ARTICULO PUBLICADO EN EL MURO DEL DIPUTADO CARLOS BARREDA GUATEMALA: Radiografía de un país en crisis La crisis social, política, económica y cultural por la cual transita nuestro país, y que se ha acentuado en la última década, esconde verdaderamente una crisis de mayor tamaño y amplitud, la cual está íntimamente vinculada a los valores y a los principios. Los Guatemaltecos podemos aguantar cualquier crisis, porque quizá nos acostumbramos a vivir en medio de las mismas, basta con analizar las diversos acontecimientos que han provocado ciertas crisis que el país ha tenido a traves de su historia, tales como (La anexión a México en 1823 y su posterior separación; dictaduras militares y civiles, 8 constituciones políticas, la revolución de 1870, la revolución de 1944, el conflicto armado, el autogolpe de Serrano Elías, y otros) y al final de todo esto seguimos siendo una sociedad profundamente divida, desigual y un Estado con un gran déficit de ética Pública, parece ser que las crisis no enseñan ni se convierten en oportunidades de cambios profundos y estructurales. En la actualidad el país se debate en medio de tres crisis: Una es reflejada en una profunda crisis sociocultural en su sentido más amplio que abarca los diversos sectores de la sociedad guatemalteca, en el cual existe un acelerado pronunciamiento de los diversos sectores hacia el relativismo moral, ideológico y racional, convirtiéndose en una sociedad Ligth que deja hacer y deja pasar, rechazando las posibilidades de encontrar en la lucha, en el debate, en la concertación, las verdades sobre nuestros grandes males si todo es subjetivo y relativo, si la descripción del mundo que nos rodea dependa de cada cual, entonces no van a existir reglas de comportamiento que se deban acatar mucho menos respetar, la carencia de fundamentos fijos, claros precisos y objetivos, implicara que las acepciones del bien y del mal sean relativas, a las necesidades o pretensiones humanas, teniendo como resultado una sociedad que está perdiendo poco a poco su capacidad de indignarse y movilizarse ante la problematica nacional. La otra crisis es reflejada en la falta de legitimidad de las diversas instituciones públicas y/o privadas que forman parte del gran espectro chapín, la falta de coherencia entre el discurso político y la práctica, misma que se ve reflejada en los diversos líderes o dirigentes políticos, sindicales o sociales, jefes de instituciones públicas o en el propio sector empresarial, cada quien jalando agua a su molino cubriendo y satisfaciendo más sus necesidades personales que sectoriales, a través de las más diversas y variadas formas que fomentan prácticas corruptas, clientelares, oportunistas, mafiosas, espurias y otras que deslegitiman aun vez más sus acciones; casi todos en la búsqueda y mantenimiento del estableshiment del poder y conservarlo se convierte, en la única finalidad porque esto les permite buenos negocios, enriquecerse, y promover impunidad, así de sencillo, mas allá de cualquier otra consideración, está perdida en la legitimidad de las diversas instituciones indicadas anteriormente resulta muy peligrosa y debilita y erosiona la poca institucionalidad democrática, aunque formal existente hoy en día. Cabe destacar que para el sector político el éxito lo miden en términos de ganar una elección y no ser interlocutores de las necesidades de la población, la mayoría de actividades van al fomento de discursos demagógicos, reduciéndose la actividad política a un mero show circense y a provocar impactos emocionales en la gente pobre tanto del área rural como urbana a través de fotos, vallas y mensajes por la televisión; supeditándose los más variados proyectos políticos a lo que le interesa y quiere oír el pueblo, siendo sustituida la razón y la objetividad por el sentimiento a los bajos instintos de los electores, quienes terminan convertidos en una enorme masa electoral dócilmente manipulable, como ya lo decía un viejo escritor y ensayista mexicano al hablar de democracia; “ para que haya democracia deben haber demócratas” , y eso es lo que también carecemos en el país. y la tercera crisis reflejada en la falta de participación y apatía de nuestros intelectuales en la solución y transformación de los diversos problemas nacionales, en momentos de grandes y recurrentes crisis como por la cual transita nuestro país, en el cual el rol que juegan los llamados intelectuales es fundamental, o por lo menos debería de ser o será que también el pensamiento intelectual esta comprado o infectado por una causa u otra de enfoque comercial o partidista, que no permite ni propicie opiniones sobre la realidad en que vivimos, dejando o permitiendo que los medios de comunicación sean quienes dirijan y establezcan las agendas políticas y publicas del país. No me gusta ver como el país de a poco se rompe y se va haciendo pedazos, no me gusta creer que terminemos siendo una sociedad derrotada, como alguna vez escribió el escritor mexicano Sergio Zermeño en su libro que llevo por título “sociedad derrotada, “en la cual describía que la apatía y el desánimo eran actos destructivos y no constructivos de institucionalidad, ojala el ciudadano comienza no solo a despertar de esta amnesia en la cual estamos sumergidos sino comencemos a actuar. Quizá después de escribir este pequeño espacio literario para el análisis y reflexión, termine por contemplar un cuadro de pintura hecho por un pintor anónimo del área chorti, que me fue regalado en una de mis múltiples visitas a dicho lugar, en el cual está pintada una imagen donde muchas familias salen de una zona árida y van transitando por un camino que se pierde en medio de un cerro de regular altura, ignorándose el destino final de ellos asumiendo que quizá detrás de ese cerro se encuentra un valle lleno de vida, agua y esperanza; como igualmente soñamos nosotros los ciudadanos sobre lo que debiera ser un mejor destino para nuestro país.
Posted on: Fri, 29 Nov 2013 01:47:22 +0000
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