18. El Ateo CÓMO RESPONDER A LOS ATEOS. A. Yo no creo en Dios. - TopicsExpress



          

18. El Ateo CÓMO RESPONDER A LOS ATEOS. A. Yo no creo en Dios. La ciencia ha descubierto, hace ya mucho tiempo, que la hipótesis Dios o dioses fue una idea de gentes ignorantes que no sabían explicarse los fenómenos de la Naturaleza y los atribuían a seres imaginarios. R. ¿Y es que nosotros podemos explicarnos las maravillas de la Naturaleza prescindiendo de Dios? La idea de Dios es, lo sé, una hipótesis, pero unahipótesis no sólo muy probable sino absolutamentenecesaria. El apóstol Pablo dijo: “Las cosas invisibles de Él, su eterno poder y divinidad se hacen altamente visiblesdesde la creación del mundo, siendo entendidas por mediode las cosas hechas, de modo que no tienen excusa” (Romanos 1:20).Esta respuesta bíblica se puede ampliar presentando el ejemplo de cualquier construcción, o mejor a una maquinaria, la cual, aun cuando no conozcamos a suinventor o constructor, el mismo instrumento nosrevela de un modo innegable, que fue creada, primero, en la mente de un autor inteligente. A. Esta eterna potencia y divinidad no existe, todo ha venido de la evolución de los elementos y de los seres vivos a través de miles de millones de años. R. La evolución puede ser uno de los medios auxiliares de que Dios se sirvió para el perfeccionamiento del mundo y de sus criaturas vivas; pero deningún modo puede ser el motivo o causa de su existencia; pues se ve de un modo demasiado patentela sabiduría y designio, detrás de todas ellas. El salmista David escribió con mucha razón: “¡Cuángrandes son tus obras, ¡oh Señor!, hiciste todas ellas consabiduría, la tierra está llena de tus beneficios”. Asimismoleemos en el Salmo 19: “Los cielos cuentan la gloria de Dios y la expansión denuncia la obra de sus manos”. El argumento de organización por evolución estábasado en la casualidad y hay muchas cosas en el orden de la Naturaleza demasiado bien dispuestaspara ser producto de la casualidad. Una evolución no dirigida por una mente sabia y poderosa se habría destruido a sí misma, pues por cada resultado acertado diez mil no acertados habrían hecho nulo elacierto. Es posible que por casualidad se formen enmiles de años, dentro de cuevas gotosas, estalactitaso estalagmitas calcáreas, que pueden tener un tosco parecido con las figuras escultóricas creadas por elarte humano. Pero no podríamos pretender hallar una Venus de Milo, o un Moisés de Miguel Ángel, formados en una de tales grutas, por efectos de la acumulación casual de los productos calcáreos que arrastrael agua. A. Es que en muchos millones de años todo es posible. R. Es posible todo aquello que no revele un claro propósito, producto de inteligencia, como el ejemplo antes citado de las estalagmitas y estalactitas. La casualidad puede haber dado lugar en un ser humanoa una verruga, o una peca, pero formar un ojo, con todo el arte y designio intencionado que aparece en el maravilloso instrumento de la visión, es imposible, ni en un millón ni en cien millones de años. A. Bueno, son las leyes de la Naturaleza. R. ¿Y a quién podemos atribuir tales leyes? La ley requiere siempre un legislador que haya pensado los pros y los contras. Las leyes naturales requieren un Legislador que las haya dispuesto y ordenado con algún propósito útil, o con varios propósitos útiles a la vez, y esto es aún más admirable. A. Hay una gran diferencia entre las leyes civiles y las naturales, las leyes naturales son propiedadesde la Naturaleza. R. ¿Y por qué habrían de serlo? Usted sabe que lamateria está formada por electrones y protones de energía. ¿Quién dispuso que los protones y electrones se asociaran en la forma que los hallamos en la Naturaleza para formar el átomo. Y luego que se asociaran los átomos, no en un conglomerado informe, sino de manera que han resultado útiles para la construcción del mundo, y más tarde de los seres vivos? Por ejemplo: Que dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno formen el maravilloso elemento que llamamos agua, no es casual. ¿Por qué? Porque el agua tiene una multitud de propiedades muy útiles para el propósito final del Creador, que era la vida en nuestro planeta. No menos maravilloso es que dos átomos de oxígeno y uno de nitrógeno formen este gas admirable que llamamos aire, que cumple