24 de octubre de 2013 | La última víctima de Priebke: su nieto - TopicsExpress



          

24 de octubre de 2013 | La última víctima de Priebke: su nieto reclama sacarse el apellido “¿Por qué llevar un apellido que me hace mal y le hace mal a la gente?”. La pregunta parece inocente, ingenua. Sin embargo, en boca del nieto del último jerarca nazi fallecido hace pocas semanas tiene una profunda connotación humana. Aún más, dicha en una ciudad como Bariloche, donde existió y perdura una notable labilidad en la condena del holocausto, y muchos altos oficiales del Tercer Reich vivieron sin ser molestados. Tomás Erick Ramón Priebke Ortiz tiene 23 años. Sufre el estigma de llevar el apellido del ex integrante de las SS, responsable de la masacre de las Fosas Ardeatinas. “Yo no soy así”, dice y el dolor de la historia le pesa para decir “nazi”. Decidido a sacarse el apellido y el segundo nombre, Tomás eligió a ANB para dar su testimonio. Link: Video de la entrevista a Tomás Tomás recibió a ANB y contó su historia 1 / 3Tomás recibió a ANB y contó su historia La reinstalación del apellido Priebke en la prensa local y mundial debido al fallecimiento del ex jerarca nazi, y los dichos de su padre -“por mí que lo entierren en Israel”- fue demasiado para el joven Tomás. Con una dura infancia a cuestas debido al abandono paterno y el estigma de portar el apellido del ex oficial de las SS, resolvió iniciar el trámite para quitarse de encima lo último que lo une a esa parte de su familia. Tomás Erick Ramón Priebke Ortiz quiere ser Tomás Ramón Ortiz. Dejar atrás el señalamiento y “hacer una vida normal”. ANB se contactó con él, y a pesar de su timidez y las dificultades de abordar un tema tan complejo, aceptó mantener una extensa charla. A mitad de camino entre la necesidad de remarcar que no tiene “nada que ver” con la ideología nazi; la vergüenza por el dolor provocado por su abuelo; y la convicción que las dificultades para encontrar trabajo están relacionadas con su apellido, se pregunta: “¿Por qué llevar un apellido que me hace mal y le hace mal a la gente?”. Erich Priebke, en 1944, fue uno de los ejecutores de la masacre de las Fosas Ardeatinas, en la que murieron 335 italianos, durante la ocupación alemana en ese país. A los 23 años, en 1936, el criminal nazi se enroló en las temidas SS. A la misma edad, Tomás recibió a ANB para intentar empezar a cerrar la herida abierta casi 78 años antes. La carga de su historia le permitió romper rápidamente la distancia que impone su carácter introspectivo. ANB: ¿Tomás, porqué tomaste la decisión de sacarte el apellido Priebke? Tomás: Porque la muerte de mi abuelo, la verdad que sentí que no trajo paz, pensé que la gente iba a sentir un poco más de paz o que iba a dar un respiro a tanto dolor, y la verdad que no. Entonces dije: ¿para qué llevar un apellido que a mí me hace mal?, porque si le hace mal a la gente… no tiene sentido, llevar una etiqueta. ANB: ¿Una etiqueta que sentís que no tiene que ver con vos?, ¿cómo viviste todos estos años con ese apellido? Tomás: Lo que ocurrió con el apellido es que no me siento identificado, porque ni soy así como tiene la historia el apellido, ni tampoco tuve mucha relación con mi familia. Mi vieja se separó cuando yo tenía dos años, y no tengo prácticamente contacto. Tomás padeció no sólo el estigma de llevar el apellido Priebke sino el abandono “moral y económico” de la familia paterna. Ni el ex jerarca nazi Erich ni su padre Jorge Priebke apoyaron a Tomás y su madre. Por el contrario, a pesar del buen pasar económico que ostentaron y aún disfrutan, el joven y su mamá tuvieron que vivir en un colectivo abandonado y “vender pan para comer”. “Me hubiera gustado no tener que pedirle nada a mi padre”, confió. Sin embargo, no es