Para prevenir: ¿Qué hacer y qué no hacer? ALIMENTACIÓN Y - TopicsExpress



          

Para prevenir: ¿Qué hacer y qué no hacer? ALIMENTACIÓN Y CÁNCER Estudios científicos vienen demostrando desde hace 3 décadas que existe una correlación directa entre el consumo y el tratamiento de algunos alimentos con la aparición de patologías cancerígenas. De acuerdo a lo establecido por el Instituto Americano de Cáncer, el 30% de los tumores malignos tienen relación con los hábitos alimentarios de los pacientes. Salvador Franco es nutricionista y profesor en Nutrición e Higiene Alimenticia. Desde 2001, colabora en el Grupo de Autocuidado de la Fundación Sales ayudando a los pacientes a incorporar hábitos alimenticios más saludables que promuevan una mejor calidad de vida. “La incidencia que tiene la dieta alimenticia tanto en la prevención como en los diferentes tratamientos contra el cáncer es realmente alta”, sostiene Franco, y agrega que “en la mayoría de los casos las dietas indicadas a los pacientes del Grupo son socializadas e incorporadas posteriormente por los familiares y amigos también”. Es importante entonces, conocer qué alimentos resultan preventivos y cuáles pueden favorecer la aparición de la enfermedad. ALIMENTOS PREVENTIVOS 1. Aceite de oliva: La grasa monoinsaturada protege del cáncer colon-rectal. Al actuar sobre los ácidos biliares, el aceite de oliva disminuye el riesgo de evolución de la mucosa digestiva a adenoma o carcinoma. Sin olvidar que al mantener flexibles las arterias mejora la circulación y oxigenación de todos los tejidos. 2. Agua: El agua mantiene vivas nuestras células, regula muchas funciones y ayuda a la eliminación de toxinas por la orina y heces. 3. Ajo y cebolla: El ajo y la cebolla contienen alicina, un compuesto rico en azufre que actúa como depurador del hígado, eliminando las sustancias tóxicas que se acumulan en la sangre y tejidos. Además, el ajo se une a las toxinas, neutralizando sus efectos en las células. 4. Algas: Son depurativas, ricas en minerales y vitaminas y contienen fibra. Las algas son una comida habitual en países como Japón, con una baja incidencia de cáncer de mama. Algunos especialistas las recomiendan para ayudar a eliminar los efectos secundarios del tratamiento con quimioterapia y radioterapia por sus efectos reforzadores del sistema inmunológico. 5. Arroz integral: En Japón el arroz es objeto de numerosas investigaciones contra el cáncer. Al ser una semilla, contiene inhibidores de la proteasa que parece retrasar la aparición del cáncer. En el salvado de arroz existen sustancias anticancerosas que podrían proteger del cáncer del colon, mama y próstata. 6. Berenjena: Como otros vegetales de color violeta, contiene sustancias anticancerosas que protegen a las células de las mutaciones que provoca el cáncer. 7. Cítricos: Es conocida su riqueza en vitamina C, son antioxidantes y estimulantes de las células de defensa. Además, no hay que olvidar que contienen flavonoides, protectores de los capilares sanguíneos que mantienen las membranas permeables y oxigenadas. 8. Coles: El brócoli, repollo, coliflor, berros y rábano no deben faltar en la mesa, son un cóctel antitumoral, refuerzan las defensas, eliminan los radicales libres y protegen las células. 9. Fresas: Son interesantes por sus efectos depurativos. Ayudan a limpiar el organismo de toxinas, contienen fibra, minerales y vitaminas. 10. Frutas del bosque: Las moras, arándanos y grosellas son ricas en un pigmento morado llamado antocianina que tiene un gran efecto antioxidante. También son ricas en vitaminas A y C, minerales, pectina y ácidos vegetales. Se están estudiando los efectos preventivos de estas frutas en el caso de la leucemia. 11. Frutos secos: Las nueces, avellanas, almendras y pipas de girasol son una fuente de vitaminas B y E, y minerales como el magnesio, manganeso, selenio y zinc. Con una pequeña cantidad se asegura un buen aporte de antioxidantes. 12. Legumbres: Lentejas, garbanzos, guisantes y judías pueden ser un elixir anticancerígeno. Las legumbres son muy ricas en fibras e inhibidoras de proteasas que previenen contra los tumores de mama y colon principalmente. 13. Manzana: Contiene ácidos clorogénico y elágico que bloquean la aparición de cáncer en experimentos con animales. Al tener pectina, la fibra también actúa favoreciendo la eliminación de toxinas a través de las heces. 14. Melón: Es rico en betacarotenos antioxidantes y contiene muy pocas calorías para mantener a raya los tumores relacionados con la obesidad. 