AMY CAPITULO 3 Novela Erótica Escenario de Roleplay: Sometida. - TopicsExpress



          

AMY CAPITULO 3 Novela Erótica Escenario de Roleplay: Sometida. Capitulo 3 – ¿Estás segura que no quieres venir a pasar las vacaciones con mi familia Amy?, mis papas estarían encantados de tenerte en casa – No muchas gracias Debie, quiero adelantar materias por Internet este verano y estos 2 meses de vacaciones me ayudaran mucho en mi proyecto. – En ese caso no seré yo quien te arruine tus planes Amy, ya sabes donde encontrarme, marcame de vez en cuando sólo para saber que estas bien ¿OK? – Claro Debie! Te marcaré de vez en cuando, pero ¿qué puede pasarme en mi departamento estudiando la mayor parte del verano? Ambas rieron y se abrazaron cariñosamente. – Bye,Amy, cuídate y nos vemos pronto. – Ciao, Debie. El timbre del celular de Amy empezó a sonar en el momento en el que el guardia comenzaba a acariciar su cabello. Pronto la soltó y tomó el celular poniéndolo frente a los ojos de Amy gritando en su oído – Dijiste que no esperabas a nadie, ¿qué es esto? ¿Quién es Debie? Los ojos de Amy se agrandaron al ver el nombre de su amiga en el ID y sentir un fuerte tirón de cabellos que le propino el guardia. Amy meneaba la cabeza como queriendo negar y suplicar mientras miraba la mano del guardia sostener un enorme cuchillo de caza acercándolo peligrosamente a su cara. EL guardia jalo la corbata de la boca de Amy quien grito un poco pero la mano del guardia le tapo la boca inmediatamente. – Dime que está pasando – Es un mensaje, dijo Amy llorando, es solo un mensaje en el celular, no es una llamada. El guardia se tranquilizo y presionó las teclas del celular para escuchar el mensaje mientras Amy sollozaba. “Amy espero que no estés muy aburrida se que estarás sola mucho tiempo y quería decirte que si te arrepientes nos puedes encontrar en la casa de campo de Yorkshire ya que pasaremos parte del verano con los abuelos. Te Quiero mucho… Debie” - Por favor déjeme ir, yo no le he hecho nada a usted, suélteme, no me haga nada… mmfhh! Antes de que continuara el guardia la amordazo nuevamente con la corbata, pero esta vez la delgada prenda se sumió entre los labios húmedos de Amy impidiéndole hablar, pero al mismo tiempo dejando a la vista y libres al tacto sus carnosos labios. En ese momento cuando el Guardia empezó a acariciarlos, besarlos y morderlos, haciéndolo suave y pausadamente, no tenía ninguna prisa y así empezó a disfrutar de esa belleza. Durante un tiempo que pareció interminable.......el hombre continuó besándola y acariciando su cara, cuello y cabello, después bruscamente se detuvo la puso de espaldas y se pego mucho a ella empezando a recorrer con sus manos los hermosos pechos de Amy quien dio un respingo lo mas fuerte que pudo al sentir las ásperas manos del guardia, pero sin ningún resultado, ya que por más trataba de soltarse de las esposas, estas se apretaban mas a sus muñecas. Mientras el oscuro hombre, recorría sistemáticamente su cuerpo, centrando su atención en los pezones que estaban llevados a su máximo de tamaño y dureza por el continuo roce de los dedos del guardia en ellos. Los gritos y lloriqueos de Amy se ahogaban en la corbata mientras las manos del guardia bajaban por su vientre, y no se detuvieron hasta encontrarse entre sus piernas. Aunque la mano del guardia la acariciaba sobre su ropa intima, sus dedos presionaban la tela penetrándola ligeramente haciéndola estremecer. Con una mano al frente entre sus piernas y otra detrás entre sus suaves nalgas los respingos de Amy que movía sus caderas atrás y adelante solo alteraban más al guardia. Amy jadeaba y se resistía, pero nada podía hacer para soltar sus manos o detener a aquel hombre que continuó su trabajo lentamente acariciando largamente su húmeda intimidad, y después de un rato, bajo sus manos recorriendo sus piernas, muslos y pies. Disfrutando a cada momento y emitiendo ruidos de verdadero placer. Cuando terminó, no quedó lugar alguno que aquel hombre no le hubiera tocado. – Bien – dijo satisfecho –. La revisión ha terminado Señorita y no encontré nada que la incrimine por lo que pronto podrá irse. Inesperadamente el guardia le quitó la corbata de la boca y dejó que Amy hablara. – Es