PS. PAVEL GAMARRA La santidad, que es el principal atributo de - TopicsExpress



          

PS. PAVEL GAMARRA La santidad, que es el principal atributo de Dios, es un término positivo e indica que El es incapaz de pecar. El hombre, dado que fue hecho a la imagen de Dios, tenía una personalidad completa y la capacidad moral de tomar decisiones. En contraste con Dios quien no puede pecar, tanto los hombres como los ángeles podían pecar popr su libre albedrio que tenian. Satanás pecó (Is. 14: 12-14; Ez. 28:15), y tras él fueron otros ángeles, de quienes se ha escrito que no guardaron su original estado (Jud. 6, ). Debido al hecho de que Satanás y los ángeles caídos pecaron primero, el hombre no originó el pecado, pero se convirtió en un pecador debido a la influencia satánica (Gn. 3:4-7). El relato de cómo pecaron Adán y Eva está revelado en Génesis 3:1-6. De acuerdo a esto, Satanás apareció en la forma de una serpiente. Serpiente en el original Hebreo es Nashay y significa: Ser espiritual resplandeciente inteligente. Dios había dado a Adán y Eva una prohibición: ellos no deberían comer del árbol del conocimiento del bien y del mal. De acuerdo a Génesis 2: 17, Dios dijo: Mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás. Esta prohibición relativamente simple era una prueba para ver si Adán y Eva obedecerían a Dios. Porque eran seres espirituales y podian conversar con Dios directamente. Asi tambien los Ben-Elohim, osea los ángeles y satanas era un Querubien protector de la santidad de Dios y el que dirigia el coro en el Cielo, seres que vivian tan cerca de Dios, porque eran seres espirituales, por eso Dios, no los perdono. Asi mismo sucedio cuando el primer hombre peco, perdio el conocimiento de Dios y se conviertio en un ser Almático. Como esta escrito en 1 CORINTIOS 15:45-47. "Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante... El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo". Adán después de la caída. Cuando Adán y Eva pecaron perdieron su bendito estado en el cual ambos habían sido creados y vinieron a ser objeto de varios cambios trascendentales. 1. El hombre cayó bajo el dominio de la muerte espiritual y física. Dios había dicho: «Porque el día que de él comieres, ciertamente morirás» (Gn. 2:17); y esta divina sentencia se cumplió. Adán y Eva sufrieron inmediatamente la muerte espiritual, que significa separación de Dios. Y a su debido tiempo sufrieron también el castigo de la muerte física, que significa el acto por el cual el alma se separa del cuerpo. 2. El juicio de Dios también cayó sobre Satanás, y la serpiente fue condenada a arrastrarse en el suelo (Gn. 3:14) La lucha entre Dios y Satanás se describe en Génesis 3:15 en lo que se relaciona con la raza humana, y Dios dice: ¡; y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. Esto se refiere al conflicto entre Cristo y Satanás, en el cual Cristo murió en la cruz, pero no pudo ser retenido por la muerte, como se anticipó en la expresión Tú le herirás en el calcañar. 3. Un juicio especial también cayó sobre Eva, la cual experimentaría dolor al dar a luz sus hijos y se debería de someter a su esposo (Gn. 3:16). El hecho de que se produciría la muerte haría necesario que se produjeran múltiples nacimientos. 4. Una maldición especial cayó sobre Adán, al cual le fue asignada la dura labor de trabajar la tierra, ahora maldita con espinos y cardos, para obtener la comida necesaria para su continua existencia. De acuerdo con esto, la misma creación sería cambiada por el pecado del hombre (Ro. 8:22). Adán y Eva, sin embargo, después de la caída fueron conducidos fuera del huerto y comenzaron a experimentar el dolor y la lucha que han caracterizado a la raza humana desde entonces. El efecto de la caída de Adán sobre todo el género humano. El efecto inmediato del pecado sobre Adán