15. Miel: Tiene propiedades antisépticas, por lo que es útil para evitar las infecciones asociadas al descenso de la inmunidad que conlleva el tratamiento con quimioterapia. 16. Pescado: Los ácidos grasos Omega 3 además de ser beneficiosos para el corazón y las arterias también se utilizan para mejorar el estado de las personas con cáncer. 17. Pimientos: El color amarillo, rojo y verde de los pimientos es la señal de su riqueza en betacarotenos junto a la vitamina C; ambos son antioxidantes y protectores de las mucosas. También contienen capsaicina que bloquea los compuestos precancerosos que aparecen en la carne y pescados ahumados y curados. 18. Remolacha roja: El color morado de la remolacha roja esconde un potente regenerador celular, las betaínas. 19. Setas chinas: Las setas tipo maitake, shiitake y reishi se utilizan en la medicina tradicional china para reforzar el sistema inmune por la presencia de unos compuestos llamados betaglutanos que estimulan la fabricación de interferón natural, un eficaz anticancerígeno. 20. Soja: Las mujeres orientales tienen menor riesgo de padecer tumores de mama y ovario. Parece que la dieta rica en soja y sus derivados como el tofú, tempeh, miso o seitan es responsable de su invulnerabilidad. La soja contiene genisteína, inhibidores de las proteasas e isoflavonas, protectores frente al cáncer de mama. 21. Te verde: Contiene polifenoles, que anulan los efectos de los nitros aminas y tiene poderes antioxidantes. Es un poderoso protector contra las radiaciones ambientales. 22. Tomate: El tomate crudo es muy rico en licopeno, un caroteno que le da el color rojo y que ha demostrado su papel protector frente al cáncer de próstata. También contiene otras sustancias en la piel y en las pepitas que tienen efectos anticancerígenos. 23.Uva: Las uvas con piel y pepitas contienen antioxidantes como el resveratol que bloquean los agentes cancerígenos y el crecimiento de los tumores. 24. Yogur: Las bacterias beneficiosas que contiene el yogur (acidófilos, lacto bacilos) regeneran la flora intestinal y evitan la aparición de productos tóxicos en la digestión. Muy útil para prevenir el cáncer de colon, pero se recomienda para todo tipo de tumores. 25. Zanahoria: El color naranja se debe a su riqueza en beta carotenos, conocido antioxidante. Es el vegetal protector de los fumadores por su capacidad para regenerar las células del epitelio respiratorio. DIETA MEDITARRÁNEA. UNA ALIADA CONTRA EL CÁNCER La dieta mediterránea sobresale entre las recomendables. Consiste en un estilo de vida basado en una dieta equilibrada y variada en la que predominan los alimentos obtenidos de los cultivos tradicionales de esa zona geográfica bañada por el mediterráneo: el trigo, el olivo y la vid. Los alimentos que constituyen la base de esta alimentación son: El pan y la pasta, como principal fuente de hidratos de carbono. El aceite de oliva como principal fuente de grasa. El vino en cantidades moderadas durante las comidas. Las hortalizas, las frutas, los frutos secos y las legumbres aportan a esta dieta gran cantidad de fibra y antioxidantes. El pescado, las aves de corral, los productos lácteos y los huevos como principal fuente de proteínas y un menor consumo de carnes y grasas animales. ALIMENTOS QUE HABRÍA QUE EVITAR Existen una gran cantidad de compuestos presentes en algunos alimentos procesados que son sindicados como responsables de favorecer la aparición de cáncer. En general todos estos compuestos tienen que ver con aditivos y productos químicos para mejorar el sabor, textura y consistencia de los alimentos. Muchas asociaciones de consumidores en el mundo han luchado porque se etiqueten los alimentos que contengan ingredientes peligrosos que potencialmente aumenten las probabilidades de contraer esta enfermedad. Pese a la larga lista de sustancias químicas que pueden producir cáncer, aquí se presentan aquellas que deberíamos evitar antes que ninguna otra. 1° Salchichas y embutidos Las salchichas tienen excesivos niveles de sal y de nitratos, que son altamente cancerígenos. Eso sin mencionar que la carne de las salchichas no es de la mejor calidad. Además un hot dog está acompañado de pan blanco, lo que completa el cuadro. 2° Carnes Procesadas Contiene altos niveles de nitrato de sodio, un reconocido cancerígeno que es usado para darle el tradicional color rosado y aspecto “fresco” a la carne que podemos encontrar en el supermercado. Una vez que lo ingerimos este nitrato se convierte en nitrosamina, altamente cancerígeno. 