Misal 31a. Dom Ord Ciclo C Antífona de Entrada Señor, - TopicsExpress



          

Misal 31a. Dom Ord Ciclo C Antífona de Entrada Señor, no me abandones, no te me alejes, Dios mío. Ven de prisa a socorrerme, Señor, mi salvador. Se dice Gloria. Oración Colecta Oremos: Dios omnipotente y misericordioso, de cuya mano proviene el don de servirte y de alabarte, ayúdanos a vencer en esta vida cuanto pueda separarnos de ti. Por nuestro Señor Jesucristo... Amén. Primera Lectura Te compadeces de todos porque tú amas todo lo que existe Lectura del libro de la Sabiduría 11, 23-26; 12, 1-2 Señor , delante de ti, el mundo entero es como un grano de arena en la balanza, como gota de rocío mañanero, que cae sobre la tierra. Te compadeces de todos, y aunque puedes destruir todo, aparentas no ver los pecados de los hombres, para darles ocasión de arrepentirse. Porque tú amas todo cuanto existe y no aborreces nada de lo que has hecho; pues si hubieras aborrecido alguna cosa, no la habrías creado. ¿Y cómo podría seguir existiendo las cosas si tú no lo quisieras? ¿Cómo habría podido conservarse algo hasta ahora, si tú no lo hubieras llamado a la existencia? Tú perdonas a todos, porque todos son tuyos, Señor, que amas la vida, porque tu espíritu inmortal está en todos los seres. Por eso a los que caen, los vas recogiendo poco a poco, los reprendes y les traes a la memoria sus pecados, para que se arrepientan de sus maldades y crean en ti Señor. Palabra de Dios. Te alabamos Señor. Salmo Responsorial Del salmo 144 Bendeciré al Señor eternamente. Dios y rey mío, yo te alabaré, bendeciré tu nombre siempre y para siempre. Un día tras otro bendeciré tu nombre y no cesará mi boca de alabarte. Bendeciré al Señor eternamente. El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso para personar. Bueno es el Señor para con todos y su amor se extiende a todas sus criaturas. Bendeciré al Señor eternamente. Que te alaben, Señor, todas tus obras y que todos tus fieles te bendigan. Que proclamen la gloria de tu reino y narren tus proezas a los hombres. Bendeciré al Señor eternamente. Segunda Lectura Nuestro Señor Jesucristo será glorificado es ustedes y ustedes en él Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 1, 11-12; 2, 1-2 Hermanos: Oramos siempre por ustedes, para que Dios los haga dignos de la vocación a la que los ha llamado, y con su poder, lleve a efecto tanto los buenos propósitos que ustedes han formado, como lo que ya han emprendido por la fe. Así glorificaran a nuestro Señor Jesús y él los glorificará a ustedes, en la medida en que actúe en ustedes la gracia de nuestro Señor Jesús y él los glorificará a ustedes, en la medida en que actúe en que ustedes la gracia de nuestro Dios y de Jesucristo, el Señor. Por lo que toca a la venida de nuestro Señor Jesucristo y a nuestro encuentro con él, les rogamos que no se dejen perturbar tan fácilmente. No se alarmen ni por supuestas revelaciones, ni por palabras o cartas atribuidas a nosotros, que los induzcan a pensar que el día del Señor es inminente. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor. Aclamación antes del Evangelio Aleluya, aleluya. Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él, tenga vida eterna. Aleluya. Evangelio El Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido Lectura del Santo Evangelio según san Lucas 19, 1-10 Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó y al ir atravesando la ciudad, sucedió que un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de conocer a Jesús; pero la gente se lo impedía porque Zaqueo era de baja estatura. Entonces corrió y se subió a un árbol para verlo cuando pasará por allí. Al llegar a ese lugar, Jesús levantó los ojos y le dijo: Zaqueo, jefe bájate pronto, porque hoy tengo que hospedarme en tu casa. El bajó en seguida y lo recibió muy contento. Al ver esto, comenzaron todos a murmurar diciendo: Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador. Zaqueo, poniéndose de pie, dijo a Jesús: Mira, Señor, voy a dar a los pobres la mitad de mis bienes, y si he defraudado a alguien le restituiré cuatro veces más. Jesús le dijo: Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también es él hijo de Abrahán , y el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se les había perdido. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús. Se dice Credo. Oración de los Fieles Celebrante: Pidamos, hermanos y hermanas, al Señor, que escuche nuestras oraciones y nos conceda el auxilio que necesitamos: Respondemos: Escúchanos, Señor. Para que Dios derrame en su Iglesia el Espíritu de piedad y fortaleza, que suscite numerosos y dignos ministros del altar y testigos celosos y humildes del Evangelio, roguemos al Señor. Escúchanos, Señor. Para que Dios infunda en el corazón de los gobernantes la voluntad de promover el bien de sus súbditos, a fin de que todos puedan desarrollarse debidamente y reinen en el mundo la justicia y la igualdad, roguemos al Señor. Escúchanos, Señor. Para que el Señor fortalezca a los moribundos que luchan en su último combate, los libre de las tentaciones y no permita que nosotros, al llegar la hora de abandonar este mundo, caigamos en manos del enemigo, roguemos al Señor. Escúchanos, Señor. . Para que Dios conceda a nuestros familiares y amigos el perdón de sus pecados, una vida próspera y el don de la caridad, roguemos al Señor. Escúchanos, Señor. Celebrante: Dios nuestro, que por medio de tu Hijo has venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido, escucha las súplicas de tu Iglesia y haznos dignos de nuestra vocación; ayúdanos a cumplir nuestros deseos de bien, haz que sepamos recibirte con gozo en la persona de nuestros hermanos y que con ellos sepamos compartir los bienes de la tierra y del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. Oración sobre las Ofrendas Que este