35 Yo estaba hablando con una mujer, hace poco. Yo he dicho esto, - TopicsExpress



          

35 Yo estaba hablando con una mujer, hace poco. Yo he dicho esto, esta posición, otra vez. Es un pueblo que dice que cree en la sanidad Divina; es creencia psicológica y mental, creer “mente sobre materia.” Y ellos no creen que Jesús era Divino. Y ellos decían que, “Él era un buen hombre, pero era un maestro y un filósofo, pero no podría ser Divino.” 36 Yo dije, “Si Él no era Divino, era el engañador más grande que el mundo ha tenido jamás. Sí, señor. Uno no puede sacarle nada menos que sea Divino.” 37 Ella dijo, “Si yo le pruebo, por su propia Biblia, que no era Divino, ¿usted lo acepta?” Dije, “Usted no puede probarlo por la Biblia que leo yo.” Ella dijo, “Bueno, le mostraré.” Dije, “Está bien.” 38 Ella dijo, “En San Juan, el capítulo 11,” dijo, “la Biblia dijo, cuando Jesús fue a la tumba de Lázaro, ‘Lloró.’” Dije, “Claro.” Ella dijo, “Bueno, ¿cómo podría llorar, siendo Divino?” 39 Yo dije, “Bueno, usted solamente no ve que era Él. Cuando fue a la tumba, llorando, era un Hombre. Pero cuando juntó sus pequeños hombros y dijo, ‘Lázaro, ven fuera,’ y un hombre que había estado muerto cuatro días se levantó de la tumba, esto fue más que un hombre. Esto era Dios en un Hombre.” ¿Ven? Correcto. 40 Él era un Hombre cuando bajó de la montaña, tenía hambre y buscaba comida en un árbol. Él maldijo al árbol porque no tenía comida. Él era un Hombre cuando tenía hambre. Pero cuando tomó cinco panes y dos pescados y alimentó a cinco mil, tomó siete canastos llenos, esto fue más que un Hombre. Esto fue Dios en un Hombre. Y Dios solamente se representa en el hombre. Él escogió al hombre. 41 Cuando Él estaba acostado allí en aquel barco esta noche. Donde, la virtud salió de Él, todo el día, predicando y la gente jalándole, discerniendo y así. Y la tormenta estaba en el mar. Supongo que diez mil diablos juraron que podían ahogarlo en esta noche, cuando estaba acostado allí atrás, dormido en la parte de atrás del barco; ellos volteando allí como un corcho allí en el gran mar en algún lugar. Él era un Hombre cuando estaba cansado, acostado allí, dormido. Así es. Pero una vez que Lo despertaron, puso Su pie en la proa del barco, miró hacia arriba, dijo, “Calla, enmudece,” esto fue más que un Hombre allí. Sí. Esto era Dios en un Hombre. 42 Él era un Hombre cuando murió en la cruz, suplicando piedad. Él era un Hombre. Pero cuando rompió los sellos de la muerte, el infierno y la tumba, y se levantó el tercer día, Él comprobó que era más que un Hombre. Era Dios en un Hombre. No me sorprende, cualquier hombre que alguna vez llegó a ser algo creía esto. Todos los poetas y todos que llegaron a ser algo creían esto. Así es. Él era más que un Hombre. Él era Dios. 43 Ahora, Dios, en Su Propio Hijo, construyó un cuerpo en el cual Él vivía, tabernaculado, cambió Su ramal. Solamente piense. Jehová acostado en un pesebre, sobre un montón de estiércol en un establo, llorando como un pequeño bebé. Estas manitas de bebé, el pequeño Jehová bajando y velándose en esta forma. Mire a Jehová afuera jugando, cuando era un joven. Mire a Jehová construyendo en el taller de un carpintero. Jehová colgado en la cruz. Luego, cuando se levantó, Él probó que era Jehová. Así es. “Dios, en Cristo, reconciliando consigo al mundo.” Él era más que un filósofo. Él era más que un profeta. Él era Emanuel. 