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AQUI TIENEN UNOS DATICOS DEL PAPI ABUELO DEL REVOCADOR MIGUEL GOMEZ MARTINEZ caballerosandantes.net/videoteca.php?action=verdet&vid=6 El Tormentoso Laureano Gómez El 7 de agosto de 1950 ascendía a la presidencia Laureano Gómez Castro. El hombre tempestad, el monstruo y el basilisco. En 1949 las elecciones presidenciales colombianas estuvieron salpicadas de la violencia partidista que venía azotando el país desde antes del asesinato de Gaitán el 9 de abril de 1948 y el candidato liberal Darío Echandía retiró su nombre de la contienda electoral alegando falta de garantías al ser muerto un hermano suyo en una manifestación. De esta manera, sin contendor, en mayo de 1950, ganó el antiguo canciller del Presidente Mariano Ospina, Laureano Gómez Castro, jefe del Partido Conservador. La presencia de guerrillas liberales emanadas de la dirección de ese partido, una policía chulavita y los temibles pájaros asolaban la nación, en estas condiciones llegó Gómez a la presidencia. Laureano, jefe del Partido Conservador colombiano, hombre de extrema derecha que lo manejaba a su antojo. Su solo nombre espantaba a los liberales y conservadores inmersos en actos de corrupción. Durante los últimos 16 años había hecho una férrea oposición a los gobiernos liberales, primero contra la violencia estatal que azotaba a los conservadores y luego a la corrupción. El liberalismo lo odiaba. Alfonso López Pumarejo con Laureano y Enrique Olaya Herrera fueron los artífices de la caída del Presidente Marco Fidel Suárez en 1921. Laureano había sido un crítico tremendo de la corrupción durante la Hegemonía Conservadora, sus denuncias en el congreso, con una oratoria esplendida, "el monstruo" denunciaba con documentos en mano y pruebas irrefutables, hechos de corrupción que socavaron los mismos cimientos del Estado Conservador y unido a otros factores, determinó la perdida de las elecciones en 1930. Laureano vivió y murió en su ley. Era un hombre implacable. Decía si o decía no. Caudillo polémico, conductor controvertido, parlamentario temido y gobernante duramente cuestionado. Había sido y era implacable en sus juicios y acusaciones. Era el verdugo de presidentes, ministros, gobernadores y funcionarios. Durante la hegemonía conservadora había logrado que el liberalismo, en la oposición, fuera laureanista. El poder absoluto que había acumulado ese partido en largos años de gobierno tendía a la corrupción, la cual era atacada inclementemente por Laureano. Era la conciencia del congreso. En esta época sus grandes aliados eran Alfonso López Pumarejo y Enrique Olaya Herrera quienes entendían que los feroces ataques de Laureano estaban carcomiendo los mismos cimientos de la hegemonía conservadora. Estuvo siempre acorazado en su orgullo. Sus juicios de valor eran muy subjetivos y muy suyos, emanados de una personalidad arisca y arrogante. Sus consignas no las consultaba, las imponía. Consideraba a sus interlocutores casi súbditos, lo que lo llevo a tratar de imponer su voluntad como jefe indiscutido del Partido aún por encima de la autoridad presidencial de Ospina Pérez. Su estrategia electoral en 1946 de nombrar candidato conservador a Mariano Ospina Pérez, permitió el regreso del conservatismo al poder tras 16 años de gobiernos liberales. Unos días antes del nueve de abril, ante el retiro de los liberales del gabinete, Ospina Pérez lo nombro Canciller en reemplazo de Domingo Esguerra. Su actuación el 9 de abril cuando envió a los generales a Palacio para formar una Junta Militar que reemplazara a Ospina Pérez sin el conocimiento ni el consentimiento del Presidente, los alejó definitivamente y renunció a la cancillería viajando fuera del país. Elegido Presidente de la República en 1950, época muy turbulenta y de gran violencia, sufre una enfermedad en 1951 que lo aleja del gobierno dejando a Roberto Urdaneta Arbeláez como designado con funciones presidenciales. La negativa de Urdaneta en retirar al General Gustavo Rojas Pinilla del Comando de las Fuerzas Militares y pasarlo a la reserva, lo lleva en asumir de nuevo la presidencia el 13 de junio de 1953. Tras firmar los decretos del nombramiento de Jorge Leyva como Ministro de Guerra, el General Régulo Gaitán Comandante de la Fuerzas Militares y El General Mariano Ospina Comandante del Ejército, firma con el nuevo ministro la baja del General Gustavo Rojas Pinilla. Rojas tenía el apoyo del ospinismo y anticipándose a los hechos, apresa a la nueva cúpula militar y derroca el gobierno de Gómez. Con Alberto Lleras Camargo crean el Frente Nacional, la repartición alternada del poder y la repartición milimétrica de la burocracia estatal, con el fin de apaciguar los ánimos y pacificar la nación. Laureano fue el responsable directo de la caída de tres presidentes, Marco Fidel Suárez en 1921, Alfonso López Pumarejo en 1945 y el dictador Gustavo Rojas Pinilla en 1957.
Posted on: Thu, 13 Jun 2013 01:45:29 +0000

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