sacrificio que vamos a ofrecerte en comunión con toda tu Iglesia, te sea agradable, Señor, y nos obtenga la plenitud de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. Prefacio Prendas de la Pascua eterna En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. En quien vivimos, nos movemos y somos; y todavía peregrinos en este mundo, no sólo experimentamos las pruebas cotidianas de tu amor, sino que poseemos ya, en prenda, la vida futura. Pues al poseer las primicias del Espíritu, por el cual resucitaste a Jesús de entre los muertos podemos esperar que un día sea nuestra pascua eterna. Por eso, Señor, te damos gracias y proclamamos tu grandeza, cantando con los ángeles: Antífona de la Comunión Me has enseñado el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia. Oración después de la comunión Oremos: Continúa, Señor, en nosotros tu obra de salvación por medio de esta Eucaristía para que, cada vez más unidos a Cristo en esta vida, merezcamos vivir con él eternamente. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. ___________________________________________________________________________________________ † Meditación diaria Trigésimo primer Domingo ciclo c ZAQUEO — Deseos de encontrar a Cristo. Poner los medios necesarios. — Desprendimiento y generosidad de Zaqueo. — Jesús nos busca siempre. Esperanza en la propia vida interior y en el apostolado. I. Una vez más los textos de la Misa de hoy nos vuelven a hablar de la misericordia divina. Es lógico que se repita tanto esta inefable realidad, porque la misericordia de Dios es una fuente inagotable de esperanza y porque nosotros estamos muy necesitados de la clemencia divina. Todos necesitamos que se nos recuerde muchas veces que el Señor es clemente y misericordioso. En la Primera lectura1, el Libro de la Sabiduría nos hace presente hoy esta bondad y cuidado amoroso de Dios sobre toda la creación y especialmente por el hombre: ¿cómo subsistirían las cosas si Tú no lo hubieses querido? ¿Cómo conservarían su existencia, si Tú no las hubieses llamado? Pero a todos perdonas, porque son tuyos, Señor, amigo de la vida. En todas las cosas está tu soplo incorruptible. Por eso corriges poco a poco a los que caen; a los que pecan les recuerdas su pecado, para que se conviertan y crean en Ti, Señor. El Evangelio2 nos habla del encuentro misericordioso de Jesús con Zaqueo. El Señor pasa por Jericó, camino de Jerusalén. A la entrada de la ciudad ha tenido lugar la curación de un mendigo ciego que logró con su fe y su insistencia llegar hasta Jesús, a pesar de la multitud y de los que pretendían que callara. Ahora, dentro ya de esta ciudad importante, la multitud debía de llenar la calle por donde pasaba el Maestro. Allí se encuentra también un hombre, que era jefe de publicanos y rico, bien conocido por el cargo en Jericó. Los publicanos eran recaudadores de impuestos. Roma no tenía funcionarios propios para este oficio, sino que lo encargaba a determinadas personas del país respectivo. Estas podían tener –como Zaqueo– empleados subalternos. La cantidad del impuesto la tasaba la autoridad romana; los publicanos cobraban una sobretasa, de la cual vivían. Esto se prestaba a arbitrariedades, y por esto se ganaban fácilmente la hostilidad de la población. En el caso de los judíos, se añadía la nota infamante de expoliar al pueblo elegido en favor de los gentiles3. San Lucas nos dice que Zaqueo intentaba ver a Jesús para conocerle, pero no podía a causa de la muchedumbre, porque era pequeño de estatura. Pero su deseo es eficaz; para conseguir su propósito se mezcla primero con la multitud y luego, dejando a un lado los respetos humanos, lo que pudieran pensar las gentes por su actitud, adelantándose corriendo, subió a un sicómoro, para verle, porque iba a pasar por allí. Nada le importa lo que pudieran pensar las gentes al ver a un hombre de su posición correr primero y subir después a un árbol. Es esta una formidable lección para nosotros que, por encima de todo, queremos ver a Jesús y permanecer con Él. Pero debemos examinar hoy la sinceridad y el vigor de estos deseos: ¿Quiero yo ver a Jesús? –preguntaba el Papa Juan Pablo II al comentar este pasaje del Evangelio–, ¿hago todo lo posible para poder verlo? Este problema, después de dos mil años, es tan actual como entonces, cuando Jesús atravesaba las ciudades y poblados de su tierra. Y es actual para cada uno personalmente: ¿verdaderamente quiero contemplarlo, o quizá evito el encuentro con Él? ¿Prefiero no verlo o que Él no me vea? Y si ya le vislumbro de algún modo, ¿prefiero entonces verlo de lejos, no acercándome mucho, no poniéndome ante sus ojos para no llamar la atención demasiado..., para no tener que aceptar toda la verdad que hay en Él, que proviene de Él, de Cristo?4. II. Cualquier esfuerzo que hagamos por acercarnos a Cristo es largamente recompensado. Cuando Jesús llegó al lugar, levantando la vista, le dijo: Zaqueo, baja pronto, porque conviene que hoy me hospede en tu casa. ¡Qué inmensa alegría! Él, que se contentaba con verlo desde el árbol, se encuentra con que Jesús le llama por su nombre, como a un viejo amigo, y, con la misma confianza, se invita en su casa. “Quien tenía por grande e inefable el verle pasar –comenta San Agustín–, mereció inmediatamente tenerlo en casa”5. El Maestro, que había leído en su corazón la sinceridad de sus deseos, no quiere dejar pasar esta ocasión. Zaqueo “descubre que es amado personalmente por Aquel que se presenta como el Mesías esperado, se siente tocado en lo más profundo de su espíritu y abre su corazón”6. Enseguida quiere estar cerca del Maestro: Bajó rápido y lo recibió con gozo. Experimentó la alegría singular de todo aquel que se encuentra con Jesús. Zaqueo tiene al Maestro, y con Él lo tiene todo. “No se asusta de que la acogida de Cristo en la propia casa pudiese amenazar, por ejemplo, su