11 de julio Santa Olga, la “equiapostólica” Por Francisco - TopicsExpress



          

11 de julio Santa Olga, la “equiapostólica” Por Francisco Roberto Groves Descendiente de una familia noble de Pskov, Olga contrajo matrimonio con el príncipe Igor Iº, duque de Kiev en 903. Después del asesinato de su marido en 945, ella gobernó Rusia con sabiduría y misericordia hasta su propia muerte. Se convirtió al cristianismo en Constantinopla en 958 y tomó el nombre de Elena. De vuelta en Rusia recorrió su país predicando la fe pero sin llegar a convertir a su pueblo. Olga preparaba sin embargo esta conversión y trabajaba ardientemente para este designio: se encargó en particular de la educación de su nieto, san Vladimir, que iba definitivamente a dar el santo Bautismo a Rusia. En el año 862, los eslavos de Novgorod llamaron a Riurik para que los gobernara. Dos de sus compañeros Ascold y Dir, buscando fortuna se fueron de Novgorod al sur del país. A orillas del río Dnieper vieron la ciudad de Kiev y la conquistaron. Desde aquí, en el año 866, realizaron una incursión a Constantinopla. El emperador Miguel IIIº y el patriarca Fotios elevaron sus oraciones a Dios, y, después del oficio de Vísperas realizado en el templo de Vlajern, salieron en procesión a las orillas del Bósforo. Durante la procesión sumergieron el vestido de la Virgen en las aguas del golfo. El mar, hasta ese momento tranquilo, repentinamente se agitó y destruyó las naves de los rusos. Muchos de ellos perecieron. Los que pudieron volver a casa lo hicieron quedando muy impresionados por la ira de Dios quien los castigó de esta manera (este acontecimiento posteriormente originó la festividad del Manto de la Madre de Dios). Al poco tiempo, llegó de Grecia a Kiev un obispo quien comenzó a predicar a los rusos al Señor Salvador y a hablar de los milagros de Dios relatados en el Antiguo y Nuevo testamentos. Los rusos, al oírlo decir que los tres niños no se quemaron en el horno de Babilonia (cfr. Daniel, 3) interrumpieron al predicador y dijeron: —"Si no vemos algo parecido, no creeremos en tu historia". El obispo, después de rezar a Dios, se atrevió a poner el Evangelio en el fuego. El Evangelio permaneció intacto, hasta las cintas que marcaban las hojas preparadas para la lectura, no se quemaron. Debido al impacto de este milagro, muchos de ellos se bautizaron. Posteriormente sobre la tumba de uno de estos cristianos fue erigida la iglesia san Nicolás milagroso. Después de Riurik, su pariente Oleg gobernó el país. Oleg conquistó Kiev y realizó una campaña bastante exitosa contra Constantinopla (906) concertando un tratado muy ventajoso para Rusia, un contrato comercial con los griegos. El hijo de Riurik, Igor en le año 945, después de otra guerra, nuevamente concertó un tratado comercial en Constantinopla. Al relatar este hecho, el cronista recuerda que la guardia del príncipe juró en Kiev la observancia de este tratado: los paganos delante del ídolo Perún, y los cristianos —en la catedral de san Ilías—. Esto indica que en Kiev, durante el gobierno de Igor hasta en su guardia había cristianos. La esposa de Igor, la princesa Olga se destacaba por su belleza, su castidad y su mente clara. Al enviudar, debido a la corta edad de su hijo Sviatoslav, gobernó la tierra rusa. Cuenta la crónica que para los enemigos de su patria era temible y terrible. El pueblo la amaba y la estimaba como a su propia madre por su misericordia, su sabiduría y su sentido de justicia. Santa Olga a nadie ofendía, juzgaba con la verdad, imponía los castigos con clemencia, amaba a los indigentes, a los ancianos y a los lisiados. Escuchaba, pacientemente toda petición que se le dirigía y complacía, gustosamente, las peticiones justas. Cuando Sviatoslav se hizo hombre, la princesa Olga pudo dedicarse más a las obras de caridad. Predispuesta hacia el cristianismo por sus pláticas con los sacerdotes de Kiev, conoció la superioridad de la santa fe sobre la paganismo y resolvió, en el año 957, bautizarse. La antigua historia cuenta que para ello viajó a Constantinopla y que el sacramento lo realizó el patriarca Poliecto, dándosele el nombre de Elena. El emperador Constantino fue su padrino. Una vez cristiana, santa Olga trató de convencer a su hijo a hacerse cristiano, pero el guerrero Sviatoslav, no cedió a sus persuasiones. "La guardia se reirá de mi" —decía él— sin embargo no prohibía a sus súbditos a bautizarse. De regreso a su patria, santa