nada menos que seis objetivos maravillosamente beneficiosos, como son: purificación de nuestros pulmones, transmisión del sonido, alimentación ambiental de las plantas, y sobre todo la separación del abundante vapor de agua que alguna vez envolvió totalmente la tierra, y más aún que seansu moléculas totalmente transparentes e invisibles, apesar de estar más apretadas y ser más pesadas que las del vapor, para permitir a los seres vivos el magníficofenómeno de la visión. A. Sí, son todos estos detalles y cualidades del aire muy beneficiosas y útiles, pero es la Naturaleza que lo ha hecho así. R. Pero yendo al fondo de la cuestión, no existerazón alguna para que se hallen combinadas las cosas de un modo tan acertado. Por esto algunos llaman ala Naturaleza, la “sabia Naturaleza”. Pero si tiene el atributo de “sabia” no puede ser meramente el conjunto de materia inerte que nos rodea, y que analizamos con nuestros sentidos, pues la materia inerte, por sí sola, jamás se habría combinado de un modo inteligente. Debe haber detrás de la materia inerte algún Poder supremamente sabio que lo organizó según lo vemos y observamos. De ahí que sea bien acertadala exclamación del poeta bíblico: “¡Cuán grande son tusobras, oh Jehová, hiciste todas ellas con sabiduría!” Otro poeta y científico, más reciente, lo expresó con mayor detalle en versos actuales diciendo: “Vemos las cosas grandes (mundos, montañas, mares) formadas de cosas pequeñas (arena, moléculas, gotas) y las cosas pequeñas (átomos y bacterias) formadas por cosas más pequeñas (electrones, iones) hasta que al fin aparece Dios detrás de todas ellas”. Otro escritor inspirado decía: “Por fe entendemos que el universo fue enteramente organizado por la Palabrade Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de cosas novisibles”.Con todos los descubrimientos de los últimos dos siglos, los sabios han venido a decirnos que la materiaen su última esencia es mucho más etérea, mucho más semejante al espíritu que lo que se suponía antes. La relación de la materia con el atenerse sólo a lo tangible, negaban la existencia del espíritu, aun cuando ello les llevara al absurdo, altratar de explicarse el orden, invención y designio que se revela en las obras de la Naturaleza. Pero hoy los sabios nos dicen… “La materia ha dejado de ser lo que era antes, ya que hallamos que sólo podemos expresarla entérminos de energía”. Si esto es así, ¿no será el Espíritu una forma superior de energía y Dios mismo la Energía Suprema e Inteligente de este misterioso universo, que ya hadejado de ser materia simple, para convertirse a nuestros ojos, abiertos por la ciencia, en un universo de luz condensada en formas materiales? De este modo, frases bíblicas como aquella de que “Dios es Luz y en Él no hay ninguna tiniebla” y la no menos enfática e incontestable “En Él estaba la vida y la vida era la luz de los hombres”, así como la afirmaciónde San Pablo “En Él vivimos y nos movemos y somos” (Hechos 16:28), se hacen mucho más inteligibles. A. Todo lo que quiera, pero el caso es que nadie ha visto a Dios. R. Es cierto, la misma Biblia lo dice: “A Dios nadie le vio jamás”, aunque algunas veces Él ha querido hacerse visible por medio de un desenvolvimiento o materialización de sí mismo. (La palabra no es del todo exacta, porque desconocemos la relación que existe entre la materia y el espíritu.) Esta manifestación de la Divinidad invisible se llama en el A.T. “el espíritu es una vieja cuestión que ha sido debatida en todas las edades. Comúnmente se ha sostenido que son dos cosas distintas entre sí, y naturalmente, los que querían ángel Jehová”, y en el N.T. lo hallamos realizado en la encarnación –en el seno de la Virgen María– del Dios hombre, Cristo Jesús. Vea usted cómo fue profetizado su nacimiento: “Pero tú, Belén Efrata, aunque eres pequeña para ser contada entre las familias de Judá, de Ti saldrá el que será señor en Israel, y sus orígenes (o salidas exomai) son desde el principio, desde los días de la eternidad.” El lenguaje es muy judío, pero se revela aquí tanto la eternidad y divinidad del niño que nacería en Belén, como sus teofanías, o salidas del seno de la divinidad invisible para hacerse visible a sus criaturas. La salida aquí profetizada fue, empero, muy diferente a las anteriores. En ésta “el Verbo” se hizo carne para llevara cabo la maravillosísima revelación del amor de Dios, sufriendo por los hombres. 