carrera profesional, o hacerle difícil algunas acciones, ligadas con su actividad de jefe de publicanos”7. Por el contrario, muestra con obras la sinceridad de su nueva vida; se convierte en un discípulo más del Maestro: Señor, doy la mitad de mis bienes a los pobres y si he defraudado a alguien le devolveré cuatro veces más. ¡Va mucho más allá de lo que ordenaba la Ley de Moisés8 en lo referente a la restitución, y además entrega a los pobres la mitad de su fortuna! El encuentro con Cristo nos hace generosos con los demás, nos mueve enseguida a compartir lo que tenemos, mucho o poco, con quien está más necesitado. Zaqueo comprendió que para seguir a Cristo es necesario el más completo desprendimiento. “Dios mío, veo que no te aceptaré como mi Salvador, si no te reconozco al mismo tiempo como Modelo. “—Pues que quisiste ser pobre, dame amor a la Santa Pobreza. Mi propósito, con tu ayuda, es vivir y morir pobre, aunque tenga millones a mi disposición”9. III. Cuando Jesús entró en casa de Zaqueo, muchos comenzaron a murmurar de que se hubiese hospedado en casa de un pecador. Entonces, el Señor pronunció estas consoladoras palabras, unas de las más bellas de todo el Evangelio: Hoy ha llegado la salvación a esta casa, pues también este es hijo de Abrahán; porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido. Es una llamada a la esperanza: si alguna vez el Señor permitiera que atravesáramos una mala época, una mala racha, si nos sintiéramos a oscuras y perdidos, hemos de saber que Jesús, el Buen Pastor, saldrá enseguida a buscarnos. “Elige a un jefe de publicanos: ¿quién desesperará de sí mismo cuando este alcanza la gracia?”, comenta San Ambrosio10. Nunca se olvida de los suyos el Señor. También nos ha de ayudar la figura de Zaqueo para no dar nunca a nadie por perdido o irrecuperable para Dios. Para los habitantes de Jericó, este jefe de publicanos estaba muy lejos de Dios. El Evangelio deja entrever que así era11. Sin embargo, desde que entró en aquella ciudad, Jesús tenía los ojos puestos en él. Por encima de las apariencias, Zaqueo tenía un corazón deseoso de ver al Maestro. Y, como San Lucas muestra enseguida, tenía un alma dispuesta al arrepentimiento, a la reparación y a la generosidad. Así hay muchas gentes a nuestro alrededor, con deseos de ver a Jesús, y esperando que alguno se detenga frente a ellos, los mire con comprensión y los invite a una vida nueva. Nunca debemos perder la esperanza, ni siquiera cuando parece que todo está perdido. La misericordia de Dios es infinita y omnipotente, y supera todos nuestros juicios. Se cuenta de una mujer muy santa un suceso especialmente significativo que dejó una huella profunda en su alma, que muestra muy gráficamente el alcance de la misericordia divina. Un pariente de esta persona puso fin a su vida arrojándose desde un puente al río. La mujer estuvo un tiempo tan desconsolada y entristecida que ni se atrevía a rezar por él. Un día le preguntó el Señor por qué no intercedía por él, como solía hacer por los demás. Esta persona se sorprendió de las palabras de Jesús, y le contestó: “Tú bien sabes que se arrojó desde el puente y acabó con su vida”... Y el Señor le respondió: “No olvides que entre el puente y el agua estaba Yo”. Nunca había dudado esta mujer de la misericordia divina, pero, desde aquel día, su confianza en el Señor no tuvo límites. Y rezó por aquel pariente lejano con particular intensidad y fe. Un suceso muy parecido se cuenta de la vida del Cura de Ars12. Ambos ponen de relieve una misma realidad: siempre que pensamos en la bondad y compasión divina para con sus hijos, nos quedamos cortos. No dudemos nosotros nunca del Señor, de su bondad y de su amor por los hombres, por muy difíciles o extremas que sean las situaciones en que nos encontremos nosotros o aquellas personas que queremos llevar hasta Jesús. Su misericordia es siempre más grande que nuestros pobres juicios. 1 Sab 11, 25-26; 12, 1-2. — 2 Lc 19, 1-10. — 3 Cfr. Sagrada Biblia, Santos Evangelios, EUNSA, Pamplona 1983, nota a Mt 5, 46. — 4 Cfr. Juan Pablo II, Homilía 2-XI-1980. — 5 San Agustín, Sermón 174, 6. — 6 Juan Pablo II, Homilía 5-XI-1989. — 7 ídem, Homilía 2-XI-1980. — 8 Ex 21, 37 ss. — 9 San Josemaría Escrivá, Forja, n. 46. — 10 San Ambrosio, Comentario al Evangelio de San Lucas, in loc. — 11 Cfr. vv. 7-10. — 12 F. Trochu, El Cura de Ars, Palabra, Madrid 1984, p. 619. ___________________________________________________________________________________________ † Santoral (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en iesvs.org) San Martín de Porres Año 1639 Dijo Jesús: Todo el que se humilla será enaltecido. En Sudamérica es muy popular San Martín de Porres y hasta se han filmado hermosas películas acerca de su vida y milagros. Es un santo muy simpático y milagroso. Nació en Lima, Perú, hijo de un blanco español y de una negra africana. Por el color de su piel, su padre no lo quiso reconocer y en la partida de bautismo figura como de padre desconocido. Su infancia no fue demasiado feliz, pues por ser mulato (mitad blanco y mitad negro, pero más negro que blanco) era despreciado en la sociedad. Aprendió muy bien los oficios de peluquero y de enfermero, y aprovechaba sus dos profesiones para hacer muchos favores gratuitamente a los más pobres. A los 15 años pidió ser admitido en la comunidad de Padres Dominicos. Como a los mulatos les tenían mucha desconfianza, fue admitido solamente como donado, o sea un servicial de la comunidad. Así vivió 9 años, practicando los oficios más humildes y siendo el último de todos. Al fin fue admitido como hermano religioso en la comunidad y le dieron el oficio de peluquero y de enfermero. Y entonces sí que empezó a hacer obras de caridad a manos llenas. Los frailes se quejaban de que Fray Martín quería hacer del convento un hospital, porque a todo enfermo