A la buena sombra de Marcos Castillo por Yanetsy Ariste De - TopicsExpress



          

A la buena sombra de Marcos Castillo por Yanetsy Ariste De repente tuve la sensación de que algo me seguía. Entonces me giré, descubrí una enorme figura negra que avanzaba tras de mí. Carl G. Jung “Recuerdos, Sueños, pensamientos” La Sombra es una extensión de nosotros mismos; un ser incorpóreo que discreto nos acompaña. Flexible, escurridiza, expedita; penetra sin prohibiciones, insinuándonos su ventaja no siempre espacial, también como cauto testigo de nuestros actos. En términos psicológicos, la Sombra es un arquetipo, cuyo encuentro denota una confrontación con el inconsciente, o sea con los rasgos y actitudes que el Yo consciente no reconoce como propios y que según la teoría de Carl Gustav Jung, la configuran como un fenómeno colectivo. Ese contenido que arrojamos o reprimimos en nuestra psique a lo largo de la vida, aflora inmerso en un auténtico conflicto moral tras su confrontación, pues supone tener conciencia crítica del propio ser. Si nos auxiliamos del diccionario, la definición de Sombra sería la de proyección oscura que un cuerpo lanza en el espacio en dirección opuesta a aquella por donde viene la luz. Acaso no es manifiesta una dicotomía entre luz y oscuridad, donde la silueta, es el otro yo proyectado, ajeno, y hasta inicuo por la connotación simbólica que presenta la carencia de luz. Lo cierto es que la Sombra ha figurado en la historia del arte y la literatura innumerables veces vinculada al mal, en las figuras de demonios, brujas y espectros. Nietzsche, en Aforismos se refiere a una región de las Sombras, como una evocación fantasmagórica, para Dante y Poe son imágenes espectrales de los difuntos… así el signo se ha reinterpretado en heterogéneos discursos artístico literarios. En cambio, Marcos Castillo la asume como pretexto para un alarde estético y reflexivo, la convierte en el centro de atención de su obra, en el objeto fotografiado en sí. Mientras, la escala tonal refuerza la expresión de la imagen, su condición mística y sombría; y el manipulado enfoque remarca aquello que a placer, se ha revelado ante el lente incansable. La elección del ente no discrimina en naturalezas, por ello en la muestra confluyen seres y objetos de disímil origen matérico. Marcos repara en la idoneidad y la expresión de la forma; su poética es más que un discurso pensado y manido pues conserva el aliento fresco de lo espontáneo. Cada imagen, una aventura, un tiempo para la introversión…Pienso en la religiosidad de Profecía o Espíritu Santo, en la apología a la sencillez de la vida cotidiana en Foto de una mujer con sombrilla, Callejero o Mamífero, y en la avezada construcción psicológica tras Sombra de lo que soy. En tanto nuestras mentes desandan caminos siniestros, llenos de visiones espectrales y remembranzas esotéricas, Marcos Castillo nos asegura que son Sombras nada más. Pinar del Río, 2013
Posted on: Wed, 05 Jun 2013 19:05:49 +0000

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