Una necesidad. 27 de agosto de 2013 a la(s) 17:01 Un Joven Rico - TopicsExpress



          

Una necesidad. 27 de agosto de 2013 a la(s) 17:01 Un Joven Rico salió a dar un paseo con su Padre, mientras caminaban, vieron un par de zapatos viejos, pensaron que seguramente pertenecían a un humilde trabajador, que estaría a punto de terminar su jornada. El Joven dijo a su Padre: “Hagámosle una broma; escondamos los zapatos y ocultémonos detrás de esos arbustos para ver su cara cuando no los encuentre”. Mi querido hijo – le dijo el Padre – nunca tenemos que divertirnos a expensas de los pobres. Tú eres rico y en lugar de burlarte, pudieras darle una alegría a este hombre. Coloca una billete en cada zapato y luego nos ocultaremos para ver cómo reacciona cuando los encuentre. Así lo hizo y luego ambos se ocultaron entre los arbustos cercanos. El hombre pobre, terminó sus tareas, busco sus zapatos y abrigo. Cuando se puso su zapato, notó que había algo adentro, se agachó para ver qué era y asombrado comprobó que se trataba de uno billete. Pasmado, se preguntó qué podía haber pasado. Miró el billete, le dio vuelta y la volvió a mirar. Luego observó a su alrededor, para todos lados, pero como no veía a nadie, la guardó en su bolsillo. Luego se puso el otro zapato y su sorpresa fue doble al encontrar otro billete. Sus sentimientos lo sobrecogieron; cayó de rodillas y levantó la vista al cielo pronunciando un ferviente agradecimiento en voz alta. Su situación era desesperante, no contaba con ayuda, su esposa estaba enferma y sus hijos no tenían para comer. Con un gran sentimiento de gratitud reconoció que gracias a una mano desconocida, finalmente no morirían de hambre. El Joven quedó profundamente afectado y se le llenaron los ojos de lágrimas. Ahora, dijo el Padre ¿no estás más complacido que si le hubieras hecho una broma? El joven respondió: “Me has enseñado una lección que jamás olvidaré. Ahora entiendo algo que antes no comprendía: es mejor dar que recibir”. ¿Que estamos dando? Al principio el joven iba a dar angustia al hombre, por gastarle una broma y sin conocerlo, provocando, rabia, enojo angustia y dañándole la tarde. El Padre muy sabio entendía, la situación de un trabajador, porque darle angustia, si lo podemos bendecir de lo que tenemos y el final, no solo bendijo al trabajador sino a su familia, fue la respuesta de Dios frente a la necesidad de esa familia. Aprendamos a dar lo que tenemos, amor, una sonrisa, alimentos, una palabra de aliento, dinero, un abrazo. Déjate usar por Dios para bendecir a tus amigos, familia, a un desconocido. Brinda ayuda, extiende una mano, muchas veces tenemos gente a nuestro alrededor necesitadas, a veces sin comer o tristes por la terminación de una relación. Antes de reírte de alguien por cualquier situación, busca la manera de ayudarlo y sea Dios quien te utilice para bendecir esa vida. “En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir”. Hechos 20:35
Posted on: Wed, 28 Aug 2013 05:20:15 +0000

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