que encontraba lo socorría y hasta llevaba a algunos más graves y pestilentes a recostarlos en su propia cama cuando no tenía más donde se los recibieran. Con la ayuda de varios ricos de la ciudad fundó el Asilo de Santa Cruz para reunir a todos los vagos, huérfanos y limosneros y ayudarles a salir de su penosa situación. Aunque él trataba de ocultarse, sin embargo su fama de santo crecía día por día. Lo consultaban hasta altas personalidades. Muchos enfermos lo primero que pedían cuando se sentían graves era: Que venga el santo hermano Martín. Y él nunca negaba un favor a quien podía hacerlo. Pasaba la mitad de la noche rezando. A un crucifijo grande que había en su convento iba y le contaba sus penas y sus problemas, y ante el Santísimo Sacramento y arrodillado ante la imagen de la Virgen María pasaba largos tiempos rezando con fervor. Sin moverse de Lima, fue visto sin embargo en China y en Japón animando a los misioneros que estaban desanimados. Sin que saliera del convento lo veían llegar junto a la cama de ciertos moribundos a consolarlos. A los ratones que invadían la sacristía los invitaba a irse a la huerta y lo seguían en fila muy obedientes. En una misma cacerola hacía comer al mismo tiempo a un gato, un perro y varios ratones. Llegaron los enemigos a su habitación a hacerle daño y él pidió a Dios que lo volviera invisible y los otros no lo vieron. Cuando oraba con mucha devoción se levantaba por los aires y no veía ni escuchaba a la gente. A veces el mismo virrey que iba a consultarle (siendo Martín tan de pocos estudios) tenía que aguardar un buen rato en la puerta de su habitación, esperando a que terminara su éxtasis. En ocasiones salía del convento a atender a un enfermo grave, y volvía luego a entrar sin tener llave de la puerta y sin que nadie le abriera. Preguntado cómo lo hacía, respondía: Yo tengo mis modos de entrar y salir. El Arzobispo se enfermó gravemente y mandó llamar al hermano Martín para que le consiguiera la curación para sus graves dolores. Él le dijo: ¿Cómo se le ocurre a su excelencia invitar a un pobre mulato? Pero luego le colocó la mano sobre el sitio donde sufría los fuertes dolores, rezó con fe, y el arzobispo se mejoró en seguida. Recogía limosnas en cantidades asombrosas y repartía todo lo que recogía. Miles de menesterosos llegaban a pedirle ayuda. A los 60 años, después de haber pasado 45 años en la comunidad, mientras le rezaban el Credo y besando un crucifijo, murió el 3 de noviembre de 1639. Toda la ciudad acudió a su entierro y los milagros empezaron a obtenerse a montones por su intercesión. Recomendamos películas sobre su vida: 01:34:24 San Martin de Porres tearlach 03/08/2012 04:01:10 San Martin de Porres … Esta pelicula es del Santo negrito, San Martin dePorres al cual le tengo tanto cariño al igual que a … Dios un dia la canonizaran y hoy dia puedo decir Santa Bakhita estas historias tan bellas y … gloria.tv/?media=180775 24:31 San Martín de Porres - Dibujos Animados José Luis rh 04/03/2012 12:46:34 San Martín de Porres - Dibujos Animados … San Martín de Porres 01:29:07 Película San Martín de Porres 1974 (Un mulato llamado Martín) UnCatolico 20/11/2012 15:31:03 Película San Martín de Porres 1974 (Un mulato llamado Martín) … Esta es la hermosa historia de Martin de Porres, un humilde mulato peruano, hijo de una desciente … de africanos con un noble español. La vida de Martín es simple y peculiarmente orientada a la … 01:38:35 Fray Escoba (Calidad DVD) UnCatolico 13/01/2013 03:05:55 … de esta película que trata de la vida de San Martín de Porres. Hermosa y con una gran enseñanza de … No se la pierdan. La vida de San Martín de Porres nos enseña: -A servir a los demás, a los necesitados. San Martín no se cansó de atender a los pobres y enfermos y … 01:40:50 St. Martín de Porres (Eng./Sp.) Irapuato 26/10/2013 10:26:19 St. Martin de Porres (Eng./Sp.) … St. Martín de Porres (Eng./Sp.) … St.Martín de Porres (Eng./Sp.) ___________________________________________________________________________________________ Silvia Santa Madre de San Gregorio Magno, Noviembre 3 Silvia Santa Madre de San Gregorio Magno Noviembre 3 Cómo todas las mujeres que estan esperando un hijo, Silvia estaba esperando el gran evento, grande por el milagro de los hombres y grande por la gracia de Dios. ¿Qué es lo que sabemos acerca de Santa Silvia?. Que ella fue madre de Gregorio Magno, Papa y doctor de la Iglesia. ¿No somos nosotros una reflejo de nuestros padres y de su pensamiento? ¿Qué tan seguido he sentido el vibrar de un eco distante?, ¿o algunas llamadas de tiempos pasados?¿o sentido en la profundidad de mis huesos las pisadas de un ancestro Celta? ¿o el llanto de un jinete de Mongolia?, como si toda mi vida fuera hecha por fragmentos de vidas que vivieron miles de años atrás. Un hombre es lo que trae al mundo ¿Racine? el autor de Andromaque o Silvia, la madre de San Gregorio. ¡Que emoción el sentir germinar los trabajos misteriosos del universo! Ayer apenas era una niña, pero ahora ya es una líder en la etapa de la vida. Ayer, el amor joven y encantador, dulces simplezas, días sin cuidado, y de repente ”cruzando la línea” y entrando en otro mundo algo desconocido, como un pájaro en islas extrañas, como la sombra de una palmera en el desierto, todo un nuevo sentido de vida, un baile misterioso, un nuevo vino... una sensación en el vientre, un hijo en la carne. Sostener a un hijo como Dios sostiene a la humanidad. En su vientre y en su mente, Silvia siente responsabilidad por su hijo. No solo su misión es dar a luz a un hijo, sino componer toda la vida de aquel hombre: su cuerpo y alma, ¿si la madre da a luz al cuerpo, no podrá también influenciar el alma? Ella sueña con él mientras lo amamanta, le da forma con todos los deseos de su cuerpo y con las bellezas de su alma. Y así por nueve meses Silvia esperó y planeó con