Al papa no le gustan los toros… "Alguno se llevará un - TopicsExpress



          

Al papa no le gustan los toros… "Alguno se llevará un disgusto cuando lea lo que viene a continuación. Pero hay solución: hacerse apóstata o hacerse el sueco. El 13 de enero de 1596, después de mucho bregar, Felipe II consiguió que el papa Gregorio XIII rebajara las gravísimas penas que recaían sobre quienes asistían a los espectáculos taurinos. Ojo, logró que se suavizara un pelín el castigo, pero no se retiró la prohibición de ir a cualquier festejo con toros bajo pena de excomunión. Si usted es católico y va a los toros, se siente, está excomulgado. Vamos al principio, porque esto de los toros trajo de cabeza al Vaticano. El primer papa que se metió en el berenjenal fue Pío V, que agarró pluma y papel y redactó la bula De Salutis Gregis Dominici, prohibiendo en todo el mundo católico los espectáculos con toros e imponiendo la pena de excomunión a quienes asistieran. Y a quienes murieran lidiando o corriendo un encierro se les negaba el derecho a sepultura eclesiástica. Esta bula, por orden papal, no podía ser derogada y tenía vigencia perpetua. Reinaba por estos lares Felipe II, rey católico por excelencia, que apretó las tuercas a Pío V para que retirara la prohibición. Pero el papa no se dejó, así que tiró por la calle de en medio: paralizó la promulgación y evitó que entrara en vigor, porque por algo mandaba él en el cortijo del imperio español. Ahora bien, la bula estaba ahí. Existir, existía. Siguió el rey presionando al Vaticano con los siguientes papas, Gregorio XIII, Sixto V, Gregorio XIV… hasta que logró que Clemente VIII anulara la bula que prohibía los toros. Pero este papa más manejable pasó por alto un asunto: Pío V había prohibido que su bula fuera derogada. Los siguientes papas a lo largo de los siglos siguieron recordando a varios reyes de España que los toros estaban prohibidos y la excomunión asegurada. Y así hemos llegado hasta hoy. La última vez que el Vaticano se pronunció fue en 1989, y recordó a todos los católicos que la bula de Pío V sigue vigente. Pero ahí tienen a los toreros antes de cada corrida entrando en capilla y encomendándose a todos los santos y vírgenes. Y al propio rey Juan Carlos I asistiendo a los toros. Pues que sepan que están todos excomulgados, porque se supone que los teóricos católicos están obligados a creer en la infalibilidad del papa. Les queda, sin embargo, la opción del principio: hacerse los suecos, que es lo que han hecho hasta ahora." Nieves Concostrina. Se armó la de San Quintín
Posted on: Sun, 23 Jun 2013 05:31:22 +0000

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