Rafael Narbona Sufrir un brote de manía es como sentir que un extraño se desliza en tu interior y altera tu identidad. Es inútil creer que esa intromisión puede resolverse mediante la voluntad y la inteligencia. Sólo una combinación de medicamentos puede restablecer la normalidad. Cuando aprendes eso, desechas cualquier delirio romántico sobre la locura o el desdoblamiento de la personalidad. Yo he aprendido a ser humilde y a no subestimar el poder de la química. He necesitado casi media vida para aceptar la impotencia de la razón frente a la biología. Es doloroso descubrir los límites de nuestra libertad, pero saber que la mente nos engaña nos puede librar de morir buscando un falso absoluto.
Posted on: Sun, 16 Jun 2013 10:47:55 +0000
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