Siendo Abraham de 137 años, muere Sara, y él vive hasta los 175 años. En este tiempo, sin Sara, no se lee que Espíritu Santo tenga comunicación y relación con Abraham. Tampoco lo vemos preparando a su simiente Isaac como Mesías y depositario de la promesa mesiánica; descuidó esta parte. Mas bien le complicó la vida a su hijo Isaac. Pero llama la atención que el Abraham anciano, viejo y gastado, ahora viudo, no tiene problemas para tomar otras esposas y concubinas, y tener muchos hijos, sin la aprobación de Espíritu Santo. La mayoría de estos nuevos hijos de Abraham vivían en el oriente, y lejos de su hijo Isaac, de quien fueron enemigos. También fueron enemigos de Israel. Uno de ellos, Madián, dominó por mucho tiempo a Israel. Inclusive, Moisés vivió 40 años con ellos. Además, se casó con Zépora, una de las siete hijas del rey y sacerdote de Madián llamado Jetro, con quien tuvo dos hijos: Guerzon y Eliezer. Con esta información de los últimos días de Abraham surgen muchas preguntas. Abraham: ¿Perseveró en la alianza y pacto mesiánico con Espíritu Santo? ¿Restauró las tres bendiciones de la familia, y por ende El Reino de Espíritu Santo en la tierra de Canaán en el momento que se le ofreció a él, a través del pacto mesiánico? ¿Fue bendición para Isaac, sus otras esposas, concubinas e hijos? ¿Logró la unidad y bendición para todas las familias de la tierra?
Posted on: Thu, 18 Jul 2013 02:17:19 +0000
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