19. El Escéptico CÓMO RESPONDER A LOS ESCÉPTICOS En labores de evangelización tropezamos muchas veces con escépticos, que no niegan la existencia de Dios, pero nos dicen, más o menos, lo siguiente: E. “Yo no soy ateo, yo creo que algo debe existir detrás de todo lo maravilloso que hay en la Naturaleza; pero no creo que sea posible saber nada acerca de este gran misterio y pienso que nunca lo sabremos. Por tanto no me preocupo de ninguna religión, ya que nadie sabe lo que es Dios.” ¿Qué debemos responder a quienes nos hablan en semejantes términos? R. Una respuesta bastante comprensible y efectiva es ponerles el ejemplo de un padre. Jesús vino a hacernos la gran revelación de que el Poder invisibleque adivinamos detrás de las maravillas de la Naturaleza puede y debe ser considerado como nuestro Padre Celestial; no sólo porque Él ha dado vida a todolo existente sino porque sus sentimientos son los de un padre hacia sus criaturas, por más que nosotros no comprendamos su modo de actuar y muchas veces nos parezca un misterio. Jesucristo, después de resucitado, cuando sus discípulos estaban ya más asesorados de su pensamiento porque había estado doctrinándoles durante tres años, ante el hecho asombroso, pero innegable para ellos, de su resurrección,les dijo: “Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios”. Aun cuando ignoremos mucho acerca de Dios,tenemos deberes innegables con respecto a un Ser aquien debemos, no solamente la vida, sino todos los bienes de que disfrutamos, esto es lo que quería significar el apóstol Pablo en aquel texto en que dice: “Las cosas invisibles de Él… se echan de ver por las cosas que vemos y tocamos; y que los que no quieren reconocerlo son “inexcusables”.” Suponga usted –podemos decir al interlocutor escéptico– que sus hijos, ya mayores, que se han ausentado del hogar paterno, dicen: “Yo no discuto la existencia de mis padres, pero no me ocupo de ellos, no les busco ni trato de comunicarme con ellos, no los maldigo ni les voy detrás, simplemente no quiero saber nada de ellos”. E. Es que hay una gran diferencia entre los padres naturales que conocemos, y Dios, a quien no conocemos. R. Pero esto no nos exime del deber de admirar y agradecer sus obras. Dios era menos conocido por loshombres inspirados que escribieron el A.T., que para nosotros, que tenemos la última revelación que nos dio por medio de Jesucristo; sin embargo, encontramos en aquellos escritos una reverencia y una gratitud extraordinaria hacia Jehová (El que ha sido, es y será),pues tal es el significado del nombre. Por ejemplo en el Salmo 92 leemos: “Bueno es alabarte, ¡oh Jehová!, y cantar salmos a tu nombre, ¡oh Altísimo!, por cuanto me has alegrado, oh Jehová, con tus obras; en las obras de tus manos me gozo. Cuán grandes son tus obras, oh Jehová, muy profundos son tus designios. El hombre necio no entiende y el insensato no comprende, que si brotan los impíos como la hierba y florecen todos los que hacen iniquidad, es para ser destruidos eternamente”. ¿Usted se conforma con ser destruido, o condenado eternamente? E. Es que yo no soy impío, soy un hombre de bien que procuro no hacer mal a nadie. R. Es cierto que la palabra impío ha recibido una connotación algo equivocada en nuestra lengua castellana, pero si la estudiamos etimológicamente nos daremos cuenta de que el verdadero significado de inpío, es sencillamente, no piadoso. No significa ser ladrón, o asesino, sino simplemente no tener sentimientos de piedad, de fe, de gratitud y amor a Dios. En este sentido usted es inmpío, usted mismo acaba de declararlo. E. Es cierto, no soy un beato. R. Sin embargo la revelación de Dios a este mundo condena tanto a beatos como a “impíos”, si su conducta no es según la voluntad de Dios. Jesús condenaba a los beatos de su tiempo, que eran los fariseos, y los llamaba hipócritas; pero también, exhortaba a todos,desde el mismo principio de su ministerio, diciendo “El tiempo se ha cumplido, y el Reino de Dios se ha acer-cado; arrepentíos y creed el Evangelio”. Y a algunos que se consideraban justos porque no habían sido objeto de una calamidad pública que había costado la vida a varios ciudadanos, y ellos continuaban vivos por la misericordia y paciencia