44 Ahora, en esta noche, nosotros vamos a acercarnos a este, un tema aquí. Bueno, acabamos de leer las Escrituras. Y vamos a tomar esto para un texto: Y cuando les fueron abiertos los ojos, le reconocieron. 45 Ahora, nuestra escena empieza en un tiempo hermoso, o un escenario, era como en este tiempo del año. Era en una Pascua. Y era la primera fina Pascua. Y Jesús había resucitado de la muerte, en la primavera, de Pascua, viviendo otra vez entre la gente. Y muchos, quienes Lo amaban, no lo sabían. 46 Y así es como es hoy en día. Hay muchas personas que Lo aman, que no pueden creer realmente que Él esté con nosotros ahora. Ellos, solamente no lo pueden comprender. 47 Ellos, sí, muchos de ellos en aquel día, quienes habían caminado y hablando con Él, no podían comprender que Él había regresado de la muerte, aunque tenían testigos, habían ido a la tumba y así, y sabían que Él se había levantado de la muerte, pero aún así no podían creerlo. ¿Por qué? Me pregunto de por qué. Ven, eso es muy extraño. ¿Ven? Hay…es demasiado extraño. 48 Y usualmente Dios está en las cosas extrañas. Son las cosas extrañas que le hacen Dios. ¿Ven? Eso es lo que le hacen lo que es, son las cosas extrañas que hace. 49 Ahora, era normal cuando José, antes del nacimiento, cuando encontró a María; su hermoso cariño con la cual estaba comprometido, para casarse. Él se enteró que ella iba a ser una madre, sin estar casado. Entonces ella, sin duda, le había contado de la visita de Gabriel, el Ángel. Y José era un hombre justo. Él era un buen hombre. Y él era. Él quería creerle. Yo podría imaginar que le amaba con todo el corazón, viendo aquella dama hebrea y le miraba en los ojos y cuando ella dijo, “José, querido. El gran Ángel, Gabriel, me visitó y dijo que ‘el Espíritu Santo vendría sobre mí.’ Y la Cosa Santa a la cual yo daría luz, sería de mí, sería llamado ‘el Hijo de Dios.’” 50 Ahora, él quería creer esto. Pero nunca había pasado nada parecido a esto, entonces era demasiado extraño. Y, miren, esto era un hombre justo, un buen hombre, en la Escritura diciendo que “una virgen concebiría,” y él no entendía. ¿Ven? La Escritura había dicho que Cristo nacería así, todavía José no podía entenderlo, porque era demasiado extraño. 51 Ahora, en estos días no tenían profetas. El hombre era…Ellos no habían tenido profetas en cientos de años, y entonces Dios trató con él en un sueño. Un sueño es una manera secundaria. La manera correcta siempre es la Palabra, primero. Ahora, Dios tiene una manera de probar si Su Palabra es correcta o no. O donde había… 52 En el Antiguo Testamento, Aarón tenía doce piedras, las piedras del mes, en su peto aquí. Y ellos lo colgaban en el poste en el templo. Si un profeta profetizaba, o un soñador contaba un sueño, le llevaban a este, lo que se llama, como lo conocen los ministros, el Urim Tumim. Y entonces, esta, cuando este soñador contaba su sueño, o el profeta contaba su profecía, y luces sobrenaturales no brillaban sobre esto, para hacer el Urim Tumim, entonces no me importa que tan real se oía, estaba equivocado. El Urim Tumim tenía que testificar que estaba correcto. Bueno, esto, ahora, el sacerdocio de Aarón se había quitado, y el antiguo Urim Tumim. 53 Pero Dios todavía tiene un Urim Tumim y esto es la Palabra. Si un profeta profetiza, o un soñador tiene un sueño, y es contrario a aquella Palabra, no me importa que tan real se oye, olvídelo. Esto es el Urim Tumim de Dios. Eso es. Y Esto tiene que contestar que es la verdad. Esto, Dios interpretaba Su Propia Palabra. 