ADALBERTO ROSAS: Fobia y disyuntiva del Yaqui La fobia contra el valle del Yaqui, es producto de la ignorancia y de una política económica criminal, dice el ex alcalde de Cajeme, Adalberto Rosas López, en alusión funcionarios del Gobierno de Sonora, quienes, a su juicio, infaman la importancia estratégica de la producción de granos básicos, para justificar la aberración de quitarle el agua a la agricultura con la construcción del acueducto ‘Independencia’. “Estos novicios de la burocracia estatal, se tropezaron con algún cuadernillo de contabilidad y creen que saben economía”, expresó el apodado ‘Pelón’, quien ha permanecido como productor agrícola por más de cuarenta años, participando resueltamente en organismos claves del sector, presidiendo el comité de Sanidad Vegetal, y figurando preponderantemente en política. Postulado por el partido Acción Nacional, en 1979 ganó la presidencia municipal de Cajeme, teniendo de adversario al hoy finado Francisco Obregón Tapia, hijo del caudillo invicto de la revolució, y en 85, fue víctima de memorable fraude, para imponer en la gubernatura a Rodolfo Félix Valdés. Acaba Rosas de conceder aleccionadora entrevista a Tribuna de Ciudad Obregón—el único periódico objetivo del momento, sin embargo, retiró pronto el texto de su portal electrónico—, donde en defensa del valle del Yaqui, hace razonado análisis de la guerra de intereses entre los agricultores del otrora ‘granero’ de México, y el gobernador Guillermo Padrés Elías. Para él, “participar en un proceso productivo real, le proporciona a uno la experiencia de que el origen del valor de una región, no se mide solamente en términos monetarios, sino fundamentalmente en razón de los volúmenes físicos producidos, particularmente aquellos relacionados con bienes útiles para el consumo y el bienestar de la población”. El ídem líder social, involucrado ahora en el Movimiento Ciudadano por el Agua de Cajeme, añadió: estamos registrando un problema generacional, que se acentúa en algunos políticos jóvenes que tienden a pensar que la producción de alimentos es un asunto aleatorio para la economía nacional, pues siguen creyendo que es más barato importarlos que producirlos nacionalmente. —El mundo en el que se soportaron esas creencias—explicó el entrevistado, ingeniero agrónomo de profesión—, se derrumbó más rápido de lo que duraron en elaborarse; México, con sus 20 millones de mexicanos que viven en la pobreza alimentaria, es un ejemplo dramático del fracaso de esas políticas. —Son políticos obsesionados con el dinero, (y) por eso se corrompen muy fácilmente, (pues) no tienen identidad con el funcionamiento de la sociedad; creen —enfatizó con sarcasmo—, que los alimentos se producen adentro del refrigerador. Continuó, “su ignorancia los hace agentes útiles al servicio de una política económica que le ha ocasionado mucho daño a la nación; de ahí su desprecio por el valle del Yaqui”, y arremetió enseguida, “estos muchachitos tontos repiten cosas que no saben pero que son muy perjudiciales”.Luego se explayó Rosas López, originario de Pueblo Yaqui: —Nuestro valle es emblema nacional de una intencionalidad del Estado, que en alianza con los productores, se propuso la creación de un sector primario sólido para establecer los cimientos que encaminaran a México hacía su propia industrialización. —Por eso protegimos la investigación científica y tecnológica, el mejoramiento de semillas y acogimos a una de las personalidades más significativas en esta materia, el doctor Norman Borlaug, quien hizo del Yaqui la cuna de la revolución verde, que en 1970, le mereció el Premio Nobel de la Paz. Abundó el ilustre cajemense, “los logros tecnológicos alcanzados en el valle del Yaqui, impactaron al mundo entero. Se reconoce, que gracias a la sistemática creación de nuevas variedades en esta región, la producción de granos en el mundo se incrementó en más de 300 por ciento, pasando de 650 millones de toneladas que se producían en 1950, a 1,900 que se registraron en el año 2000. —Estos aumentos notables en la producción—recordó—, aliviaron el hambre en la India y Paquistán, así como en otros países de África, América y Asia. Aseguró que, “a pesar de la insuficiencia de las políticas pública implementadas por el Estado en los últimos doce años, el valle del Yaqui se mantiene de pie”, y resumió, “hemos incrementado la productividad por hectárea en más de un 30%, superando con ello la media mundial; somos el distrito de riego con la eficiencia más alta en el manejo del agua a nivel nacional y según datos de la Sagarpa, más de un tercio de la producción nacional de trigo se produce en nuestro valle”. Afirmó, que, “sin exagerar, en reverencia a nuestro apreciado Norman Borlaug, éste valle debe de ser protegido como un patrimonio de la humanidad, y finalizó Rosas diciendo, “ése es el reto que enfrenta el presidente Enrique Peña Nieto: pasar a la historia como el estadista que no permitió la destrucción de la cuna de la revolución verde, o sucumbir frente a los intereses financieros privados que quieren destruir el mercado nacional de alimentos, retirándole el agua a la agricultura, para convertirla en mercancía de negocios especulativos”. MARTES 10 DE SEPTIEMBRE/2013
Posted on: Wed, 11 Sep 2013 06:49:06 +0000
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