«Quinta parte de la historia»: - ¿A qué te refieres con que - TopicsExpress



          

«Quinta parte de la historia»: - ¿A qué te refieres con que fue reiniciado? – pregunta ella. – Una persona no puede ser reiniciada como si se tratara de una máquina… a menos que… Marcela palidece visiblemente. - Por supuesto que no – dice Ariel. Se da vuelta y se sienta nuevamente en la silla. - No somos máquinas. - Entonces, ¿qué son ustedes? - Somos seres humanos… - ¿Cómo reinicias a un ser humano? Ariel esboza una casi imperceptible sonrisa. Marcela se coloca una mano sobre la nuca y menea la cabeza con el fin de liberar la tensión acumulada en el cuello. - Bueno, eso es imposible en seres humanos normales como tú – dice él. - Pero es posible en seres humanos anormales como ustedes. Ariel carraspea suavemente. - Yo no utilizaría el término «anormales». La palabra más apropiada sería «manufacturados». Marcela nota una incipiente resequedad en su boca, producto quizás de no haber bebido agua por más de dieciséis horas o por la nueva revelación. - Estás bromeando – susurra. - Claro que no. - Cuando dices la palabra manufacturados, no puedo pensar en algo distinto a robots. - La idea que tiene la gente sobre los robots es sólo una caricatura metálica de la humanidad. Nosotros somos algo más. Humanos diseñados por hombres expertos en muchas áreas de la ciencia; creados con una misión específica… Nuestra apariencia externa está basada en los deseos, gustos y preferencias de una persona en especial… En este caso, la persona que fue elegida para extraerle sus preferencias fuiste tú. Marcela nota un leve mareo. - Nos has visto en sueños. Nos diseñaste en tu mente; en tus deseos más profundos. Por eso no me sorprende que te sientas atraída por Ángel. Lo que no comprendo es por qué no notaste que había algo muy familiar en nosotros. - Todo esto suena irreal. Lo siento, pero no creo nada de lo que me estás diciendo. Ariel se levanta de la silla, coloca sus manos en su espalda y comienza a caminar lentamente por la habitación. - Definitivamente, ya es tiempo de que sepas lo que ocurre y por qué estás aquí. Al escuchar estas palabras, la muchacha se baja de la cama rápidamente y se acerca a Ariel para quedar frente a él. - Eso es lo que necesito – le dice. - ¿Qué es lo que ocurre? - Ángel te habló de un virus. - Ajá… - El virus existe realmente, pero sólo afecta a los humanos normales. A nosotros no. - Pero Ángel dijo que… - Te dijo que iban a acelerar los síntomas del virus. Ambos sostienen fijamente sus miradas, casi sin pestañear. Las manos de Marcela tiemblan. - ¿Por qué me diría eso? – dice ella. - Porque su organismo fue alterado durante los tres días que compartió contigo. - Espera un momento. ¿Estás diciéndome que tuve algún tipo de influencia sobre él? - Exactamente. Por eso fue reiniciado. Su cuerpo y cerebro fueron restaurados a su configuración inicial. - Eso significa que ya no me recuerda. - Te aseguro que él te recuerda perfectamente. - Entonces, ¿qué fue lo que borraron de él? - Sus sentimientos hacia ti. El corazón de la muchacha comienza a latir rápidamente, realizando golpes furiosos en su pecho. - Sí, Marcela. Ángel de verdad se sentía atraído por ti… eso es algo que entorpecía su misión. - ¿Y cuál era su misión? ¿Enamorarme y luego irse? - No exactamente. Su misión, al igual que todos nosotros es la generar una específica respuesta emocional en ti, con el fin de analizar los cambios electroquímicos que se producen en tu cerebro y su repercusión en tu parte física y mental. Marcela sonríe nerviosamente. - Esto es una locura – dice. – Me siento aterrada y confundida. - Es completamente normal. - Pero, ¿por qué yo? ¿Por qué los fabricaron a ustedes conforme a lo que hallaron en mi mente? ¿Por qué me eligieron a mí para realizar estos estudios? - La respuesta a tus preguntas reside en el virus. - Háblame de ese maldito virus. Ariel señala con su mano la cama, indicándole a ella que volviera a sentarse. - Es probable que lo que te diga a continuación sea lo más irreal de todo lo que te he dicho hasta ahora. Así que es mejor que tomes asiento. La toma de la mano y la lleva hasta la cama. Cuando ella se sienta, él también lo hace sobre la silla. - Lo conocemos con el nombre de virus NOE. Sabemos que ataca el sistema límbico. Concretamente elimina la estimulación eléctrica de la amígdala cerebral. - Y eso en español quiere decir… - Que los seres humanos perdieron la capacidad de procesar emociones. - Hablas como si toda la humanidad estuviera infectada. - Lo está. Por eso nos crearon… para estudiarte a ti… la única persona en el mundo que aún puede procesar sus emociones de manera natural. La sensación de mareo regresa con mayor intensidad al cuerpo de Marcela y da gracias por encontrarse en la cama. - ¿Cuándo sucedió todo esto? - Hace cinco años. El virus se extendió por todo el planeta más rápido que cualquier otra pandemia conocida. Al principio no había preocupaciones, pero cuando el desarrollo científico, tecnológico, social y económico, se detuvieron, al igual que los embarazos y muchas otras actividades que son producto de las emociones, supieron que se enfrentaban a algo que sería catastrófico si no se encontraba una pronta solución - Ariel hace una pausa mientras observa atentamente la reacción de Marcela. – Estos cinco años sirvieron para lograr fabricar seres humanos artificiales, carentes de emociones por supuesto… - Pero me dijiste que Ángel sentía algo por mí. - Eso es lo extraño… nunca antes había pasado. Pero ese evento sirvió para darnos cuenta que el virus tiene cura… antes de reiniciar a Ángel, se extrajo de él todo lo necesario para comprender cómo una emoción puede ser transmitida de una persona a otra… en otras palabras, tú lo contagiaste de la cura. Sin darse cuenta, Marcela sonríe. - Pero eso es bueno, ¿no? Ya encontraron lo que buscaban de mí. - Aún no. Todavía falta hacer pruebas en un humano real infectado con el virus y ver si ocurre lo mismo que con uno de nosotros. Además, faltaría analizar toda la información recopilada de tu estancia en este lugar y todas las emociones que has experimentado, con el fin de documentar el funcionamiento de tu amígdala cerebral inmune al virus NOE. La alegría naciente que la muchacha comenzaba a experimentar, empieza a desvanecerse. - Todo tiene sentido ahora… menos una cosa – dice. - ¿Qué cosa? - ¿Por qué no recuerdo nada? Hace dos semanas desperté desorientada en este lugar. Además, tú me dices que el virus nos atacó hace cinco años. ¿Por qué yo no lo recuerdo? - Quizás lo estás reprimiendo inconscientemente. Es un recuerdo muy traumático para muchas personas. - Quizás… De manera sorpresiva, la puerta de la habitación se abre y aparece la silueta de un hombre, iluminada por la potente luz halógena. Marcela se sobresalta. - Marcela, es hora de irnos de este maldito lugar – dice el recién llegado. La muchacha reconoce la voz de inmediato. El hombre da unos pasos al interior de la habitación. Ella observa su rostro y esboza una sonrisa. Ángel había regresado. (Continuará...)
Posted on: Thu, 04 Jul 2013 05:42:02 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015