54 Entonces, Dios no tenía ningún profeta en la tierra, en aquel día, entonces Dios habló con José en la manera secundaria. Mostrando que, si no hay nada presente que debería manifestarle, Dios puede obrar por medio de cualquier cosa, cualquier cosa que Él ha prometido. ¿Ven? Él podría obrar en un sueño. Si no había ningún profeta, entonces Él podría obrar en un sueño. 55 Entonces no importa lo que sean nuestros pequeños dones, Dios puede hablar con nosotros en cualquiera manera que Él quiera, pero tiene que ser con la Palabra. ¿Ven? Tiene que estar de acuerdo con la Palabra. 56 Ahora, nos damos cuenta que su sueño estaba de acuerdo con la Palabra, porque Isaías dijo, “Una virgen concebirá,” y así fue. Su sueño estaba de acuerdo con la Palabra, y esta era la que había concebido. Y luego cuando el Espíritu del Señor, el Ángel del Señor, le apareció a él, en este sueño, y dijo, “José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.” Pues, esto lo arregló. 57 Él era un hombre justo. Él quería creerlo. Él quería creerlo, pero era tan extraño para él. 58 Y si un hombre quiere creer cualquier cosa, y la Verdad está delante de Él, Dios hará alguna manera de vindicar esto, para probar que es la Verdad. Dios está obligado hacerlo, porque por eso le salvó, ellos que están ordenados a la Vida. 59 Ahora, nos enteramos que la cosa extraña era la cosa que no podían comprender. Y esta resurrección era extraña. 60 Ellos, y aún así, si ellos se hubieran dado cuenta, era Su Palabra prometida. Él le había dicho, dijo, “El Hijo del hombre sube hasta Jerusalén, y sufrirá muchas cosas de parte de los gentiles, le entregarán a ellos para que le crucifiquen, y será enterrado; mas al tercer día resucitará.” ¿Ven? Él dijo, también, “Como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y noches, así estará el Hijo del hombre en el corazón de la tierra tres días y noches.” David, uno de sus profetas, profetizó, dijo, “No dejaré Su alma en el Seol, tampoco dejaré que Mi Santo vea corrupción.” ¿Ven? Y todos los profetas hablaron de Él. 61 Y parecía que estos discípulos, aún, parecía que ellos hubieran, ellos lo hubieran reconocido, y debían haber sabido esto. Pero, ven, les fue ocultado. Y la Palabra prometida a ellos, y aún no lo reconocieron. ¿Ven? Fue cumplido, exactamente lo que Él dijo que iba a pasar, lo que el Antiguo Testamento dijo que iba a pasar. Fue cumplido perfectamente, y aún así no lo entendieron. 62 Noten, mientras ellos se iban ahora, dos de ellos, Cleofas y su amigo estaban en camino a Emaús. Y era el domingo por la mañana. Entonces ellos estaban en camino allí, platicando. Ellos estaban pasando por la calle, muy tristes. Vaya, realmente estaban desilusionados de algo, parecía como un velo. 63 Y Dios deja que cosas así pasen. Él hace esto a propósito, solamente para probarle. Ahora déjenme ponerle esto delante de ustedes, correctamente, para que entiendan que cada hijo que viene a Dios tiene que ser entrenado como un niño. Él tiene que ser probado; cada hijo. Si uno nunca es probado, no es un hijo. Si uno no puede aguantar el castigo de Dios, entonces es ilegítimo, y no es un hijo de Dios. Dicen que Dios es Su Padre, dicen, “Oh, yo no puedo creer.” Bueno, esto solamente muestra que Dios no es su Padre; ven, Lo entendería. Ahora noten, esta prueba, Dios prueba a cada uno de Sus hijos. Todos los que vienen a Él, primero tienen que ser probados, juzgados, tratados. 