usted un criminal y esto no va a quedarse así – grito entre sollozos–. Lo voy a reportar con el director. – Pero si aún no le he hecho nada – dijo el hombre–. Solo hice mi trabajo, arrestando a un intruso y revisando que no trajera armas. – Esta usted loco, ya vera que no se saldrá con la suya. En ese momento la expresión del hombre se torno sombría y su mirada ahogo las palabras de Amy en su garganta. – Bien, en ese caso no creo que deba soltarte ya que no estoy dispuesto a pasar problemas por ti. Amy no podía creer lo que escuchaba y seguía luchando mientras el hombre la amordazo nuevamente, y ahora también le amarró las piernas a la altura de las rodillas con una de las bufandas que estaban colgadas en el perchero Lentamente le quito los zapatos y con suma habilidad le rompió las calcetas con su cuchillo mientras Amy veía la escena sin poder creer que era a ella a quien le estaba pasando. Una vez hecho esto, el guardia pasó la bufanda de las rodillas a los tobillos de Amy sujetándola firmemente para que no pudiera levantar las piernas mientras continuaba con su cometido Amy atada de pies y manos vio como el hombre paso su cuchillo por su blusa haciéndola pedazos, tirándola al piso y dejando al descubierto sus pecho. De igual manera le arranco la falda, le corto el sostén y su pantis dejándola completamente desnuda. El guardia se quedó estupefacto contemplándola por unos minutos, sin duda era la mujer más bella que había visto en su vida, y ahí estaba totalmente indefensa y a su merced, Al tener los brazos arriba atados con las esposas a la repisa no podía esconder sus pechos ni disimular su espigada figura que remataba con sus hermosísimas caderas y nalgas bien tornadas. Poco a poco el guardia se acercó a Amy y clavo su rostro entre sus perfectos pechos y empezó a lamerlos, mordisquearlos y chuparlos pasando del centro a los lados y deteniéndose largo rato en los pezones que se balanceaba al capricho de su lengua. Amy se revolvía como podía y emitía gemidos al sentir los mordiscos de aquel hombre en sus pechos y pezones mientras él los sujetaba entre sus dientes y con su lengua les daba lenguazos sin parar a gran velocidad rodeándola con sus brazos por su espalda. Ocasionalmente alejaba su cara y le daba pequeños golpecitos con la mano abierta... haciéndola gemir. El hombre disfrutaba tanto al besarla... como lo hacía al morderla o al besarla. No menos de dos horas habían pasado desde que empezaron las caricias. Aquel hombre probó todo el cuerpo de Amy, desde la punta de los pies hasta los finos de dos de su mano, pasando sus hermosas piernas donde se hincó largo rato tratando de lengüetera la intimidad de Amy ...mientras con sus manos la acercaba presionándola firmemente sus nalgas, Todo era excitación en el hombre y desesperación en Amy que al sentir la boca y lengua del hombre en su intimidad la hacía luchar más por retirarse y hacer su cuerpo y nalgas hacia atrás ... donde el hombre tenía sus manos bien puestas deslizó el dedo gordo en el estrecho ano de Amy. Cada vez que Amy se alejaba de la legua del guardia el dedo gordo del guardia se hundía más en su lindo y pequeño culo, .haciéndola gemir y regresar al frente a los labios del guardia quien lengüeteaba su dulce intimidad.... esta situación se mantuvo varios minutos haciendo la delicia del hombre y una loca desesperación sin salida para Amy. Después de tomar aire el guardia se retiró un momento y se puso a la espalda de Amy quien sollozaba y estaba extenuada por el esfuerzo y la humillación De pronto el guardia la tomó por sorpresa. Amy forcejeó casi sin fuerzas con él mientras le soltaba las esposas de la repisa y se las ponía sujetando sus manos nuevamente en su espalda. Después la cargó y la recostó sobre el sofá negro de 3 plazas donde hace un rato la había sentado. El Guardia se acercó a Amy y empezó a deslizar suavemente su cuchillo por el curvilíneo cuerpo de Amy, empezando por su pecho rodeando sus pezones bajando por su vientre lentamente jugando un poco entre sus piernas. Amy no se atrevía a moverse ay solo esperaba el golpe del frío metal en su cuerpo… No tendría tanta suerte…
Posted on: Tue, 05 Nov 2013 08:46:19 +0000

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