recibes de Dios. Los cristianos de Macedonia hicieron justamente - TopicsExpress



          

recibes de Dios. Los cristianos de Macedonia hicieron justamente eso y el Apóstol Pablo los alabó por ello. Pablo escribió: A sí mismos se dieron primeramente al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios (2 Corintios 8:5). Da como Dios te haya prosperado a ti. En el Antiguo Testamento, Dios mandó a Su pueblo que le entregaran la décima parte de todo lo que ganaban. En el Nuevo Testamento, Dios no estableció una regla sobre cuanto debemos ofrendar. En vez de eso, la Palabra de Dios dice: Cada uno de vosotros ponga aparte algo, según (Dios le) haya prosperado (1 Corintios 16:2). ¿Qué porcentaje de nuestras entradas debemos dar? Podemos tomar el diezmo (el diez por ciento) como el mínimo de lo que debemos ofrendar, pero podríamos dar mucho más que eso. Esto depende de cuán agradecidos estemos por las bendiciones de Dios y cuán fuerte sea nuestro deseo de “hacernos tesoros en el cielo”. El hombre de negocios cristiano, R.G. LeTourneau, acostumbraba a entregar el noventa por ciento de sus ganancias a Dios. Un día alguien le preguntó: “Señor LeTourneau, ¿es cierto que usted da el noventa por ciento de sus entradas al Señor?” Él contestó: “No, yo no le doy nada a Dios. Todo le pertenece a Él. Yo sólo retengo el diez por ciento”. Da sistemáticamente. El ofrendar es un acto de adoración y no debe ser un proyecto casual. Debemos ofrendar sistemáticamente “cada primer día de la semana”, que es el día cuando vamos a la iglesia. La Biblia dice: Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado. . . (1 Corintios 16:2). Nadie queda excluido. Ancianos y jóvenes, pobres y ricos; todos debemos participar en diezmar y ofrendar. La Biblia dice: “Cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado”. Da alegremente y con liberalidad. Sea lo que fuere nuestra ofrenda, El Señor desea que se la demos voluntariamente y de todo corazón. Dios no quiere que ofrendemos con tristeza. La Biblia dice: Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre (2 Corintios 9:7). Da con sabiduría. El Señor Jesús dijo que teníamos que ser “buenos y sabios administradores”. Algunos cristianos ofrendan con liberalidad, pero no son sabios al ofrendar. El dar a una iglesia u organización que NO esté predicando fielmente la Palabra de Dios, no es ofrendar con sabiduría. Debemos tener tanto cuidado al invertir nuestro dinero para Dios, como lo tenemos al invertir en un negocio. Debemos poner el dinero donde produzca los mayores intereses espirituales. Como Mide Dios Nuestro Ofrendar No tienes que poseer grandes sumas de dinero para ser un gran dador a los ojos de Dios. Dios no mide nuestro dar por el tamaño de nuestras ofrendas. Él lo mide por la cantidad que damos en relación a lo que tenemos. Dios mira cuánto sacrificamos cuando ofrendamos. Según este modo de medir nuestro ofrendar, una persona pobre puede dar igual o aun más que una persona rica. Nuestro ofrendar debe costarnos algo. En una ocasión el Señor Jesús se sentó en el templo mirando a la gente presentar sus dádivas. Algunos eran ricos y daban mucho. Entonces vino una viuda pobre y echó dos pequeñas monedas de cobre. Estas monedas tenían muy poco valor monetario; sin embargo, a los ojos de Dios, esta mujer había dado mucho más que todos los que habían ofrendado aquel día. ¿Por qué? Porque ella había dado todo lo que tenía, todo su sustento. Jesús dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca; porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza, echó todo lo que tenía, todo su sustento (Marcos 12:43–44). ¿A Quien Debemos Ofrendar? En Su Palabra, Dios nos dice a quién debemos ofrendar: Debemos ofrendar a nuestra iglesia local.
Posted on: Fri, 19 Jul 2013 13:40:05 +0000

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