64 Miren a Él cuando estaba aquí en la tierra. Un día miró alrededor, grandes grupos de personas estaban con Él. Oh, cuando primero empezó, era muy amado. Todas las iglesias abrieron sus puertas. “Este joven Rabí, no hay duda pero de que un gran Profeta se ha levantado entre nosotros. Él está sanando nuestros enfermos. Pues, Él viene en estos cultos de sanidad. Él hace grandes cosas.” Esto estaba bien. Pero un día había demasiados siguiéndolo. ¿Ven? Esto era la señal para atraer la atención de la gente. 65 Ahora, una Voz tiene que seguir a esta señal. Esto era Su Doctrina. Noten. Pero cuando la Voz vino, oh, esto era diferente. ¡Vaya! Ellos, ellos Lo crucificaron porque Él se hizo igual que Dios. Cuando estaba sanando a los enfermos, y obrando los milagros, y discerniendo los pensamientos de sus corazones, esto era maravilloso. Pero cuando dijo, “Yo y el Padre uno somos,” oh, vaya, Esto era demasiado para ellos. Ellos no podían aceptar esto. ¿Ven? Ellos…Esto era demasiado. 66 “Él se hace como Dios, entonces Él intenta ser igual como Dios.” 67 Bueno, Él era. Él era el Hijo de Dios. Y Él dijo, “Los llaman, a quienes vino la Palabra, su ley dice esto, que, ‘La Palabra vino a los profetas,’ y ustedes les dicen ‘dioses.’ Luego, si pueden llamar a un profeta ‘dios,’ ¿cómo pueden condenarme cuando digo que soy el Hijo de Dios? Escudriñad las Escrituras; Ellas son las que les dicen lo que yo debería hacer. Si no hago las obras que la Palabra dijo que hiciera, no me crean. Mas si hago las obras de Mi Padre, el cual es la Palabra, entonces crean a las obras.” Aún así no podían hacerlo. 68 Entonces, Jesús dijo, un día. Ahora miren. Él no explica las cosas. Solamente lo dice. Noten. Él dijo, “Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.” 69 ¿Puede usted imaginar que grupo fino de personas tan intelectuales, un grupo de doctores parados allí afuera, y los rabí, bien entrenados y gente muy estudiada, pensaban cuando Él dijo esto? Oh, yo puedo imaginar que el doctor se miró y dijo, “¡Uf!” Los ministros se levantaron a decir, “Sí. Sí. Ven. Esto, esto le sacó, justo allí.” 70 Ahora, Él nunca le explicó Esto. Él nunca lo explicó. Él no tenía que hacerlo. Él no tenía que explicarlo. 71 “Pues,” ellos dijeron, “Pues, Él nos va a volver…Él quiere que seamos vampiros humanos, tomar sangre humana, comer carne humana.” 72 Él nunca dijo como sería hecho. Solamente dijo, “¡Si no lo hacen!” ¿Ven? 73 Y luego aquel grupo afuera, miles, dijeron, “Sí. Allí está Él. ¿Ven? Yo sabía que saldría, después de rato.” Ven, ellos estaban esperando a que saliera, y Él se encargó de que saliera. Ellos eran parásitos para comenzar, entonces ellos no caminaron con Él ya más. 74 Entonces Él se volteó. Tenía setenta con Él. Entonces Él dijo a esta setenta, dijo, “¿Qué dirán cuando vean al Hijo del hombre ascender al Cielo de donde vino?” Ahora, Él nunca lo explicó. 75 Ellos se miraban el uno al otro, dijeron, “Pues, ¿el Hijo del hombre ascender de donde vino? Pues, nosotros conocemos a Su madre. Conocemos a Sus hermanos, Sus hermanas. Nosotros hemos visto el pesebre donde le acostaron cuando nació. Hemos visto la cuna donde le mecían. Pues, Él vino de Nazaret. ¿Viniendo de Allí arriba? Dura es esta Palabra.” Y no caminaron con Él ya más. ¿Ven? 76 Ahora, todo el tiempo, estos discípulos estaban parados allí. Ellos no lo sabían, tampoco, pero ellos lo creían. Ellos no podían explicarlo. Él nunca lo explicó. Pero, ven, ellos estaban ordenados a la Vida. Ellos no podían explicarlo, pero se sentaron allí. Entonces Él se volteó y dijo, “He escogido doce de ustedes y uno es un diablo.” Él dijo, “¿Ustedes también se quieren ir?” 77 Y allí es donde Pedro hizo estas palabras memoriales, “Señor, somos persuadidos que solamente Tú tienes la Palabra de Vida. ¿A dónde iremos?” Esto fue todo, ven. ¿Ven? 78 Él no lo explicó. Él dijo esto para que lo rechazaran. ¿Ven? La fe no pregunta, no razona. Busca en la Escritura por ello. Si ellos hubieran buscado en la Escritura, allí hubiera comprobado de Quien era Él. Pero Él los quitó allí, por decir cosas y nunca explicarlas. 