3. El Matrimonio de Job se va Desmoronando Esta tercera prueba - TopicsExpress



          

3. El Matrimonio de Job se va Desmoronando Esta tercera prueba fue aún más difícil, el tornillo se fue apretando aún más fuertemente. Job tenía un matrimonio feliz; de no ser así, no hubiera tenido esta buena reputación. Sin duda alguna, la fidelidad de Job al Señor y su irreprochable manera de vivir también se debían a la buena influencia de su esposa. La esposa tiene una inmensa influencia en el matrimonio, ya sea para bendición o para maldición. Acab jamás habría tenido un fin tan horrible, si no hubiera sido influenciado por su esposa Jezabel. Sansón jamás habría caído de tal manera bajo el poder del enemigo, si no hubiera sido sucumbido por la influencia de Dalila. Salomón jamás habría sido abandonado por el Señor, si no hubiera escuchado a mujeres extranjeras.. Pero encontramos en la Biblia también a mujeres que ejercieron una influencia bendecida, por ejemplo Abigail, que hizo desistir a David de la idea de matar a su marido Nabal (1º Samuel 25:18-35). ¿Y la esposa de Job? Hasta ese momento había ido completamente por el camino de su esposo. Pero de repente todo se derrumbó encima de ella. Había vertido sus lágrimas delante de las tumbas de sus diez hijos hasta quedar secos sus ojos. Materialmente, su esposo estaba completamente arruinado, y ella con él. Pero lo que era todavía más grave: vio a su esposo sentado en la ceniza y hecho un desastre. Entonces sucumbió al resentimiento y a la rebelión, y se puso contra su esposo Job diciéndole: "¿Aún retienes tu integridad? Maldice a tu Dios, y muérete" (2:9). En otras palabras: "De qué te sirve ahora toda tu fe? ¡Ahora que viene la tribulación, Dios no te ayuda!" En silenciosa desesperación, levantó el puño contra el cielo y se apartó de Dios. ¿Cómo reaccionó Job a esta tercera prueba? Le hirió como un rayo, pues amaba a su esposa. Pero su reacción fue divina. Desde su montón de ceniza, con toda claridad y severidad le dijo en plena cara a su mujer: "Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado". Con esto, le volvió la espalda y se aferró aún más resueltamente al Señor. Al actuar así, practicó ya de antemano al mandamiento del Señor Jesús, que El expresó en Lucas 14:26: "Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aún también su propia vida, no pude ser mi discípulo." Como anticipo: ¿Fue destruido el matrimonio de Job por su dura actitud? No, al contario, fue salvado. El que en la prueba escucha más a carne y sangre que al Señor, aunque concierna al propio esposo o esposa, al fin y al cabo destruye justamente por eso la convivencia. La autenticidad de la entrega de Job al Señor fue probada de esta manera en todas las áreas de la vida: material, familiar, física y en la felicidad matrimonial. Cuando estos cuatro factores vitales se derrumbaron en la vida de Job, algo se destacó de manera radiante: ¡Job siguió aferrado a su Señor! El Señor era el Primero en su vida. ¡El oscuro propósito que Satanás tenía para Job, al fin y al cabo llevó a la glorificación del Señor, pues Job siguió aferrado a su Dios! https://facebook/photo.php?fbid=473337096076819&set=a.266941543383043.62491.181051135305418&type=1&relevant_count=1
Posted on: Wed, 05 Jun 2013 21:31:32 +0000

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