreglar mis ropas, y súbitamente, me retiré de la sala, para ir a mi recámara a asearme, encontrando que tenía un escurrimiento de mayúsculas proporciones, entre mis piernas. A la vuelta de unos minutos, regresé con Carlos. Él bien lindo, y con cara de susto, dijo. Mariana, espero no hayas malinterpretado, m... -Carlos, por favor mi amor, vamos afuera a disfrutar de la lluvia- Así que, sin pronunciar palabra alguna, y muy agarraditos de la mano, salimos a disfrutar la madre naturaleza. ………………………… Ciudad metropolitana de nuestra señora de Monterrey. Viernes 13 de abril de 1749. Once de la mañana. Despacho del capitán Lázaro de los Santos Coy Berlanga. Pos… Pos… Buenos días capitán, ¿se puede? -¡Juan Antonio Vallin Guerra! Adelante... ¿qué te trae por aquí, cabrón?- Pos… pos... aquí nomás Lázaro, ¿cómo está la familia? A chingá, chingá... mira tú ¿desde cuándo, te interesas por mi familia, cabrón? Pos… pos la mera verdá, capitán, vengo a pedirte me recomiendes con alguno de tus superiores, pos en Reynosa, un capitancito, hijo de su puta madre, me está bloqueando un proyecto. -¿y se puede saber, quien es ese capitán?- Pos… pos el capitán Carlos Cantu Gonzales-Hidalgo -Jajaj... no mámes Juan, con esa gente ni se te ocurra meterte pendejo, son una familia muy poderosa- Pos... Pos... -Mira Juan, déjame te digo que los descendientes de Alonso de León, el cronista. Son gente respetada, en el Nuevo Reino de León. Así que mejor regrésate a Reynosa, y arregla tus pedos, directamente con Cantu. Darte este consejo, es lo mejor, que cualquiera haría por ti, Juan- No, pos sí. Gracias Lázaro, nos vemos. …………………………...Continuará Papá del Pato os desea, que tengas un maravilloso día, y arriba los Broncos !abur!
Posted on: Fri, 23 Aug 2013 05:33:52 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015