ilusión. El bebé tiene que ser un niño, no cabe duda a cerca de eso le decía a toda su familia, ese era el hijo que ella sentía. Ella ya lo ha visto: una visión, un positivo, visión creativa. ¿Acaso el será un senador, como su padre Gordián? , ¿un cónsul,o el emperador?. ¿Será el Papa? o ¿un santo?. No hay límite para la imaginación de una mamá. Todo esto pasó en Roma en el 540 d.C. Vigiluu fue Papa y Vetegis fue emperador pero ¿quien sabe algo de ellos?. Era un mundo todavía en transición. En un lado eran invasiones, en el otro eran herejías. El niño hizo sus estudios muy brillantemente. El recibió una fina educación latina que le sirvió para gobernar hombres y defender dogmas. Ella por fin lo vio usando la toga tricolor de un pretor romano. Pero, ¿qué importancia tiene la toga de un hombre comparada con la toga que usan los hombres de Dios? De pronto Gregorio renunció a todas sus responsabilidades y bienestar y se convirtió en un monje. Las seis villas que tenía en Sicilia las convirtió en seis monasterios. El tenía 35 años de edad,y Silvia sintió en su cuerpo que toda la estructura delicada de la historia estaba temblando. Hubo una plaga y el Papa murió. Silvia decidió que el siguiente Papa tendría que ser Gregorio. El se negó en vano, escapó de Roma en una canasta de mimbre, se escondió en los bosques y pantanos de Pontine. Al final del curso fue encontrado – o descubierto— y con gran regocijo traído a la iglesia, en sept. 3 del 590, se consagró para Papa. Gregorio era Papa y Silvia había sido su profeta. El estaba para hacer un pontificado heróico. Los Lombardos, que estaban devastando Italia, tenían que ser vigilados y el emperador en Constantinopla tenía que ser enfrentado. Gregorio escribió muchos trabajos (principalmente los morales), reformó la Iglesia, trajo a los Visigodos Arios de regreso a la verdadera fe, y evangelizó Alemania. El fue el que inventó la frase: Servidora de los servidores de Dios. Su victoria mas característica fue la de extinguir la herejía de Eutyche), el patriarca de Constantinopla, que afirmó que la resurrección del cuerpo sería en una forma delicada, en una carne etérea. Gregorio replicó de que resucitaremos en cuerpo y sangre, literalmente palpable como fue el cuerpo de Cristo para el apóstol Tomás. “Yo debo de ser vestido con mi carne de nuevo” dice el libro de Job, y en la Última Cena Jesús dijo: “Este es mi cuerpo.” Uno de los aspectos mas movedores de la fe Católica es la dominación del cuerpo, semi-incorruptible y eterno. Cuando Gregorio ya era Papa, Silvia ya había entrado al convento y su esposo ya se había convertido en sacerdote simultáneamente. Arriba de su casa en Colina de Coelian en Roma construyeron una capilla en su honor. Murió en el 572 d.C. ___________________________________________________________________________________________ Silvia de Constantinopla, Santa Biografía, 3 Noviembre Noviembre 3 Etimológicamente significa “habitante de la selva, señora de los bosques”. Viene de la lengua latina. Cuando el creyente es bien educado en la familia, normalmente continúa bien a lo largo de su vida. En el seno familiar se aprende y se empieza a vivir el tesoro del amor. He aquí una señora en todo el mejor sentido de la palabra. Hay sobre ella una leyenda que le atribuye que fue la madre de los gemelos Rómulo y Remo. Pero la realidad es que murió en el año 420. Los martirologios orientales la recuerdan como la hermana de Rufino, gobernador de la ciudad. Tanta era su virtud que todo el mundo en Constantinopla la conocía por su santidad y su forma de ayudar a que los demás vivieran la edificación perfecta de sus personas en el misterio de Dios. Dicen que era la chica más inteligente del siglo y la más valiente en defender la ortodoxia contra las nacientes herejías. ___________________________________________________________________________________________ Gwenfrewi o Winfred de Gales, Santa Virgen y Mártir, 3 Noviembre Gwenfrewi o Winfred de Gales, Santa Noviembre 3 Jesús dice: “Orad por vuestros enemigos y orad por los que os persiguen para poder ser llamados hijos de vuestro Padre que está en el cielo”. El nombre de la patrona de Gales aparece también escrito en forma inglesa Winifred (Winifreda) o con otra forma Guineura. Fue una virgen del siglo VII. La vida de los santos y santas se debe, fundamentalmente, no tanto a los prodigios cuanto a su culto tributado desde la más antigua era cristiana. La vida de esta virgen galesa se escribió en el siglo XII. ¿Qué se sabe de ella? Vivió en Holywell. Como tenía un tío santo, el suyo pasó a un segundo lugar. Se cuenta que vivió – desde que era muy joven – asaltada por un hombre que intentaba seducirla del modo que fuera. Cansado e irritado por no conseguir su objetivo de violarla, cuando iba un día a la iglesia, la siguió. Esta la joven sumida en su intimidad con el Señor mediante la oración, se acercó y le dio muerte. Del lugar en el que cayó su cabeza, nació una fuente. Antes de morir, había sido monja entregada a Dios plenamente. Incluso, debido a sus cualidades y a su santidad, la eligieron abadesa de Holywell. En la Edad Media se propagó su culto por muchos sitios, debido, en parte, a la salida de los galeses de una parte para otra. Tanto Hoywell como Shrewsbury se han convertido en centros de peregrinación. Enrique V mandó que esta peregrinación se hiciera a pie. Eduardo VI hizo lo mismo. ___________________________________________________________________________________________ Fuente: ar.geocities/misa_tridentina04 Simón Ballachi, Beato Dominico, 3 Noviembre Simón Ballachi, Beato Simón Ballachi entró a servir a Dios como hermano lego en el convento de los dominicos de Rímini, su ciudad natal, a los veintiséis años de edad. Como si la humildad de su estado no bastase, Simón se mortificaba aún más al ofrecerse para ejecutar los trabajos más