la falta de ayuda económica la que cuestiona Tomás. ANB: ¿Con tu papá no tuviste prácticamente contacto? Tomás: No, no. ANB: Tu papá y tu abuelo ¿los acompañaron a tu mamá y a vos? Tomás: No, tampoco. Mi abuelo por la extradición (fue llevado a Italia cuando tenía 5 años). Y mi papá tampoco. No estoy hablando de la parte económica, porque la parte económica no sería nada. La gente piensa que hay toda una fortuna atrás, que creo que es mentira. Lo injusto es que mi mamá se enfermó y como no pudo trabajar, ella siempre tuvo que pedir, fue tan tedioso. Me hubiera gustado no tener que pedirle nada a mi papá. Y que mi mamá pueda haber hecho vida de mujer normal. Es una cuestión de apoyo moral. Si bien se necesita dinero para comer o para vestirse, pero me parece que el apoyo moral es muy importante sobre todas las cosas. ANB: Fue un padre ausente, en ese sentido…. Tomás: Si, lamentablemente sí. ANB: En relación a la cuestión de tu abuelo, ¿la decisión de sacarte el apellido la tomaste cuando falleció, hace unos 10 días? ¿O ya la venías meditando? Tomás: No, ya la venía meditando, pero es tema muy delicado y… lo que sí me detonó (fue que) le habían preguntado a mi viejo, a dónde pensaba enterrarlo, porque ni Argentina, ni Alemania, ni Italia querían hacerse cargo. Dijo que por él lo lleven a cualquier lado, a Israel, y... yo no estoy de acuerdo con lo que dijo, porque se sigue lastimando gente, otra vez. Me parece que lo más apropiado hubiera sido no decir nada, no dar notas directamente. Cuando el periodista dice (en la nota) que (Jorge Pribke) es fiel a su ideología nazi, me cayó pesadísimo. Yo no quiero que me relacionen en ningún momento, porque no soy así. Me cayó muy pesado entonces pensé en tomar la decisión de darte la nota para que la gente vea... ANB: Que no tenés que ver con aquello… Tomás: Claro, es que tengo miedo que en un momento se me relacione, sería imposible, pero... Las versiones sobre una cuantiosa herencia, la propiedad de un edificio en Bariloche, no hicieron retroceder al joven sobre su decisión. Elije la tranquilidad por sobre el posible beneficio económico por portar el apellido Priebke. Es que... Tomás: Es como que todo el tiempo siento que la gente me quiere remarcar, o decir algo. Entonces no, quiero hacer una vida normal. De hecho en todo momento me relacionan con esa gente. No puedo ir a un lugar público porque saben quién soy. Es como que no me ven como Tomás, sino como el nieto de. ANB: Todos estos años, Tomás, ¿te ha traído inconvenientes llevar el apellido? En tu vida cotidiana, con las cuestiones laborales, de estudio, de relaciones... Tomás: En la primaria, yo no me acuerdo muy bien si era primer, segundo o tercer grado. Pero me acuerdo que unos chicos o chicas me decían que sí se veían afectados por mi apellido. Que su familia había sido afectada por el apellido. O sea, que mi abuelo le había hecho daño a su familia en el pasado. Y me pareció totalmente cruel, pensando ahora con uso de razón, que era muy macabro porque chicos de 5, 6, 7 años, no procesan eso, venía de los padres. Entonces me parece que hacer sentir mal a una persona, a un nenito de 7 años, me parece cruel. ANB: ¿Y ya de grande tuviste más conciencia de lo que te estaban diciendo cuando te decían eso? ¿Te paso, en la secundaria, universidad, algún laburo? Tomás: La historia me parecía tan fuerte que me sobrepasaba. Lo leía en Wikipedia y en los medios, y me parecía tan fuerte que yo decía no, no lograba procesar realmente. Porque uno no se imagina realmente, es como muy fuerte. Entendía el daño que había hecho, pero es como que no... ANB: No terminás de dimensionar lo que significa. Tomás: Claro, exactamente, y tampoco tenía ganas que me lo hagan saber. ANB: ¿Cómo sentís que te trata la sociedad de