79 Y en los patios allí, aún, cuando le taparon la cara con un trapo, y algunos Le pegaron y Le bofeteaban. Dijeron, “Si eres un profeta, dinos quien Te pegó ahora, y luego Te creeremos.” La misma cosa, el mismo viejo Diablo que estaba allí arriba, todo el tiempo, cuando Él estaba tentado, cuando primero empezó Su ministerio. Dijo, “Si eres el Hijo de Dios, di a estas piedras que se conviertan en pan.” El mismo. Y estos sacerdotes y rabís allí arriba, dijeron, “Si eres el Cristo, baja de la cruz para comprobárnoslo.” ¿Ven? Él pudiera haberlo hecho. Él sabía quien le pegó, pero Él no hace espectáculo para nadie. 80 Él era la Palabra y sigue siendo la Palabra. Siempre era la Palabra, y Él sigue siendo la Palabra. Y si miraban hacia atrás, ellos pudieran haberlo visto, pero no lo hicieron. 81 Ellos estaban, noten, en el camino. ¿Estaban qué? (Los que están sentados aquí, quiero que pongan atención.) Ellos estaban hablando de Él cuando les apareció. 82 Ahora, así es como Él viene, es cuando uno esté hablando de Él. El problema, hoy en día, es que hablamos de tantas otras cosas aparte de Él. Siempre hablamos de lo que tenemos que hacer, y algún trato de negocios, o la ropa que tiene que ser lavada, o este tipo de detergente que se deben de usar. Cuando deberían estar dándole alabanza y gloria a Él. “Donde esté nuestro tesoro, allí estará también nuestro corazón.” 83 Ellos hubieran haberlo conocido, pero nunca lo hicieron. Y así es hoy en día. Aún así, la Escritura dijo. ¿Ven? 84 Él los reveló las promesas de la Escritura acerca de Él para esta edad. Recuerden, Él empezó con el principio. Dijo, “O insensatos y tardos de corazón.” Él los explicó las Escrituras. Y después de que las Escrituras les fueron predicadas, aún así no Lo reconocieron. Si esto no es una congregación moderna, yo ni sé. Ellas, las Escrituras, explicadas a ellos, y todavía no lo entendieron. Ellos estaban caminando, no más, diciendo que eran Sus discípulos. Aún así, nunca Lo reconocieron, después de que les había dicho la Escritura para aquella edad, que Dios había asignado. 85 Él dijo, “¿No saben que era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en la gloria y volverse a levantar? Él…” Ellos hubieron haberlo notado. Dijo, “¿No saben todo lo que los profetas dijeron de Cristo?” Y Él empezó allí atrás, y les explicó todo, y lo detalló. Y aún así nunca lo reconocieron, después de haberles explicado la Escritura tan perfectamente como podía ser. Y ellos caminando alrededor, se supone que eran Sus discípulos. “Oh, ¿es cierto esto? ¿Así es?” Y aún, Él era esta Escritura cumplida, parado allí, y todavía no lo captaron. ¿Ven? 86 Ahora esto es una muy buena imagen del día en el cual estamos viviendo. No digo esto por malo. Digo esto por la Verdad. Esto es, exactamente. 87 Aún así no Lo reconocieron, aunque Sus promesas que había hecho estaban cumplidas. Y Él estaba declarando a ellos, y parado justo allí en Persona, y todavía nunca lo reconocieron. 88 Noten la reprimenda por no reconocer a la Escritura cumplida. 