bajos y al disciplinarse con una cadena de hierro. Ofrecía todos sus sufrimientos por la conversión de los pecadores. Se dice que el demonio se le aparecía y le hacía sufrir mucho. Simón estaba encargado del huerto. Tenía predilección por las almas infantiles y solía recorrer las calles con una cruz en la mano, para llamar a los niños al catecismo. A los cincuenta y siete años quedó ciego y así vivió doce más. En los últimos años tuvo que guardar cama. Soportó esas pruebas con valor y alegría. Dios le premió con el don de milagros, y el pueblo le veneró como santo en cuanto murió. Su culto fue confirmado en 1821. ___________________________________________________________________________________________ Fuente: Bibliotheca hagiographica latina Huberto (Humberto) de Mastrique-Tongeren, Santo Obispo, 3 Noviembre Huberto (Humberto) de Mastrique-Tongeren, Santo Nació probablemente en Tolosa del Languedoc, Francia , hacia el 656 o 658; murió el 30 de mayo de 727 o 728, en Tervuren, Bélgica. Es un santo católico, al que se invoca como protector contra la rabia y se le tiene por celestial patrono de los cazadores, matemáticos, ópticos y metalúrgicos. Su fiesta se celebra el día 3 de noviembre. Huberto fue el hijo mayor de Bertrán. Como los nobles merovingios de su tiempo, Huberto practicaba asiduamente la caza. Se trasladó a Metz, donde se casó (682) con Floribana, hija de Dagoberto, Conde de Lovaina. Fue una elección matrimonial conveniente por la importancia de las dos familias. Su hijo Floriberto, como Huberto, llegaría a ser obispo de Lieja. Huberto partió, luego de sentir el llamado del Señor, hacia Mastrique, donde Lamberto era obispo, y a partir de entonces actuó como su director espiritual. Huberto renunció a su rango y derechos de primogenitura en el Ducado de Aquitania en favor de su hermano Eudo, que fue nombrado tutor de Floriberto, el hijo de Huberto y Floribana. Distribuyó a los pobres su riqueza y estudió órdenes sagradas, para ser consagrado presbítero, asistiendo en la administración de la diócesis de Mastrique-Tongeren a San Lamberto. Siguiendo su consejo, partió en romería hasta Roma el año 708, durante su ausencia fue asesinado su obispo y mentor. La hagiografía de Huberto indica que este asesinato fue revelado al Papa con la indicación de designar a Huberto, sucesor de San Lamberto en la diócesis de Mastrique-Tongeren, como así sucedió. Como obispo, trasladó la sede de Mastrique a Lieja, enterró a su predecesor en una basílica construida para honrar su memoria en el lugar mismo del asesinato y sentó las bases para hacer de Lieja una gran ciudad. Ësta tiene hoy a San Lamberto como su santo patrón y a San Huberto es contado como su primer obispo. El obispo Huberto destacó por su sencillez y austeridad, por intensidad de sus oraciones y ayunos y su famosa elocuencia. Evangelizó el área de la Ardenas. Huberto muró en Tervuren, Brabante en 727 o 728 y fue enterrado en Lieja. Sus restos fueron luego exhumados el año 825 y trasladados a la abadía benedictina de Andain, situada en la población que actualmente se llama San Huberto. En los siguientes años hasta el Siglo XVI, en que desaparecieron los restos, su sepulcro fue muy visitado y centro de peregrinación. El nombre y la protección de San Huberto se tomó por algunas Órdenes Militares en el Sglo XV. Felipe IV de España, rey cazador, tenía a San Huberto como protector. En algunos sitios se lo festeja el 13 de Marzo ___________________________________________________________________________________________ Fuente: ar.geocities/misa_tridentina04 Malaquías de Armagh, Santo Obispo, 3 Noviembre Malaquías de Armagh, Santo En el siglo IX empezó Irlanda a experimentar los efectos de las invasiones que habían asolado a otros países. En efecto, los bárbaros conocidos con el nombre genérico de orientales, hicieron incursiones en las regiones costeras, y los daneses establecieron colonias permanentes en Dublín y otras ciudades. Por dondequiera que iban cometían asesinatos, demolían monasterios y quemaban bibliotecas. To do ello debilitó mucho al poder civil; los reyezuelos locales, que luchaban contra el enemigo de fuera y se destruían entre sí, perdieron mucha autoridad. El trato prolongado e inevitable entre los nativos y los opresores de la religión y de la ley trajo consigo una relajación gradual de la fe y las costumbres. Así pues, aunque Irlanda no llegó nunca a caer en el grado de iniquidad que suponían ciertos ingleses y algunos hombres de iglesia extranjeros (incluso San Bernardo), se hallaba sin embargo en un estado lamentable cuando estalló la guerra civil, tras la derrota definitiva de los daneses, en Clonfart (1014). Precisamente en esa época de confusión, del año 1095, nació Malaquías O´More. El niño se educó en Armagh, donde su padre era maestro de escuela. Malaquías era un niño juicioso y piadoso. Después de la muerte de sus padres, se fue a vivir con un ermitaño llamado Eimar. San Celso, arzobispo de Armagh, juzgándole digno del sacerdocio, le ordenó a los veinticinco años. El arzobispo le encargó que predicase la palabra de Dios al pueblo y extirpase las malas costumbres que abundaban en su diócesis. San Bernardo, en su biografía de San Malaquías, dice que éste quemó las ramas y la hojarasca inútil y aplicó el hcha a los árboles de raíz podrida. En una palabra, el santo se entregó a su tarea con gran celo. Sin embargo, temía no conocer suficientemente los cánones eclesiásticos para reformar a fondo la disciplina y el culto, por lo que acudió a San Malco, obispo de Lismore, quien se había educado en Winchester, en Inglaterra, y era famoso por su ciencia y su virtud. San Malco le acogió muy bien, le instruyó en todo lo referente al servicio divino y al bien de las almas y al mismo tiempo, le empleó en los ministerios de su iglesia. Un tío de San Malaquías, que a pesar de ser