Abandona el derecho de rendirte Estaba en la iglesia el domingo y oí a un gran pastor dar un mensaje maravilloso. ¡Parte de su mensaje me hizo sentarme en mi asiento! ¡Sus palabras saltaron hacia mí! ¡Su declaración tuvo sentido! "Cuando Dios hace un pacto abandonas el derecho a darte por vencido." Un pacto es más que una promesa vinculante entre nosotros y Dios. Digo simple porque es muy fácil decir las cosas, sino en el sentido de realidad a menudo es difícil. Es fácil decir que se va a hacer algo cuando todo va bien, pero para cumplir una promesa cuando las cosas parecen sin esperanza y desesperación puede ser casi imposible. El día de nuestra boda, hemos hecho promesas, leído poemas, dijimos votos y escuchamos las Escrituras hablan de todo de como un matrimonio debe ser. Me pregunto cuántos de nosotros lo sabían, en ese momento, que lo que habíamos hecho en realidad iba a ser parte de un pacto. Entre todos los lujos y sin grandes complicaciones, encajes y fastuosidad, ¿cuántos de nosotros sabíamos que habíamos hecho una promesa simple pero obligatoria con nuestro Señor y Salvador? En esta promesa se ha incluido palabras como "para bien o para mal" y "en la enfermedad y en la salud." Esta es una alianza que es permanente, no es un contrato que se negocia y es capaz de ser terminado. Por consiguiente, ya no son dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios ha unido, ningún hombre lo separe.Mateo 19:06 Desde luego, no sabía que las palabras que había dicho y los votos que había hecho habían sido hechos no sólo para el que se paró frente a mí, sino a aquel que estaba en la cruz por mí. Desde que me convertí en un luchador que he aprendido mucho sobre el matrimonio y la seriedad con que Dios lo toma. He leído y estudiado los pasajes de lo que es el matrimonio y debería ser. Estos estudios me han llevado a una comprensión más profunda de lo que un pacto es y cómo una vez que se ha hecho nunca puede ser roto. Mujeres, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres y no seáis ásperos con ellas. Colosenses 3:18-19 Sí, sé que muchos de nuestros amados están ocupados tratando de hacer todo lo posible para romper, aplastar y destruir totalmente el pacto hecho el día de nuestra boda (civil o religiosa), pero ¿tú que quieres ser el que le diga a Dios que no estas hecho para este negocio del pacto, que has terminado con todas las promesas que ha hecho y no puedes aguantar más mantener tus votos? ¡Desde luego que no! Nuestro maravilloso Señor no sólo hizo un pacto con nosotros, pero esta promesa significa que Él ha abandonado el derecho a renunciar a ella. Él no puede cambiar de opinión o irse hacia atrás, no puede dejar de hacer lo que ha prometido hacer y no nos puede ofrecer algo más. ¡Él Ha abandonado ese derecho! Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre, para que se arrepienta. ¿Lo ha dicho El, y no lo hará?, ¿ha hablado, y no lo cumplirá? Números 23:19 "Abandonar" significa: dejar por completo y, finalmente, abandonar por completo; desierto; rendirse y retirarse. Todas estas cosas que nuestro Padre ha dicho que nunca hará. ¡Ha renunciado a su derecho a hacerlo entrando en un pacto con nosotros! Él no nos dejará ni nos abandonará, ¡Él nunca nos abandonará y apartará de nosotros y con toda seguridad, nunca de dará por vencido de nosotros! Porque El mismo ha dicho: NUNCA TE DEJARE NI TE DESAMPARARE. Hebreos 13:5 b Ahora bien, esto es lo que me hizo pensar. ¿Si el Señor ha renunciado a su derecho a renunciar a mí y mi matrimonio, entonces no debo hacer lo mismo? Sí, no importa qué, el Señor ha dicho que Él cumplirá su lado de la oferta, entonces ¿no debo hacer lo mismo? Si el Señor ha dicho que Él será fiel a todas sus promesas, luego ¿no debo hacer lo mismo? Y sobre todo, si el Señor ha dicho que Él no va a renunciar a mi conyugue, luego ¿no debo hacer lo mismo? Y no nos cansemos de hacer el bien, pues a su tiempo, si no nos cansamos, segaremos. Gálatas 6:09 Así que empiezo mi día con la decisión de abandonar mi derecho a renunciar a mi matrimonio. Nunca más volveré a decir: "No puedo seguir con esto." No voy a ser escuchado diciendo: "Es muy difícil." Y no voy a pronunciar las palabras: "Yo me doy por vencido." Porque yo soy parte de un pacto con el Dios más impresionante que cree en mí matrimonio, mi marido y mi familia. Puedo y voy a permanecer fiel a mi marido, mis votos matrimoniales y lo más importante, a mi pacto con mi precioso Señor. Para siempre se ha acordado de su pacto, de la palabra que ordenó a mil generaciones. Salmo 105:8 Abandono del derecho a renunciar .
Posted on: Sat, 29 Jun 2013 23:21:41 +0000
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