A dos días de celebrar su cumpleaños 107: FALLECIÓ DOÑA CARMEN DE ARNAEZ TESTIGO FIEL DE LA HISTORIA REGIONAL Iván Sierra Ramírez Exhibiendo una lucidez increíble y sin presentar cuadros clínicos que evidenciaran un deterioro crítico evidente de su humanidad, dejó de existir, a la edad de ciento siete años, que cumpliría este martes 17, Doña Carmen Senovia Ontiveros de Arnaez, honorable matrona falconiana que tras de sí deja profunda huella de lucha social, humanitaria y familiar, que le tocó vivir en un Coro signado por las vicisitudes, los problemas sociales y de subsistencia misma, desde principios del siglo 20; quien apenas recién nacida, en Puerto Cumarebo, estrenó, como paciente y en consultas de control, la Casa de Beneficencia, dirigida por el doctor Luis Espelozín y Manases Capriles, abuelo del Gobernador de Miranda, Enrique Capriles Radonski, y más tarde del Hospital de Caridad San Rafael y el Hospicio Santa Ana, que funcionaba detrás de la Casa de las Ventanas de Hierro, hoy sede del Gimnasio Cubierto Tomás “Cubanito” Chirinos. Doña Carmen, gracias, primero a sus padres --quienes con una voluntad de hierro supieron enfrentar las dificultades, económicas, sociales y sanitarías falconianas, heredadas de un siglo 19, (signado por guerras intestinas y guerrillas, de caudillescas ejecutorias, las cuales fueron proyectadas, con mayor fuerza, en el recién fenecido siglo 20 y vueltas a la vida en el 21) superó exitosamente, con férrea voluntad y optimismo, los retos juveniles que se presentaban a la población coriana, con apego a las buenas costumbres, respeto a sus semejantes y sentimientos cristianos arraigados, que le sirvieron de acicate para levantar, conjuntamente con su esposo Félix Arnaez, una familia donde el trabajo creador y productivo ha sido su norte y la honestidad su principal bastión. Con la muerte de doña Carmen Senobia, se cierra un libro contentivo de la historia completica de los hechos más trascendentales y los más cotidianos del siglo 20 coriano, con sus logros y fracasos, con su desarrollo lento, con sus pueblos nacidos bajo el signo de su mercado internacional a través de su Puerto Cumarebo La Vela y Paraguaná, con el ferrocarril Coro La Vela, con el nacimiento e impulso de la industria de la refinación petrolera, con sus vuelos internacionales desde el viejo aeropuerto coriano, todos registrados en el Diario El Día, que circulaba con asombrosa regularidad. Más tarde, con su universidad Francisco de Miranda (el logro más importante de la centuria), así como las dictaduras gomecista y perezjimenista, los breves respiros democráticos y las ejecutorias de sus gobernadores (“casi todas grises, sin obras de importancia, con escasas excepciones” a decir de Mario Jacobo Penso). Ojalá alguien haya recogido, aunque sea parte, de ese legado de conocimiento cultural, sintetizado en tan férrea personalidad cuya vida terrenal desapárece apenas a dos días de su fecha nataliocia, -El secreto de mi longevidad –nos decía doña Carmen-- se basa fundamentalmente en una dieta sana de muchos vegetales, granos y verduras frescas; leche de vaca o de cabra en nuestros primeros años de vida, sin químicos ni otros preservativos, sin excesos de licor, tabaco y café, y mucho menos con productos enlatados que envenenan el organismo…” ”aunque un buen plato de mondongo, de vez en cuando, no le cae mal a nadie. “A todo esto debemos sumarle una buena dosis de tranquilidad, paciencia, conciencia, honestidad y libre de sobresaltos, elementos fundamentales para una vida tranquila, de sosiego y de utilidad familiar. A la ilustre matrona desaparecida, le sobreviven sus hijos Matilde, Víctor José, Berta Arnaez Ontiveros, de un total de cinco pues dos, Roberto y Virgilio, fallecieron en hora temprana de sus útiles existencias. Sus nietos casi 40, entre quienes recordamos a Oneida, Irene, Noris,, Nelida, Angel, Elizabeth, Maryoris, Alexander y Gelson y más de un centenar de biznietos, entre quienes contamos a Ana María y Angeli, quienes tratan de seguir su ejemplo, sobre todo el de llevar una vida sana, “sin excesos ni vicios extraños, trabajando hasta el cansancio para el bienestar de su hogar y los provenientes de éste y de sus allegados, con actitud vigilante del desenvolvimiento de la niñez y juventud de nuestro seno familiar, y, sobre todas las cosas, con una profunda fe y, acatamiento de las leyes divinas y los designios del señor, los cuales constituyen el motor principal que mueve el desenvolvimiento de los pueblos” tal y como ella, siempre acertadamente lo sentenciaba…., palabras más, palabras menos.
Posted on: Mon, 16 Sep 2013 03:46:50 +0000
Trending Topics
Recently Viewed Topics
© 2015