1995, recuerdo aquel día como hoy en que llegaba por primera vez - TopicsExpress



          

1995, recuerdo aquel día como hoy en que llegaba por primera vez a la universidad e inmediatamente, como algo predestinado por una fuerza superior, conocí una dama, que marcó mi vida eternamente. Si describo como me sentía a su lado, como extrañaba su ausencia parecía que doy una definición de lo que es el amor y verdaderamente así es, solo que era un extraño tipo de amor, de esos que no aparecen, de esos que sólo ves en una película y cuyas acciones son intencionadas para evocar ciertos tipos de sentimientos. Su nombre es Yadira, me reservo el apellido para evitar confusiones. Todavía no olvido ninguna de las experiencias que pasé a su lado, era un tesoro que no quería perder. Habría dado un brazo con tal de ver esa sonrisa que brillaba como el sol de verano. Siempre teníamos historias que compartir, momentos gratos, una clase de que hablar. Algunas veces hablábamos de su esposo, de su mejor amigo Kilvio, algo que siempre me producía cierto nivel de celos; pues si Kilvio era su mejor amigo, qué era yo? La universidad se volvió el lugar más placentero para mí, no por las clases, no por los profesores, sino porque significaba que tendría la oportunidad de estar con Yadira. Un día una de las compañeras de la universidad hizo una fiesta en su casa, no sé si era una madre de despedir el curso de inglés, o que éra pero lo que si recuerdo es que la anfitriona insistía en bailar conmigo y me puse de todos los colores. No quería bailar, no quería alejarme de Yadira, no quería hacer un espectáculo y no dar lo mejor de mí. La anfitriona se fue tornando furiosa y seguía intentando una y otra vez hasta que desistió. Sin embargo Yadira sin decir una palabra, me pidió bailase con ella y todo era distinto, no me importaba hacer el ridículo, no me importaba lo que pensara nadie. Se trataba de Yadira y no podía decepcionarla. Sólo me puse de pie y anfitriona dándose cuenta que con Yadira la cosa era distinta se enojó tanto que en el rostro se le veía el deseo de echarnos de su casa. Robert, el profesor de inglés notando que pasaba mucho tiempo a su lado me aconsejó que me alejara, que su esposo era teniente o algún otro rango militar. Le expliqué que todo aquello aunque tenía apariencia de otra cosa era sólo una amistad. Entendía perfectamente su preocupación. Por los demás estudiantes me había enterado de los rumores de lo iracundo que era su esposo y que además de tener un alto rango era una persona de un físico de esos que dan miedo. De esos que tienen apariencia de proyecto de laboratorio que salió mal. Pero no me importaba, aunque tenía miedo solo me interesaba una cosa y era estar cerca de ella. Con el tiempo el destino buscó la manera de separarnos. Aunque teníamos una amistad especial nunca ni por solo un segundo le insinué nada. Nunca ella me insinuó nada. Era una amistad que a veces cierro los ojos y pienso que tuvo que ser un sueño, que no fue real. Hace unos días estaba sentado delante del supermercado Empo mientras esperaba que Clara hiciera la compra. Pasó caminando, nos saludamos y mientras seguía esperando escribí esta historia. No creo que exista la posibilidad de una amistad así, aunque lo pude experimentar en mi propia vida. Vivimos en unos tiempos de tanto interés que dudo que pueda haber una amistad tan fuerte y tan desinteresada. No hubieron besos, no hubieron intercambios físicos más allá de los de amistad. Pero aun así parecía que estar lejos de Yadira era como estar en un salón sin aire. Habría dado lo que sea por verla sonreír. Tienes un amigo o una amiga así? O quizás estaba enamorado de Yadira y nunca tuve el valor de decírselo. Aunque no creo. Me conozco demasiado bien. Quizás es que ella era tan especial que producía ese tipo de reacción en las personas. Su esposo nunca me dio un tiro por cierto :D
Posted on: Wed, 14 Aug 2013 01:27:20 +0000

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