Mi lista del Octavo Paso me arrastraba a un torbellino de resentimientos. Después de cuatro años de sobriedad estaba bloqueado por la negación conectada con una relación alusiva. La disputa entre el temor y el orgullo se ablandaba según las palabras del Paso pasaban de la cabeza al corazón. Por primera vez en muchos años abrí mi caja de pinturas y derramé una rabia honesta, una explosión de rojos, negros y amarillos. Lágrimas de alegría y de alivio rodaron por mis mejillas cuando contemplé el dibujo. En mi enfermedad ya había renunciado a mi arte, un castigo auto-inflingido mucho mayor que cualquier otro venido de afuera. En mi recuperación me di cuenta de que el dolor de mis defectos es la misma substancia que usa Dios para limpiar mi carácter y hacerme libra
Posted on: Sun, 11 Aug 2013 14:44:09 +0000
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