Más temprano que ayer, para los que lo esperaban, aquí está, y - TopicsExpress



          

Más temprano que ayer, para los que lo esperaban, aquí está, y llegó, con un cordial saludo... Granito de Arenas / Braceros Desde que me acuerdo –y de eso hace mucho-, los mexicanos quieren ir a trabajar, y si es posible a residir permanentemente, y si de pedir se trata de una vez obtener la nacionalidad en Estados Unidos, pero los de América. Y ese deseo se extiende y se multiplica pues no son sólo mexicanos sino de otras nacionalidades los miles de personas que lo intentan, al menos. En ese intento han muerto muchísimas personas: hombres y mujeres, jóvenes y viejos y aun niños. En un intento, quizá fallido, de recuperar el rumbo de su administración que ha extraviado la ruta en distintos rubros, el presidente Obama declaró recientemente que es, según dijo, inminente la firma del acuerdo que regularizaría la situación de millones de inmigrantes que habitan ilegalmente en el territorio norteamericano, algunos a salto de mata, huyendo de las autoridades migratorias y cuyos derechos no son sólo no respetados, sino ni siquiera reconocidos. Desde este lado, las cosas se ven de otro modo, pues como se ha dicho hasta la saciedad, con un acuerdo laboral que permita el ingreso de quienes sólo pretenden obtener un empleo o una simple chamba, pero remunerada en dólares, para trabajar aquello que los locales no tienen intención de hacer por considerarlo indigno, impropio o demasiado pesado, todo podría funcionar sin contratiempos. De hecho, no podemos negarlo, así ocurre, tal cual ha sido demostrado mediante películas, videos, reportajes, fotos y otros medios, por los cuales nos consta que si se trata de esas tareas que los norteamericanos se resisten a realizar, los braceros –no sólo mexicanos, como ya se dijo-, se aprestan a ello sin chistar. Por el dinero. Esta mañana, un querido amigo me refirió que acompañando a su hermano mayor en sus últimos días de vida en un hospital de California, tuvo ocasión de conversar con muchas enfermeras. Me dijo que prácticamente todas son de origen asiático: chinas, filipinas, vietnamitas, japonesas y otras. Eso llamó su atención y a algunas de ellas las inquirió acerca de su presencia, o mejor, a propósito de la ausencia de enfermeras norteamericanas, que casi no había. Las dos razones que le dijeron son motivo de esa situación, son que las locales no tienen el sentido del servicio a los demás; y la segunda, que sufren ante el sufrimiento. Le dije lo que pienso en cuanto a esta última: sólo una vez han sabido los norteamericanos lo que es sufrir un ataque en su territorio: el 11 de septiembre del 2001, a diferencia de los países asiáticos, donde en casi todos los citados ha habido guerras. Le referí que, según sé, una de las poquísimas profesiones que tienen demanda en ese país y que no tienen reparos para su contratación legal, es precisamente la de enfermería, siempre y cuando hablen inglés y que seguramente habría visto también enfermeras mexicanas en ese hospital. No, me dijo, no había enfermeras mexicanas, sólo había afanadoras. Pregunto al rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, una de cuyas facultades es precisamente la de enfermería: ¿sería oportuno y conveniente firmar convenios con hospitales norteamericanos para que los enfermeros egresados de esa institución aseguren una posición digna y bien pagada? Gracias por su tiempo y atención PP Arenas
Posted on: Tue, 29 Oct 2013 03:30:29 +0000

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