y Eva fue que éstos murieron espiritualmente y llegaron a estar sujetos a la muerte espiritual. Su naturaleza se depravó y, por tanto, la raza humana experimentaría la esclavitud del pecado. Además del cambio de la suerte del hombre y su ambiente, la Biblia también revela una profunda doctrina de imputación, que pone de relieve la verdad que Dios ahora acusó a Adán con pecado y, como resultado, acusó a sus descendientes con la responsabilidad del primer pecado de Adán. Las Escrituras mencionan tres grandes imputaciones: 1) El pecado de Adán es imputado a su posteridad (Ro. 5: 12-14) ; 2) el pecado del hombre es imputado a Cristo (2 Co. 5: 21) ; y 3) la justicia de Dios imputada a los que creen en Cristo (Gn. 15:6; Sal. 32:2; Ro. 3:22; 4:3,8,21-25; 2 Co. 5:21; Flm. 17-18). Es obvio que se efectuó un traspaso de carácter judicial del pecado del hombre a Cristo, quien llevó sobre su cuerpo en el madero el pecado del género humano. «Mas Jehová cargó en El el pecado de todos nosotros» (Is. 53:5; Jn. 1:29; 1 P. 2: 24; 3: 18). De igual manera hay un traspaso de carácter judicial de la justicia de Dios al creyente (2 Co. 5:21), puesto que no podía haber otro fundamento de justificación o aceptación delante de Dios. Esta imputación pertenece a la nueva relación espiritual que el creyente disfruta con Dios en la esfera de la nueva creación. Estando unidos al Señor por el bautismo del Espíritu (1 Co. 6:17; 12:13; 2 Co. 5:17; Gá. 3:27), y vitalmente relacionados con Cristo como un miembro de su cuerpo (Ef. 5:30), se sigue que cada virtud de Cristo es comunicada a los que han llegado a ser una parte orgánica de El. El creyente está «en Cristo» y, por consiguiente, participa de todo lo que Cristo es. Así, también los hechos de la antigua creación son traspasados de manera real a aquellos que por generación natural están «en Adán». Ellos poseen la misma naturaleza de Adán, y se dice, además, que ellos han pecado en él. Esto es un hecho tan real que llega a ser en sí mismo la base suficiente del juicio divino decretado en contra del pecado; al igual que la imputación de la justicia de Dios en Cristo es el fundamento satisfactorio para la justificación. Y el resultado es el juicio de Dios sobre todos los hombres, ya sea que. ellos hayan pecado o no según la transgresión de Adán. A pesar de que los hombres sostengan, como generalmente lo hacen, que ellos no son responsables del pecado de Adán, la revelación divina afirma que, debido a los efectos trascendentales de la relación representativa que todos los seres humanos tienen con Adán, el pecado original del primer hombre es inmediata y directamente imputado a todos los miembros de la raza, con la invariable sentencia de muerte descansando sobre todos ellos (Ro. 5:12-14). De igual manera, el pecado original de Adán es transmitido en la forma de naturaleza pecaminosa indirectamente, o sea, por herencia, de padre a hijo, a través de todas las generaciones. El efecto de la caída es universal; así también lo es la oferta de la divina gracia. La caída de los hombres no se efectúa cuando cometen su primer pecado; ellos han nacido ya en pecado, como criaturas caídas, procedentes de Adán. Los hombres no se convierten en pecadores por medio de la práctica del pecado, sino que ellos pecan debido a que por naturaleza son pecadores. Ningún niño necesita que se le enseñe a pecar, pero cada niño tiene que ser estimulado a realizar el bien. Debe observarse que, no obstante que la caída de Adán pesa sobre toda la Humanidad, es evidente que hay una provisión divina para los infantes y para todos aquellos que no tienen responsabilidad moral. Los santos juicios de Dios tienen que caer sobre todos los pecadores no redimidos: 1) por causa del pecado imputado; 2) por causa de la naturaleza pecaminosa que todos han heredado; 3) por causa de que todos