89 Ahora, cuando ellos hubieran haber sabido. Eran discípulos. Ellos eran hombres que habían hecho grandes sacrificios. Ellos eran hombres que Le amaban. Eran hombres que fueron entrenados por Él. Y, aún así, después que de Él les dijo estas cosas, parado en su compañía y diciendo que esta cosa iba a pasar, y aquí aconteció, y, todavía, ellos parados justo con Él después de Su resurrección, y no Lo reconocieron. 90 Usted dice, “¿Nosotros podríamos hacer tal cosa? Podría ser posible que hiciéramos tal cosa. Así es. Ciertamente podría ser posible. Después de que Él prometió en Su Palabra, la cosa que Él iba a hacer, y lo vemos acontecer justo como Él dijo, y todavía caminamos por encima. Esto es lo que ellos habían hecho. 91 Ahora, Él vino y les dijo que sería crucificado y levantado al tercer día, y empezó decirles todo de ello. 92 Y ellos estaban tristes, dijeron, “Sabe, algunos de los seguidores bajaron a la tumba, y algunas de las mujeres. Ellos dijeron que Él se levantaría de la muerte. Y todo este rumor empezó a esparcir.” Y dijeron, “¿Es usted un forastero por aquí? ¿No sabe estas cosas?” 93 Él dijo, “¿Cuáles cosas?” como si no supiera nada de ello. Ven, Él dijo esto solamente para sacarles de la pista. Y Él lo hizo a propósito, solamente para probar. 94 ¿Y no saben que Él no cambia Su naturaleza? Él hace la misma cosa, solamente para probarles, ver lo que van a hacer. Él lo obrará de alguna manera, será tirado delante de usted, solamente para ver lo que diga de ello, su actitud, la manera que toma, lo que piensa al respeto. Él lo hace a propósito, todavía lo hace, porque esto es Su naturaleza inalterable. Él lo hacía en los tiempos antiguos. 95 Recuerden a Elías, hasta que hizo que un soldado le pegara. Él dijo, “Yo era un siervo, parado junto a Acáb y el hombre desapareció.” Él no hizo esto, pero lo hizo así para que Acáb pronunciara su propio juicio. 96 Hizo la misma cosa en los días de Noé, y Él no puede cambiar Su manera. Y Dios baja de tal manera. Pero siempre… 97 Dice usted, “Pues, ¿cómo sabría yo lo que era correcto e incorrecto?” Es la Escritura prometida para aquella hora. Es la Escritura que fue prometida. 98 Si ellos hubieran salido de su tradición, y alejado de aquella tradición en la cual estaban, y leída las Escrituras, ¡como Él dijo que hicieran! “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ella tenéis vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de Mí. Ellas te dicen Quien Soy.” 99 Y ellos dijeron, “Pues, ahora, el rabí nos dijo esto y aquello. Nosotros creemos lo que dice la iglesia.” ¿Ven? 100 No es lo que diga la iglesia. Es lo que dijo Dios. Lo que dijo Dios, no lo que diga la denominación, o esto. Usted crea a Dios. Ahora, allí es donde fallaron, porque estaban tan tradicionales que fallaron de reconocerlo. 101 Ahora nos enteramos, entonces, Él dijo que los reprendió. Miren. “Insensatos y tardos de corazón para entender todas las señales Escriturales y cosas que deberían pasar en esta edad. Insensatos, lentos de corazón para entender todo lo que han dicho los profetas que ha de pasar en este día, todas estas señales que ven. La Biblia dice que estas señales pasarían en este día, y ustedes las ven aconteciendo, ¿y luego están tan insensatos como para no creerlo?” Y Él hablando directamente a ellos, y aún así no lo reconocieron. ¡Hablando de estar ciego! 