3° Papas fritas Son preparadas con aceite hidrogenado y luego cocinadas a altas temperaturas. Es sabido que incluso algunas cadenas de comida rápida le agregan azúcar, para darles mejor sabor. 4° Galletas Hay galletas de muchos tipos. Algunas tienen crema, otras son “horneadas”. Existen una gran variedad de sabores, pero tienen algunas cosas en común. Tienen fluor, harina blanca y azúcar. No olvidemos además el aceite hidrogenado. Si bien muchas dicen estar libre de grasas transgénicas, hay que estar atento ya que por lo general solo tienen la porción inferior a lo que indica la norma. Esta recomendación es extensible en general para los alimentos altos en glucosa y que no son precisamente “naturales”. Un buen ejemplo son los carbohidratos simples, como harina blanca, o arroz blanco, y otros “alimentos blancos” que han sido desprovistos de sus verdaderas cualidades nutritivas. 5° Bebidas gaseosas Una fuente muy común de azúcar refinado son las Bebidas gaseosas, que además incluyen otros ingredientes muy nocivos para la salud. Además, el evitar el exceso de azúcar y carbohidratos simples, contribuimos a mantener un buen peso, y prevenir la diabetes tipo 2. 6° Aceite Higrogenado Es usado comúnmente para conservar los alimentos envasados durante más tiempo. Para realizar este proceso, el aceite es calentado en presencia de hidrogeno y catalizadores metálicos. Esto crea las llamadas “grasas transgénicas”. Sin embargo, podemos comprobar que muchos fabricantes colocan en las etiquetas “Libre de grasas transgénicas”. Esto ocurre también en el caso de otros compuestos, pero la verdad es que simplemente se aseguran de que la ración de grasas transgénicas caiga por debajo de los 0,5 grs. Por porción individual, lo que no soluciona el hecho de que aún se encuentra dentro de la composición. Está comprobado además, que el consumo de aceite hidrogenado es directamente responsable por la diabetes, la obesidad, problemas al hígado, destrucción o degradación de las células, comportamiento agresivo, problemas de aprendizaje, enfermedades coronarias, y por supuesto, el cáncer. Otro problema del aceite hidrogenado es que no suministra al cuerpo los ácidos grasos esenciales que el cuerpo necesita, lo que hace que necesitemos comer más y más. Esto afecta incluso el transporte de oxigeno en el cuerpo. El escenario ideal para el desarrollo del cáncer es tener altos niveles de azúcar y bajos niveles de oxigeno. MÁS VALE PREVENIR QUE CURAR Siempre valen algunos consejos para modificar nuestros hábitos de alimentación que redundarán en un mejor estado de salud. Qué hacer Comer alimentos no procesados y cambiarlos por alimentos de origen vegetal frescos. Consumir alimentos ricos en omega 3 y otros ácidos grasos esenciales. Comer muchas frutas y verduras. Bajar el consumo de bebidas alcohólicas. Reducir el consumo de carnes rojas. Reducir el consumo de alimentos ricos en grasas, especialmente de origen animal. Reducir el consumo de alimentos ahumados. Evitar la sobre cocción de los alimentos, tratando de evitar la formación de compuestos tóxicos (acrilamida benzopirenos) Hacer ejercicio. El cáncer no puede prosperar en ambientes altamente oxigenados. Mantener a raya los niveles de azúcar en la sangre. Consumir vitamina C presentes en alimentos naturales. Vitamina D, que conseguimos con exposiciones controladas al sol. Mantener un buen nivel de hidratación para eliminar toxinas del cuerpo. Evitar el sobrepeso Qué NO hacer Ingerir en abundancia alimentos como salchichas y embutidos, carnes procesadas, papas fritas, galletas, bebidas gaseosas y aceite higrogenado que crea las grasas transgénicas. Tener altos niveles de azúcar y bajos niveles de oxigeno. Para implementar cualquier tipo de dieta -en todos los casos- los pacientes deben consultar siempre al oncólogo, que conoce la historia clínica y puede aconsejarlos en forma correcta; paralelamente, si él lo considera oportuno, es recomendable realizar una interconsulta con un nutricionista, para que este pueda complementar la información y realizar una dieta acorde a la patología. “El cáncer es una enfermedad física y también mental, por lo que además de una dieta sana debemos promover un estilo de vida tranquilo y alejado del stress. Con cambios de hábito en nuestra vida el cáncer es fácilmente evitable, finaliza Salvador Franco.,,
Posted on: Thu, 07 Nov 2013 16:45:40 +0000

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