de Dios, les exhortaba diciendo: “Si no os arrepintiereis todos pereceréis de la misma manera”. Y decía una gran verdad, puesto que la muerte no perdona a nadie y lo mismo que había sucedido a aquellos ciudadanos de Galilea víctimas de una catástrofe, les ocurriría a ellos un poco más tarde, y nos ha de ocurrir a cada uno. Si no de un modo, de otro, nuestros cuerpos han de perecer. E. Claro, todos tenemos que morir; de esto no seescapa nadie. R. Pero Jesús, que había venido del mundo del espíritu que es el mundo de la vida, veía las cosas deun modo muy diferente que nosotros, que disfrutamos de la vida en el cuerpo físico, sólo por una breve temporada de X años. Para Él todos los hombres eran como un rebaño de ovejas destinado al matadero; de ahí su interés en hacerles partícipes de la vida eterna que Él vino a traernos. Por esto podía decir: “No temáis a los que matan el cuerpo mas no pueden matar el alma, temed más bien a Aquel que puede destruir alma y cuerpo en el infierno” (Mateo 10:28). E. Pero yo no soy tan malo como para merecer el infierno. Esta idea la inventaron los curas para tenerespantada a la gente y dominarla a su gusto. R. No, amigo mío, esto no lo inventaron las autoridades de la Iglesia Católica, sino que son palabras que se encuentran en los más antiguos documentos de la fe cristiana, es decir en los Evangelios, y aun cuando hay diferencias de opinión acerca de lo que realmente significa la condenación (que por su puesto no será igual para todos los hombres, según descubrimos en Mateo 11:20 y Lucas 12:47-48), y hay quienes opinan que será separación de Dios en tinieblas, otros sufrimiento, y otros extinción del alma; no quiera usted arriesgarse a conocer experimentalmente lo que será, puesto que éste es el gran peligro del cual Jesucristo vino a advertirnos muy seriamente, y Él mismo declaró que vino a padecer en la cruz del Calvario y resucitar, para poder librarnos de ello. De tal gravedad lo consideraba, y Él conocía muy bien las cosas del más allá. E. Pero yo le repito que no creo que Dios vaya a castigar en la otra vida sino a personas muy culpables, pero no a individuos honrados como usted o yo. R. Lo que usted crea, ni lo que yo crea, no nos librará, si Él nos considera indignos de entrar por nuestros méritos en regiones de absoluta santidad. Que no seamos tan malos como otros es bien posible; pero tampoco somos perfectos. Ni usted ni yo hemos cumplido el primer mandato de la Ley de Dios, que dice: “Amarás a tu Dios sobre todas las cosas y a tu prójimocomo a ti mismo”. No hemos amado a los menos afortunados que nosotros, como a nosotros mismos; hemos sido esclavos de nuestro egoísmo. Y en cuanto a la primera parte del mandato divino “amarás a Dios sobre todas las cosas”, ¿no cree que la propia despreocupación que usted ha manifestado hace un momento, es ya una ostensible ofensa para el Autor de todos los bienes de que disfrutamos? El apóstol Pablo, refiriéndose a los paganos de tiempos pasados, dice: “Y como ellos no tuvieron a bien el reconocer a Dios, Dios les entrego a una mente reprobada para hacer cosas impropias” (Romanos 1:28), luego cita una lista larga de cosas malas que los hombre han hecho, y aunque muchas de las tales cosas no pueden ser atribuidas ni a usted ni a mí, dice el mismo apóstol: “No hay justo ni aun uno, no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios” (Romanos 3:10). De modo que el no buscar a Dios es ya en sí una impiedad, porque significa culpable ingratitud. Y hablando el mismo apóstol a los sabios de Grecia, en su Areópago de Atenas, después de explicarles que Dios es el Espíritu infinito que da a todos vida y aliento y todas las cosas, añade que lo ha hecho para que los hombres busquen a Dios: “Si tal vez palpando pueden hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros” (Hechos 17:27), y en Amós 5:4 leemos: “Así dice Jehová: “Buscadme y viviréis”. E. ¿Y cómo se puede buscar a Dios si nunca le hemos visto ni nadie le puede ver? R. A Dios, en su esencia, ciertamente no podemos verle, pero tenemos el deber de buscarle a través de la revelación que Él ha hecho de sí mismo, de un modo muy especial, mediante el Verbo encarnado, que en palabras humanas llamamos su Hijo Jesucristo. En Juan 1:18 leemos: “A Dios nadie le vio jamás, el unigénito Hijo que está en el seno