lego era abad de San Comgall, se había apoderado de las rentas de la gran abadía de Bangor, la cual se hallaba en un estado lamentable. En 1123, el abad renunció a su dominio sobre Bangor, en favor de su sobrino, para que éste restableciese la observancia regular en la abadía. San Malaquías cedió a otra persona las tierras de la abadía, a pesar de las protestas. San Bernardo le alaba por eso, pero hace notar que llevó demasiado lejos su desinterés y su espíritu de pobreza, como lo demostraron después los hechos. Con diez miembros de la comunidad de Eimar, San Malaquías construyó la abadía, empleando madera, como se acostumbraba en Irlanda. La gobernó durante un año. Era una regla viviente, un espejo brillante, un libro en el que todos podían aprender los preceptos de la verdadera vida religiosa. La fama del santo aumentó con los milagros que obró. San Bernardo refiere algunos. A los treinta años de edad, San Malaquías fue elegido obispo de Connor. Los cristianos de su diócesis apenas lo eran más que de nombre, pues los daneses habían dominado ahí largo tiempo. El santo hizo cuanto pudo por convertir en corderos a aquellos lobos. El y sus monjes predicaron con energía apostólica, uniendo la severidad a la dulzura. Cuando las gentes no acudían a la iglesia a oírle predicar, San Malaquías iba a buscarles en sus casas. Así consiguió sembrar la bondad y piedad en algunos de los más duros, restableció el uso frecuente de los sacramentos, pobló la diócesis de pastores celosos y volvió a instituir la celebración regular de las horas canónicas, pues desde las invasiones de los daneses habían caído en desuso aun en las ciudades. En esa tarea le sirvieron los conocimientos de música sacra que había adquirido en su juventud. Pero en 1127, un reyezuelo del norte devastó Andrim y Down y expulsó a la comunidad de Bangor, donde vivía San Malaquías. El santo se retiró entonces con algunos de sus monjes a Lismore y después a Iveragh, en Kerry, donde organizó nuevamente la vida monástica. En 1129, murió San Celso de Armagh. La sede metropolitana había estado en manos de su familia durante varias generaciones. Para romper esa nociva costumbre San Celso ordenó en su lecho de muerte que su sucesor fuese Malaquías, a quien envió su báculo pastoral. Sin embargo, los parientes de San Celso instalaron en la sede a su primo Murtagh y, durante tres años, San Malaquías no intentó apoderarse de la diócesis. Finalmente, se dejó convencer por el legado pontificio Gilberto de Limerick, por San Malco y algunos otros y, protestando que renunciaría al gobierno de la sede en cuanto hubiese restituido el orden, se trasladó de I veragh a Armagh. Hizo cuanto pudo por tomar en sus manos el gobierno de su diócesis; sin embargo, para evitar los desórdenes y el derramamiento de sangre, no intentó entrar en la cabecera de la diócesis ni apoderarse de la catedral. Murtagh murió en 1134, no sin haber nombrado por sucesor a Niall, hermano de San Celso. Ambos bandos estaban armados, y San Malaquías determinó hacerse entronizar en su catedral. Los partidarios de Niall se presentaron de improviso en una reunión de los partidarios de San Malaquías, pero fueron dispersados por una tempestad tan violenta, que doce hombres murieron calcinados por el rayo. San Malaquías consiguió tomar posesión de su diócesis. Sin embargo, la paz no reinaba en ella, pues Niall se había llevado de Armagh dos reliquias muy veneradas, y el pueblo consideraba como legítilmo arzobispo a quien las tenía en su poder. Consistían en un libro (probablemente el Libro de Armagh) y una cruz pastoral llamada el báculo de Jesús: el pueblo creía que ambas habían pertenecido a San Patricio. Esto explica por qué muchos eran partidarios de Niall y perseguían violentamente a Malaquías. Uno de ellos invitó al santo a una conferencia para asesinarle. San Malaquías, contra el parecer de sus amigos, acudió a la reunión, dispuesto a sufrir el martirio por la paz; pero su valor y tranquila dignidad desarmaron a sus enemigos, y se firmó la paz. Sin embargo, San Malaquías tuvo que conservar su guardia de corps hasta que recuperó el báculo y el libro y fue reconocido como arzobispo por todo el pueblo. Habiendo roto así la tradición de la sucesión hereditaria y restablecido la disciplina y la paz en la sede, insistió en renunciar a la dignidad archiepiscopal y consagró por sucesor suyo a Gelasio, abad de Derry. En 1137 regresó a su antigua sede. San Malaquías dividió su diócesis, consagró a un nuevo obispo para Connor y se reservó para sí la región de Down. Ya sea en Downpatrick, o más probable mente en las ruinas del monasterio de Bangor, estableció una comunidad de canónigos regulares, con quienes vivía siempre que se lo permitían sus actividades pastorales. Dos años después, emprendió un viaje a Roma para informar a la Santa Sede de todo lo que había hecho. Entre otras cosas quería conseguir el palio para los arzobispos de Armagh y de otra sede metropolitana que San Celso había establecido en Cashel. San Malaquías desembarcó en Inglaterra y se trasladó a York, donde conoció a Waltheof de Kirkham, quien le regaló un caballo. Después pasó a Francia, atravesó la Borgoña y llegó a la abadía de Claraval Ahí conoció a San Bernardo, quien se convirtió en fiel amigo, fue admirador suyo y, más tarde, escribió su biografía. Malaquías quedó tan edificado por el espíritu de los cistercienses, que concibió el deseo de compartir su vida de penitencia y contemplación y acabar ahí sus días. En Ivrea del Piamonte restituyó la salud al hijo de su huésped, que estaba al borde de la muerte. El Papa Inocencio II se negó a aceptar la renuncia del santo, aprobó cuanto había hecho en Irlanda, le nombró legado suyo en ese país y prometió que concedería los palios, si se le pedían oficialmente. En el viaje de regreso, San Malaquías volvió a pasar por Claraval, donde, como