Voz editorial del programa Charlemos al cumplirse hoy 24 años de su fundación. Escribe Carlos Fernández Cerdas, director fundador de Charlemos. -------------------------------------------------------------------------------------- Hoy el programa Charlemos está a las puertas de cumplir casi un cuarto de siglo de existencia, llega a 24 años de fundado, adornado por las hojas del calendario que han caído día a día, atemperado en perseverancia y constancia, acostumbrado a navegar en las bravías aguas de la vida, surcando valles y montañas, sorteando los obstáculos propios que produce la interacción humana, pero también recolectando cual viñedo frondoso la abundante vendimia que produce el trabajo tesonero y la magia del optimismo. El programa de opinión que nació un dos de agosto de 1989, cuando estos espacios no tenían tanta aceptación como en los tiempos actuales, empezó a “vender la idea” de que el costarricense podía hacer uso de su recurso más valioso en democracia : la libertad de expresión, ese privilegio que la historia nos confiere como nación culta, civilizada, educada y con los brillantes galones en la hombrera que ostenta orgullosa al mundo. Sagrada libertad de expresión heredada por nuestros patricios, próceres de cuño libertario, que lucharon por la defensa de nuestro territorio y la independencia, unidos en Patria y Libertad, como un solo escudo heráldico que se levanta orgulloso en expandido campo de batalla y que se ondea frente al enemigo invasor. Con modestia decimos que nos hemos convertido en aula magna, que permite aprender mediante las brillantes exposiciones de nuestros invitados de lujo, que desfilan cada día en los micrófonos de la radio costarricense, pero también nuestros oyentes -en un claro ejercicio democrático- nutren con sus comentarios atinados, la estructura de un programa pedagógico, donde interactúan las más diversas ramas del pensamiento humano. El programa Charlemos, constituye un bastión en la defensa y difusión de las más distintas ideas, con la consigna del respeto y la interpretación equilibrada, con la aceptación de todo pensamiento que contribuya a engrandecer una patria ávida de líderes e iniciativas, urgida de una conversión social que nos permita dar un cambio profundo y enrumbar el país hacia destino más seguro. Costa Rica, nos necesita a todos hoy en día, ella espera de nosotros nuestro mayor sacrificio, espera de nosotros un cambio de mentalidad, despojarnos de actitudes ruines que le han hecho tanto daño y que la tienen postrada, como si fueran estertores momentos de su desaparición física. Pero lo que más espera Costa Rica es que la dejen crecer, que le quiten las malvadas lianas que empiezan a rodear su cuerpo, una de esas camisas de fuerza es la corrupción, un letal virus que la debilita gota a gota, una enfermedad que la reduce a la impotencia y la envía al recodo del olvido. Al acercarse el año electoral es el momento de tomar conciencia que las votaciones no deban fundamentarse en la tradición, hagamos valer el dedo pulgar, que esa parte del cuerpo se convierta en un arma disolvente de nuestros males, que sea el dispositivo disparador para ver un horizonte más claro, para que nuestras generaciones no maldigan haber nacido en este territorio, que se reduzcan las brechas sociales y renazcan las esperanzas de un nuevo amanecer.
Posted on: Fri, 02 Aug 2013 18:09:32 +0000
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