del Padre, Él le ha dado a conocer”. E. Pero hay tantas religiones y tantos modos de pensar acerca de este gran misterio, que es muy difícil saber dónde está la verdad. R. Es cierto, a causa de la influencia del maligno que ha inculcado toda clase de ideas extrañas en las mentes de los hombres, como dice el apóstol Pablo:”Pero si nuestro Evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; en los cuales el Dios de este mundo cegó los pensamientos de los incrédulos, para que no les resplandezca la iluminación del Evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios” (2ª Corintios 4:4). E. Yo no niego la existencia de Dios, pero si existe debe haberse olvidado ya de este mundo, pues los mismos elementos de la Naturaleza, que parecen bien ordenados para beneficio de los seres vivos, a veces producen mucho mal cuando se desatan en terremotosy ciclones, inundaciones o incendios, y obran sin misericordia. Si existiese un Dios sabio y bueno detrás de estos elementos, esto no ocurriría. R. Usted reconoce a un Ser que obró con benéfica sabiduría al ordenar este mundo y que actualmente parece estar desatendido de Él, porque no evita ca-tástrofes naturales. Entonces usted no quisiera queDios hubiese dictado a la materia leyes fijas y permanentes. ¿Cómo quisiera entonces que mantuviese Dios el equilibrio del Universo? Todos sentimos que es un gran beneficio para los seres vivos la existencia del agua, precioso elemento que no se encuentra en los planetas vecinos a la Tierra,pero en ciertas circunstancias, un exceso de lluvia puede causar inundaciones. Del mismo modo, ¿quién dejará de bendecir a Dios por el aire que respiramos,que sirve para tantas cosas útiles en el orden de lacreación (véase lo dicho en páginas 82 y 83), por másque de vez en cuando un ciclón cause devastaciones en alguna parte de la Tierra. ¡Cuántas veces podemos dar gracias a Dios por elfuego que nos calienta, y nos ayuda a cocer los alimentos, y a ablandar y transformar la materia sólida delos metales, por más que alguna vez causa daño, alproducirse un incendio! E. Pero si existe Dios debiera intervenir en tales casos. R. Entonces quisiera que Dios efectuase milagrosa cada momento en que nosotros hemos tenido undescuido, y que no hubiese dejado las leyes de laNaturaleza obrar por sí mismas. E. Exactamente. Esto es lo que quisiéramos todos los que estamos en duda acerca de la religión. O, de otro modo, que hiciera aparecer letras de fuego en los cielos que indicaran cuál es la religión verdadera. R. Y ¿en qué lengua quisiera usted que fuera redactado tal letrero en un mundo donde existen millares? Además, si Dios obrara de este modo, usted sería el primero que se sentiría esclavizado, por tener que practicar alguna religión por la fuerza. ¿No comprende que de semejante modo no sería factible la prueba del amor, la fe y la gratitud, que Dios quiere despertar y mantener en Ios corazones de un número de hombres y mujeres por los siglos de los siglos? En cierta ocasión en que los paganos querían rendir culto al apóstol Pablo, a causa de un milagro que había hecho, creyendo que era el Dios pagano Júpiter,el apóstol Pablo y su compañero Bernabé tuvieron que protestar diciendo: “Varones, ¿por qué hacéis esto?, pues nosotros somos hombres de igual condición que vosotros,que os anunciamos que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo que hizo el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay; el cual, en las generaciones pasadas, ha dejadoa todas las gentes andar en sus propios caminos; si bien nose dejó a sí mismo sin testimonio haciendo bien, dándonoslluvias del cielo y estaciones del año fructíferas, llenandode sustento y alegría nuestros corazones”. “Y diciendo estas cosas –relata el evangelista Lucas–, a duras penas lograron impedir que la multitud les ofreciese sacrificio.” “Pero entonces –continúa explicando el escritorLucas–, vinieron de Antioquía y de Iconio unos judíos quepersuadieron a la multitud, los que cambiaron inmediatamente de parecer (creyendo, sin duda, que en lugar de serun dios, era un mago poseído de poderes infernales); ydespués de apedrear a Pablo le arrastraron fuera de la ciudaddejándolo por muerto” (Hechos de los Apóstoles 15:14-20).
Posted on: Fri, 08 Nov 2013 20:22:16 +0000

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