Olga se dedicó plenamente a la devoción cristiana y a la difusión de la fe de Cristo entre sus súbditos. Según la crónica del antiguo escritor, santa Olga, "al conocer al verdadero Dios, Creador del Cielo y de la Tierra, y al recibir al Bautismo, destruyó los lugares demoníacos (los ídolos de los templos paganos) y comenzó a vivir según los preceptos de Jesucristo, amando a Dios con todo su corazón, con toda su alma; siguió a nuestro Señor-Dios en todas sus obras bondadosas, vistiendo a los desnudos, saciando a los sedientos y calmando a los peregrinos, a los indigentes, a las viudas y a los huérfanos; compadeciéndose de todos y entregando a todos lo que les era necesario, con serenidad y con el amor en su corazón". Santa Olga falleció en el año 969. Su cuerpo fue encontrado imperecedero durante el gobierno de Vladimiro quien depositó sus reliquias en la iglesia de Desiatina en Kiev. En Rusia esta fue la primera ocasión de apertura de las reliquias. Posteriormente Dios mediante los milagros, glorificó las reliquias de la princesa Olga que fue canonizada. UNA LAICA RUSA A LOS ALTARES CATÓLICOS Martirologio Romano: En Kiev, ciudad de Rusia, (ahora en Ucrania), santa Olga, abuela de san Vladimiro, la primera de la dinastía de los Ruriks que recibió el Bautismo y el nombre de Helena, cuya conversión abrió a todo el pueblo ruso el camino del cristianismo († 969). Fecha de canonización: Información no disponible; la antigüedad de los documentos y de las técnicas usadas para archivarlos, la acción del clima, y en muchas ocasiones del mismo ser humano, han impedido que tengamos esta concreta información el día de hoy. Sí sabemos que fue canonizada antes de la creación de la congregación para la causa de los santos, y que su culto fue aprobado por el obispo de Roma: el Papa. Patronazgo: Patrona de conversos y viudas. Se venera a santa Olga junto con su nieto san Vladimiro, como a las primicias del cristianismo en Rusia. El monje Jacobo, con la grandilocuencia característica del siglo XIº, los llama «nueva Elena y nuevo Constantino, iguales a los apóstoles», y hasta la actualidad prevaleció en la tradición rusa llamar a Olga y a su nieto con ese título de «equiapostólicos». Tanto Olga como Vladimiro eran bárbaros y crueles antes de su conversión. El príncipe Igor, de Kiev, esposo de la santa, murió asesinado. Para vengarle, Olga mandó dar muerte a los asesinos en calderos de agua hirviente y acabó, por medio de la traición, con centenares de sus partidarios. Según la tradición popular, Olga fue la primera persona que recibió el Bautismo en Rusia; pero está probado que eso es falso. Se cree que el Bautismo de santa Olga tuvo lugar en Constantinopla, hacia el año 957. La santa representa, en cierto sentido, el elemento germánico de la evangelización de Rusia, ya que alrededor del año 959 pidió al emperador Otón Iº que enviase misioneros «a la tierra de Kiev»; pero la misión de san Adalberto de Magdeburgo fracasó: la santa no consiguió que su hijo Svyatoslav se convirtiese al cristianismo. A instancias de su madre, el príncipe respondía, no sin razón: —«Si me convierto a una religión extranjera, mis súbditos se reirán de mí», recién con Vladimiro la religión cristiana hará entrada firme en el estado ruso. Santa Olga murió a edad muy avanzada, el año 969. Según el cronista, Olga, después de su conversión, «siguió a nuestro Señor-Dios en todas sus obras bondadosas, iluminándose con ellas, vistiendo a los desnudos, saciando a los sedientos y calmando a los peregrinos, a los indigentes, a las viudas y a los huérfanos, compadeciéndose de todos y entregando a todos lo que les era necesario, con serenidad y con amor en su corazón». Su nieto Vladimiro, que tenía apenas seis años cuando murió su abuela, hizo abrir su sepulcro y se encontró el cuerpo incorrupto, y lo hizo trasladar a la iglesia de Desiatina. ORACIÓN DE SANTA OLGA: SEÑOR, ¡ENSÉÑANOS A VIVIR! Señor, no dejes de darme, para que yo pueda compartir, sigue perdonándome para que yo aprenda a ser indulgente. No te canses de pedirme, para que no me encierre en mí mismo; reclama para que no me vuelva avaro; persiste en mover mi pereza, para que no me instale en mi egoísmo; enséñame a vivir en el amor; enséñame a amar con tu corazón. Y ten... paciencia, con éste tu ojo, para que no se canse nunca de servirte. Enséñame a vivir. Amén.
Posted on: Thu, 11 Jul 2013 04:07:53 +0000

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