Bariloche? Tomás: Nunca recibí maltratos directos, excepto en la escuela. Pero siento que la gente cuando se entera, piensa que se puede meter en mi vida y que paso a ser una persona pública. Y como que las cosas cambian, ya no es lo mismo cuando se enteran. Me conocen, ven que soy una persona bastante agradable, saben el apellido y las cosa cambia. Siento que cambia la relación. “Ahh, sos Priebke”, como que se transportan al pasado y ya no soy yo. En 1995 Erich Priebke fue extraditado a Italia, donde, tras un juicio con amplia repercusión, fue condenado a cadena perpetua por su responsabilidad en la masacre de las Fosas Ardeatinas. Tomás tenía 5 años. ANB: ¿Qué recuerdo tenés de tu abuelo, en esa corta infancia antes que lo extraditen? Tomás: Lo que pasa es que estaba con prisión domiciliaria. No tengo fotos ni recuerdos con él. ANB: ¿Y tu viejo, que decía del tema? Tomás: Lo que pasa es que desde que tengo dos años no lo veo, y tengo 23. ANB: ¿Tu mamá que opina de tu decisión de sacarte el apellido?, ¿está de acuerdo? Tomás: Mi mamá no opina sobre el tema, dijo que no quiere hablar. Que no quiere meterse. Que yo ya tengo 23 años, que es una decisión mía, que haga lo que quiera. ANB: ¿Tuviste algún contacto con la comunidad alemana de Bariloche? Tomás: No, no conozco a nadie, no me meto con nadie, estudio. No milito políticamente, no tengo religión. Vivo en mi mundo. ANB: ¿Cómo encaraste la situación desde el punto de vista legal para sacarte el apellido? Tomás: Contacté a una abogada, le conté y le dije que no quería herir a nadie. Si bien no le hago nada a nadie por tener un apellido, dije “quiero cortar con tanto dolor, darle un cierre a esta historia”. Porque siento como que no se termina. ANB: ¿Cómo pensás que va a tomar tu padre tu decisión de sacarte el apellido Priebke? Tomás: Yo creo que no le va a importar. Me parece que si no le importe nunca yo, no le va a importar. Como prácticamente no lo conozco... es muy duro. ANB: Se conoció hace unos años que estaban en una muy difícil situación económica, vivían con tu madre en un colectivo alquilado. ¿Mejoró esa situación ahora? Tomás: Mejoró porque trabajé, y me ocupé de salir adelante por mis propios medios. Me parece normal y correcto. Si bien hay poco trabajo, hoy no consigo y pienso: “¿No será por el apellido…?”. Lamentablemente es lo que yo pienso. Se asoma a la historia con cuidado, sabedor del dolor, pero aún así evitando definiciones tajantes que, tal vez, crea que puedan abrir otras heridas. ANB: Cuando creciste y supiste quién era tu abuelo, ¿te interesó el tema, averiguaste sobre el nazismo? Tomás: No, la verdad siempre me pareció tan fuerte, que ni miro. No me parece interesante un tema así, no por desprestigiar la historia. Pero prefiero no. ANB: ¿Qué opinas de las declaraciones de tu padre que dijo que a tu abuelo lo “entierren en Israel”? Tomás: Fueron un poco desafortunadas. Yo no opinaría de un tema tan delicado. Es como si su papá lastimó gente en el pasado y él sigue… hay que ponerse en el lugar de los otros. ANB: Evidentemente tenés conciencia lo que significa ser el nieto del ultimo jerarca nazi, que además tras su muerte se demostró que nadie quiere recibir su cuerpo. ¿Qué te dice todo eso? Tomás: No me puedo poner a trabajar ni a favor ni en contra de nadie, cada uno tiene conciencia. Quería que se demuestre públicamente que no quiero saber nada. Darle un corte. Más que sacarme el apellido no puedo, no me pidan más nada, porque más no puedo hacer. “Más no puedo hacer”, dijo. Sacarse el apellido. Dejar de ser Priebke. Nada más. Y nada menos. (ANB – Producción, reportaje y fotos Santiago Rey, Carolina Cohen, Daniel Ortiz)
Posted on: Fri, 25 Oct 2013 04:36:40 +0000

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