Lumbre de la Espada Vi pasar todos mis sueños por tus ojos, nubes por el cielo como navíos de velas mutiladas. Me gustaba verme y verme en tus ojos como espejos victoriosos donde fui memoria escrita por el recuerdo y no esta máscara de piedra. Me gustaba verme en tus ojos de miradas interminables como calles incansables de miradas mensajeras como palomas acabando el infinito con el vuelo de miradas extendidas como brazos sosteniendo la espada del combate. Sí, me gustaba que me vieras con ese otoño café de tus ojos más valioso que los frutos de la tierra, me gustaba que me vieras con todo el bronce que existe bajo el sol más valioso que el oro de los reinos. En el otoño que recorrió las islas pasaron navíos por la noche buscando tu cuerpo y un hombre elevó las velas de una lancha sin mar, sin orillas el viento, vi a ese hombre en el sueño de tus ojos levantar una efigie con las líneas de tu sombra. El hombre tomó la espada del combate limpia de heridas, destruyó los buques de banderas hostiles para que resplandeciera la espiga del sueño en tu piel de laurel y en el canto. Las fantasías cruzaron el infinito de tus contemplaciones, aves con vuelo de engaño para robar el fuego tembloroso de tu sombra encendida como suspiro noble de tu abrazo perdido como llanto enterrado. El hombre recogió en los ojos el otoño que cayó como hojarasca perdida donde el poniente quemó los remos y las velas cuando no hubo fantasía que no pareciera ser su ilusión en triunfo. Si, entonces me gustaba verme en el espejo silencioso de tu mirada. Fueron los navíos y las nubes y las aves por el cielo quemado prendieron las hojas del otoño y una espada de lumbre en vuelo se clavó en mis ojos. Mis manos que elevaron una efigie con las líneas de tu sombra solo tocan las marcas de tus miradas. Déjame saber como pueden mirarme tus ojos algún día, solo una vez con el perdón que merezca.
Posted on: Thu, 01 Aug 2013 14:36:22 +0000
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