AMOR PROPIO HERIDO El Señor.- “hijo, conviene que lo des todo por el todo y que nada tuyo quede en ti. Sábete que más te daña el amor propio que las demás cosas del mundo”(Tomás de Kempis, Capitulo; 27) Entre los enemigos del bien hay uno en particular que se lleva la palma, ni siquiera el Demonio, mundo, carne le superan. Si bien de este enemigo se vale Satanás para imponer su dominio de mal sobre la humanidad. Al tratar por las heridas de las contrariedades revelarnos contra las disposiciones Divinas. El amor propio herido y desordenado es un lobo rapaz capaz de devorarnos en cualquier momento de nuestra existencia y amargarnos toda nuestra vida. Es la causa principal de la separación de los hombres entre sí y la del rechazo de los hombres a Dios. Fuimos creados por el amor y la bondad de Dios y nos exige a cambio el primer mandamiento: “Adoraras...”, al no darse esta circunstancia, esa adoración se retorna hacia nosotros, y en consecuencia nos idolatramos, por medio de un egocentrismo, protagonismo, deseo exagerado de la propia importancia nos invade por doquier. Este concepto exagerado de nosotros mismos no puede admitir ni la más mínima aversión a nuestro “Ego”, por lo que las heridas son tremendas, con rencores y desprecios por vidas enteras, venganzas de todo tipo, más psicológicas que físicas, para satisfacer nuestro amor propio herido. Si bien esto es arma de doble filo y acaba envenenado toda nuestra existencia por la ley de “recibes como das”. Estas heridas son profundas hasta perder la razón, verdadera demencia al invertir incluso el bien de nuestros enemigos en mal. Con juicios temerarios de todo tipo. Este veneno se va extendiendo llegando incluso a criticar la creación entera con su Creador. En consecuencia destruye toda convivencia divina y humana, congelando el desarrollo integral de la persona en el natural, y el de la gracia o amistad con Dios. ¡No hay enemigo peor! Este malvado que habita en nosotros toda nuestra vida y aún perdura después de la muerte, es el causante de todos los genocidios de la humanidad pasada, presente y futura. Hitler, intentó destruir al Pueblo Judío, porque los hijos de estos sacaban mejores notas en el colegio que los alemanes. Hombres bomba, camizaques de todo tipo, solo son movidos por el odio engendrado en el amor propio herido. Es el enemigo que más almas apartan del bien del cielo separándonos de Dios por toda la eternidad. Rebeldías contra las disposiciones divinas, justifica todos los desmanes por el bien de la causa que sea, sin posibilidad de razonamiento posible es todo odio y mal sin posibilidad de bien alguno. También existe el amor propio ordenado, basado en la humildad por el conocimiento propio y el afán de superación y perfección cristiana, siendo esta la verdadera vocación humana. Es conveniente saber amarse bien así mismo para amar a los demás, destrozar el cuerpo que es templo de Dios, por los vicios, es pecado grave que conduce a los infiernos.
Posted on: Thu, 03 Oct 2013 06:58:56 +0000
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