están bajo pecado; y 4) por causa de sus propios pecados. Si bien es cierto que estos juicios divinos no pueden atenuarse, el pecador puede escapar de ellos por medio de Cristo. Estas son las buenas nuevas del Evangelio. La pena que descansa sobre la antigua creación es: 1) muerte física, por la cual el alma se separa del cuerpo; 2) muerte espiritual, la cual, semejante a la de Adán, es el estado presente de los perdidos y la separación entre el alma y Dios (Ef. 2:1; 4:18-19); y 3) la segunda muerte, o sea, la eterna separación entre el espiritu, alma y Dios y la expulsión de los perdidos de la presencia de El para siempre (Ap. 2:11; 20:6,14; 21:8). N.T: EL NUEVO NACIMIENTO DEL AGUA Y DEL ESPIRITU. Desde la desobediencia de Adán, el hombre ha sido incapaz de cumplir con los requisitos de la santidad de Dios. Jesús, Dios Hijo, vino a al tierra y tomó nuestros pecados y humanidad en su Obra Redentora quien dijo: Consumado es. Es el "segundo hombre": empezó su historia de cero, haciendo lo que agradaba a Dios. Su vida reflejó la dependencia, la obediencia, la humildad y la dulzura. Como fue un hombre perfecto, es un modelo de toda conducta (1 Pedro 2:21). Adán no pudo guardar la posición y las bendiciones que Dios le había dado; en cambio, Cristo vino de parte de Dios para salvar a aquellos que estaban perdidos, y pasó a ser "el postrer Adán". Mediante Su Obra redentora tomó todos los pecados y deudas, mediante Su muerte en la cruz pagó el rescate de los que se reconocen pecadores. "Como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida" (Romanos 5:8). Adán fue la cabeza de familia de los pecadores, y Cristo es la cabeza de familia de los que han sido justificados mediante su sacrificio. Esta familia está constituida por todos los que, RECONOCIÉNDOSE CULPABLES, se volvieron a él, naciendo de nuevo del agua y el Espíritu para obtener el perdón y la vida. Y para nosotros, creyentes, "así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial". Aquel que posee la vida eterna resucitará con un cuerpo espiritual (1 Corintios 15:49, 44) y estará para siempre con su Señor. "Los Nacidos Del Agua Y El Espíritu Nacieron Para La Vida Eterna Con Dios" EL NUEVO NACIMIENTO: Jesús dijo en Juan Cap 3:3 al 6: el que no naciere de Nuevo!...aunque tenga al Papa en su casa, aunque tenga religión, aunque sea protestante, aunque diga que tiene el don de cantar, aunque vaya al vaticano a la plaza san pedro, diga lo que digas..TIENES QUE NACER DE NUEVO. Jesús le dijo a Nicodemo: No entras al Reino de Dios. Hay dos cosas para nacer de Nuevo...uno es el Agua, que no es el bautizo, porque efesios Cap 5; y Tito Cap 3 nos enseñan que el agua es la palabra; porque la fe, es por el oir, y el oir, por la Plabra de Dios. En 1 de Pedro 1:23 dice la Biblia: Habiendo sido Renacidos por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre. En Santiago 1:18 la biblia escribe: El, de su voluntad, nos hizo Nacer por la Palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas. Entonces Cristo dijo que su palabra es espíritu y es vida, entonces Nadie puede convertirse sin oir la predicación de la palabra de Dios. Porque la Palabra de Dios contiene el Espírtu y la Vida de Dios. Y una vez que la palabra es aplicada, viene el segundo agente en el Nuevo Nacimiento, que es el Espíritu Santo, y que es al agente de Dios que usa la palabra para producir en nosotros una simiente espiritual. ¿Quien es un Cristiano? El que no es engendrado de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. Juan 1:12,13 LA SANGRE DE CRISTO:1 Juan 1:7-9 7 pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. 8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. 9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
Posted on: Sun, 08 Sep 2013 22:45:30 +0000

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