dice San Bernardo, nos bendijo por segunda vez. Como no podía quedarse con aquellos siervos de Dios, San Malaquías dejó ahí a cuatro de sus compañeros, quienes, en 1142, volvieron a Irlanda con el hábito del Cister e instituyeron la abadía de Mellifont, de la que se originaron muchas otras. San Malaquías volvió a su patria por Escocia, donde el rey David le rogó que curase a su hijo, quien estaba muy enfermo. El santo dijo al príncipe: Ten buen ánimo. No morirás de esta enfermedad. En seguida le roció con agua bendita. Al día siguiente, Enrique estaba completamente curado. En 1148, los obispos y el clero reunidos en un sínodo en Inishpatrick, cerca de Skerries, resolvieron pedir oficialmente a Roma el palio para los dos metropolitanos. San Malaquías fue comisionado para entrevistarse con el Papa Eugenio III, quien se hallaba entonces en Francia. Pero la suspicacia política del rey Esteban retrasó al santo en Inglaterra y, cuando él llegó a Francia, el Papa ya había partido para Roma. Así pues, San Malaquías pudoir a Claraval, donde San Bernardo y sus monjes le acogieron gozosamente. Después de la celebración de la misa de la fiesta de San Lucas, San Malaquías se sintió enfermo y hubo de guardar cama. Los monjes le atendieron solícitamente, pero el santo les dijo que todo era inútil, pues iba a morir de aquélla enfermedad. Además, insistió en bajar a la iglesia a recibir los últimos sacrametos, y rogó a los monjes que siguiesen orando por él después de su muerte. También les encomendó que pidiesen por las almas de todos sus feligreses y él prometió, por su parte, no olvidarlos ante Dios. San Malaquías murió el día de difuntos de 1148, en brazos de San Bernardo, y fue sepultado en Claraval. En su segundo sermón sobre San Malaquías, San Bernardo decía a sus monjes: Quiera él proteger con sus méritos a aquellos a quienes instruyó con su ejemplo y confirmó con sus milagros. Además, San Benardo tuvo la audacia de cantar, en la misa de cuerpo presente, la postcomunión de la misa de un obispo confesor. El Papa Clemente III confirmó, en 1190, aquella canonización de un santo por otro santo. San Malaquías fue el primer irlandés canonizado por un Papa. Los cistercienses, los canónigos regulares y todas las diócesis de Irlanda celebran su fiesta. San Malaquías hizo por la unificación de la Iglesia en Irlanda lo que San Teodoro había hecho 500 años antes, por la de Inglaterra. Nuestro artículo sobre San Malaquías quedaría incompleto, si no hiciésemos mención de las profecías sobre los Papas, que se le atribuyen. Consisten en la atribución de ciertos rasgos y características a los Papas, desde Celestino II (1143-1144) Benedicto XVI y, luego de un período de cataclismos apocalípticos, Pedro el Romano. Las profecías están formuladas como lemas o títulos simbólicos. El que las reveló al mundo fue Dom Arnoldo de Wyon, O.S.B., en 1595. El benedictino las atribuyó a San Malaquías, pero sin explicar por cuáles razones y sin decir siquiera dónde las había encontrado. Un jesuita del siglo XVII sostuvo que habían sido inventadas por un partidario del cardenal Simoncelli, durante el cónclave de 1590, pero, en 1871, el P. Cucherat escribió un libro en el que afirmaba que las profecías habían sido reveladas en Roma a San Malaquías, el cual las comunicó por escrito a Inocencio II. Las profecías habían quedado olvidadas en los archivos pontificios durante 450 años, hasta que las descubrió Dom de Wyon. Un examen que los lemas que caracterizan a los Papas hasta Gregorio XIV (1590), son muy precisos (con frecuentes alusiones a los apellidos italianos) y se cumplieron a la letra. Los lemas de los siguientes Pontífices son vagos. El lema de Pío XII era Pastor Angelicus (Pastor angélico), algo bastante común; en cambio el de San Pío V era Ángel del bosque y el de Benedicto XIV Animal rústico. ___________________________________________________________________________________________ Fuente: Archidiócesis de Madrid Manuel Lozano Garrido (Lolo), Beato Laico, 3 de noviembre Manuel Lozano Garrido (Lolo), Beato Laico En Linares (España), Beaato Manuel Lozano Garrido, laico.(† 1971) Fecha de beatificación: 12 de junio de 2010 durante el pontificado de S.S. Benedicto XVI. Nació en Linares (Jaén) el 9 de agosto de 1920. En el año 1931 inició sus estudios de Bachillerato e ingresó como socio Junior en el recién creado centro de Jóvenes de Acción Católica. Aquellos años fueron para Lolo algo así como una prolongada vigilia, en la que los tres pilares “piedad, estudio y acción” fueron las armas que le prepararon para la gran prueba. En el Centro de Juventud fe Acción Católica fue incluido en un grupo de futuros dirigentes. Era consciente del riesgo que suponían en los tiempos azarosos de la guerra civil sus actividades, en especial la distribución de la Eucaristía a los enfermos. El 13 de febrero de 1938 fue encarcelado durante tres meses. Ya antes de terminar la guerra aparecen los síntomas de una enfermedad reumática que le iría impidiendo progresivamente los movimientos. Tras acabar la guerra retoma sus estudios y su actividad apostólica. En 1939 fue nombrado vicesecretario general de su Centro de Juventud de Acción Católica. Comienza a colaborar en unas emisiones de radio. El avance lento pero progresivo de su enfermedad no le impidió ejercer una intensa actividad intelectual y literaria: dirigió la revista “cruzada, publicó varios libros (El primero “El sillón de ruedas” en 1961) y artículos. Era consciente de que su misión era dar testimonio de que sus dolores y sufrimientos podían ser soportables. Escribió sobre su amor a la Virgen, sobre la oración y la Eucaristía. Vivió con gozo la convocatoria del Concilio Vaticano II. El 3 de noviembre de 1971 entregó su alma a Dios.
Posted on: Sun, 03 Nov 2013 14:20:43 +0000

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