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2 / Junio, 2013 (2) lectura Estudiante Adriana Carvajal Recomendaciones para el soporte nutricional y metabólico especializado del paciente crítico. Actualización. Consenso SEMICYUC-SENPE: Valoración del estado nutricional. Autor: S. Ruiz-Santana,Revista: Medicina Intensiva Año de publicación: 2011.SEMICYUC: Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias. SENPE: Sociedad Española de Nutrición Parenteral y Enteral. RESUMEN La monitorización del estado nutricional en el paciente crítico tiene varios objetivos, entre ellos valorar el estado nutricional al ingreso a UCI e identificar a los enfermos que pueden beneficiarse del soporte nutricional. El peso mide el total de los componentes corporales. Son signos de malnutrición una pérdida involuntaria de peso superior al 10% en los últimos 6 meses o un peso actual por debajo del 90% del peso ideal. El Índice de Masa Corporal (IMC) relaciona el peso y la talla. IMC por debajo de 18.5 kg/m2 en indicativo de malnutrición y se asocia con un aumento de la mortalidad en pacientes quirúrgicos. IMC mayores a 30 kg/m2 indican malnutrición por exceso. Los pacientes con IMC elevados presentan mayor riesgo de desarrollar síndrome de distrés respiratorio agudo y tienen estancias hospitalarias prolongados en comparación con los pacientes con IMC normal. El pliegue del tríceps y la circunferencia del brazo tienen escasa utilidad en la valoración nutricional del paciente en estado crítico. La Valoración Subjetiva Global (VSG) del estado nutricional es un indicador de malnutrición y puede predecir la evolución del paciente en UCI si es realizada por personal experto. De otro lado, los parámetros bioquímicos están condicionados por la respuesta del organismo al estrés metabólico y por condiciones no nutricionales del paciente crítico. La medición de albúmina es el parámetro bioquímico más utilizado en la valoración nutricional, una reducción en sus valores normales se asocia con aumento en la incidencia de complicaciones y en la mortalidad. Su valor al ingreso tiene gran valor pronóstico, pero es poco sensible a los cambios agudos por su vida media que puede llegar a 20 días. Por su parte, la prealbúmina, tiene una vida media de solo 2 días, lo que la convierte en un parámetro de evolución y seguimiento más sensible a los cambios en el estado nutricional. La cuantificación se los niveles séricos de colesterol también es de utilidad, pues la hipocolesterolemia puede indicar malnutrición en pacientes críticos y está relacionada con aumento de la mortalidad. Los parámetros de función muscular pueden estar alterados en el paciente crítico por el uso de sedoanalgesia, relajantes musculares, miopatías o polineuropatías. Los parámetros de función inmunológica incluyen disminución de recuento total de linfocitos (menos de 1500), entre otros, y se asocian con la malnutrición. El balance energético (calorías prescritas menos las calorías administradas) es una herramienta útil, pues una balance negativo persistente se asocia con resultados no deseados. Los parámetros que se han usado para evaluar el estado nutricional del paciente en estado crítico son de gran utilidad para determinar su estado de nutrición al momento del ingreso a UCI, ya estando allí, pierden su utilidad al ser condicionados por las situaciones propias del estado de salud.
Posted on: Wed, 03 Jul 2013 04:35:06 +0000

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