Necromancia (del griego necrós, ‘cadáver’, y manteía, - TopicsExpress



          

Necromancia (del griego necrós, ‘cadáver’, y manteía, ‘adivinación’), una de las artes adivinatorias por la que se evoca a los muertos para obtener de ellos revelaciones sobre el futuro. También denominada nigromancia (alteración por el influjo del latín niger, ‘negro’, que proviene de ‘magia negra’), en un sentido más amplio se suele aplicar como sinónimo de magia encanto o conjuro. Si se circunscribe sólo al dominio del ocultismo y del esoterismo, data de los albores de la antigüedad, cuando compartía popularidad con la magia, la astrología y la teúrgia o comunicación con las divinidades. Con el advenimiento del cristianismo se separaron la religión y las formas adivinatorias, por lo que éstas pasaron a ser ocultas o esotéricas. Históricamente fue muy utilizada como por ejemplo: Es un arte adivinatorio que se usa desde tiempos remotos, y de hecho se piensa que ha sido uno de los medios mas antiguos para tratar de resolver cuestiones del futuro. La necromancia fue la adivinación de algunos pueblos como la Persia (persa), Esta adivinación es a menudo comparada con shamanismo, porque los shamanes también invocan espíritus, particularmente los de sus antepasados. Es evidente que en el vudú, la necromancia es muy utilizada. La necromancia siempre fascinó, muy a menudo se temió y se vio como un pacto con el diablo, y pues se condenó por ciertas religiones, o a veces se utilizó por pueblos, o se adoró por hombres; esta adivinación atraviesa las épocas. Los griegos, fundamentalmente los tesalienses, esparcían sangre tibia sobre un cadáver para conocer cosas sobre su futuro. Primero, aconsejados por un hechicero, hacían una expiación antes de comenzar la ceremonia, y también dedicaban algunos sacrificios al fallecido, ya que se creía que si no se realizaban estos preámbulos, el difunto no atendería a las preguntas. Una vez realizado esto, los consultantes esparcían sangre tibia sobre el cadáver y a partir de esto ya interpretaban el futuro. La forma de practicar la necromancia por parte de los romanos era algo diferente. Desenterraban un cadáver, realizaban una ceremonia alrededor de el, invocaban a su espíritu para despertarlo y empezaban a realizar las preguntas sobre cuestiones futuras. También el pueblo asirio practicaba este tipo de mancia, así como los antiguos judíos. En este caso, le torcían el cuello a un cabrito hasta matarlo. Entonces le cortaban la cabeza, le echaban abundante sal y lo embalsamaban. Con posterioridad, en una lamina de oro, era grabado el nombre del espíritu para quien iba dedicado el sacrificio. Ya finalmente colocaban la cabeza del animal sobre la pieza de oro, y rodeándola de cirios, adoraban la cabeza como si de un ídolo se tratara, para hacer que les contestara. Los indígenas americanos de la costa este de Norteamérica también practicaron la necromancia. Se cree que fue así cuando el jefe de una tribu india murió y otra tribu enemiga robo el cuerpo pocas horas después del fallecimiento. Los indios dibujaron un círculo en la tierra, colocaron el cuerpo del jefe encima y empezaron a preguntar acerca de las posibilidades de caza -muy escasas en esas fechas- y sobre el futuro de la tribu en general. El fundamento de la necromancia es que la muerte es capaz de ver el futuro, y al realizar su práctica, se le conjura para que describa lo que ve. Sus armas para adivinar no se basan en materiales mundanos, como piedras, nubes o huesos. En realidad se basa en descensos al otro mundo y rituales y visitas de fallecidos.
Posted on: Thu, 08 Aug 2013 04:00:41 +0000

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