102 ¿Nosotros podríamos hacer esto? Quizás seríamos capaces, si no buscamos en las Escrituras para averiguar en cual hora estamos viviendo, ver en cual hora, que es, como. Quizás es más tarde de lo que pensamos. 103 Aún así, ellos dijeron que eran Sus discípulos. Ellos dijeron que creían, que habían creído cada Palabra que Él había dicho. Ellos creían toda la Biblia. Y aquí estaba el Mesías, el Dios de la Biblia, parado allí en identificación, identificando la misma Palabra escrita. Y se supone que ellos eran creyentes de aquella Palabra. Y Él refiriendo atrás, y diciéndoles esto. “¿Recuerdan lo que fue dicho de esto, y lo que fue dicho de esto; y como Jesús debe de hacer esto; o como el Cristo debe de hacer esto; y cómo entonces todas estas cosas?” Y aún así no lo entendieron. Ellos no sabían. ¿Qué fue? Ellos conocían a la Palabra, en tanto a la letra, pero no comprendían a la Palabra cuando fue interpretada literalmente. 104 Esto es lo que es hoy en día. Cada hombre tiene su propia interpretación. Cuando, Dios condena la cosa entera. Dios hace Su propia interpretación. Si Dios dice que hará cierta cosa; cuando lo hace, esto es la interpretación de ello. Dios interpreta Su propia Palabra. Allí estaba Él, parado allí, Su propio intérprete. 105 ¡Aleluya! Él es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos. Él hace Su propia interpretación. No necesita ningún seminario, ni ministros, yo, usted, ni nadie más, para interpretarlo. Él lo prometió, luego se voltea y lo hace. Esto lo termina. Esto se interpreta solo. 106 Pero allí estaba parado Él, el gran poderoso Conquistador de cada dolencia, cada enfermedad, la muerte, el infierno, el sepulcro. Y se levantó otra vez, lo que ellos habían creído todo el tiempo. Y allí estaba parado, pero ellos no podían creerlo. Y Él refiriéndose a Si mismo todo el tiempo, Él les dijo, “Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían,” y aún así no lo captaron. Parecían que no podían entenderlo. Eso es todo. 107 Igual ahora. ¿Qué pasa, hoy en día? ¿Cuál es la razón? Estamos demasiados ocupados con aprender nuestros credos. Estamos demasiados ocupados con nuestros programas denominacionales. Estamos demasiados ocupados con cenas de sopa y lotería en la iglesia. Estamos demasiados ocupados con la Sociedad Socorro de Damas. Estamos demasiados ocupados con nuestros programas de televisión y todas estas tonterías. Estamos demasiados ocupados para buscar en las Escrituras a ver si son verdad o no. 108 Si usted bajara al restaurante a pedir un plato de sopa y tenía un araña en ella, le demandaría al restaurante. Para nada le metería algo en usted que tenía una araña, porque tendría miedo que podría matar a este cuerpecito. 109 Pero usted meterá cualquier cosa en aquella alma, cualquier cosa, cualquier tipo de credo, y nunca haberlo investigado, para ver si es la cosa correcta o no. “Hay una manera que parece correcto a un hombre.” Busca en las Escrituras. Aquella alma es eterna, sabe. Entonces, no lo haga. Solamente cuide lo que meta allí, ven, estos credos y todas estas cosas. Nosotros lo tenemos como una logia, solamente unirse a una logia y esto es todo. Y así es como la gente piensa hoy en día. Por eso no tiene tiempo para estar estudiando, mediando, buscando cosas e intentando de averiguar si son correctas o no. 110 Deje que Cristo mismo lo interprete. Y si llega a acontecer, lo que Él dijo, entonces es la Verdad. Mire a ver si es para este MENSAJE CUANDO LE FUERON ABIERTOS LOS OJOS. W.M.B
Posted on: Tue, 08 Oct 2013 15:18:01 +0000

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