Todas las personas, hombres y mujeres hemos tenido un Amor muy especial. Les hemos dado todo, hasta el corazòn, en un sentido muy profundo. Pero tambièn todos hemos amado a muchas personas, pensando que cada una de ellas era nuestro verdadero Amor para siempre. Y luego nos damos cuenta que no era asì, porque siempre viene alguièn màs, y esa otra persona se convierte en nuestro verdadero Amor, tambièn para siempre. He amado muy profundamente. La ùnica verdadera a mi Esposa, poreso es mi Esposa y nadie màs. Sin embargo, tambièn he querido y tenido, amores de juventud, como todo mundo. Pensè, a mis 18 años de edad que amaba a una mujer y que nunca màs conocerìa a una como Ella. Andando el tiempo, me dì cuenta que no era asì. Pues conocì a la mejor del mundo. Claro que a la 18 años no le parece asì, ni a ninguna otra. Pero, mi Esposa es, pues, una mujer que me ha amado durante 33 años, a pesar de mis muchos defectos, que ahora que estoy dando el viejazo me sigue amando, deseando, y que quiere, como antes, que nos pongamos los encerrones de antes. Me sigue bañando, me seca, me encrema, me pone la ropa para trabajar. Me hace piojito para dormir, me acaricia todo. Y otras cosas que no puedo decir. Ahora soy totalmente libre para amarla, de una vez por todas. Uf, què caricias. Desafortunadamente veo, que ninguna de mis Amores anteriores correspondieron a mi ilusiòn. Y què bueno, porque si no hubiera sido asì, nunca hubiera conocido a mi Amor verdadero. Ahora veo a tan magnìficas mujeres, ya maduras, y màs hermosas que nunca. Con toda su vida hecha, y me las imagino caminando con su falda al vuelo por enfrente de la Universidad. Con sus hijos ya muy grandes de edad y de fìsico, su orgullo total. Què bonitas se ven. Le doy gracias a la vida por haberme permitido conocerlas y compartir un tiempo con Ellas. Hoy he visto con mis ojos y oìdos, en el Seguro Social, un momento en la vida. Una Señora de unos setenta años de edad, entrò a nutriciòn, durò un buen rato. Y un Señor, màs o menos de la misma edad, estuvo esperando ahì afuera a que saliera el paciente anterior. Cuando saliò, que era la Señora, se encontrò con el Señor. Inmediatamente el Señor besò en la mejilla a la Señora, y Ella correspondiò igual. Luego se abrazaron muy bonito. Un abrazo total y muy cariñoso. Se dijeron algo al oìdo que no pude escuchar, y al separarse pude oìr, que la Señora le dijo al Señor algo asì como me sigues gustando mucho, la Señora saliò del lugar, y el Señor le alcanzò a tomar una pompi. Uf, habìa como mil gentes en ese lugar, y el Señor se atreviò. Me imaginè, por ello, que en otros tiempos habìan sido amantes. Pero tambièn me dî cuenta que el Amor nunca muere. Hay muchas formas de alcanzar la felicidad, por supuesto. Espero, que cada quièn logre la suya, dondequiera que estè.
Posted on: Tue, 22 Oct 2013 05:51:09 +0000
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