Amores perros (De Guido Mosse) En la vida hay amores que nunca - TopicsExpress



          

Amores perros (De Guido Mosse) En la vida hay amores que nunca pueden olvidarse dice esa canción con tono a cigarro. Y tiene razón. Sobre todo porque en la vida hay amores que no quieren olvidarse, y lo digo yo, que me tocó ser el amante apasionado que un buen día fue besado en la boca, una lágrima rodó por allí, y buena vida que vivas bien. Nos vemos. Así fue todo. Sin mayores ceremoniales ni telegramas de despido ni siquiera un poco de xilocaína para hacer del viaje un viaje en colores. Y los recuerdos, maravillosos. Y el agradecimiento, siempre: porque la Facultad de letras me salvó la vida. Así de fácil. Y cuando estuvimos un año sin clases no perdí nada, y cuando tomamos la facultad durante casi un mes, durmiendo en el suelo durante veinticinco días, ocupándome de la cocina con dos psicólogos no fue en vano, no perdí nada. Esos años me permitieron darme cuenta hoy, como flamante Licenciado en Letras lleno de horas, que mi trabajo vale oro aunque paguen papeles. Que soy un hombre digno y esa dignidad la aprendí comiendo otro guiso tomado, o algo así, como leí últimamente en el histórico comedor de letras donde dejé mi modesto aporte. La facultad me dio mucho y no quitó nada. Las aulas siempre estuvieron llenas y el problema era que necesitábamos más lugar, por eso no entiendo el reclamo de un sector estudiantil que quiere protestar con aulas llenas. Lo respeto, otra cosa no me interesa hacer, pero lo cierto es que no lo entiendo. Sí la entiendo a la Teresa Parodi cuando llega por la toma, y la entiendo no por lo que dijo, sino porque la facultad me enseñó a entender un poco más a los otros también, además de a mí mismo (con quién no he tenido casi el mínimo éxito). Y después fue Soriano y Taibo. Está bien. Pero la Parodi… qué emocionante. La facultad y yo nos sentimos como amores perros. Ese amor callejero sin pudor y acaso sin pasión. Un amor de carne (y hueso). Y porque hubo amor entre ella y yo, entre ellas y yo, es que escribo hoy lo que escribo. Con alegría, con orgullo, con un sentimiento de admiración hacia los estudiantes que discuten temas importantes y no sólo el intertexto en la poesía rural de Pablo Neruda, o en todo caso aspectos del calendario maya en el pronóstico de la Gaceta, un enfoque multidisciplinar. No me molesta que alguien investigue el humo, me molesta que me lo quiera vender como aire de montaña. Estoy orgulloso de los que comen y duermen ahí donde estudian, y que se acerquen compañeros y compañeras a brindar apoyo, y docentes. Años después, alguno que estaba tan apurado por recibirse, quizás piense que la solidaridad y los valores éticos más importantes se adquieren - comparten - construyen en esos momentos, y no cuando estamos demasiado atrapados en trabajar para mantener una familia. Aulas llenas… como ahora, la facultad está tomada, el comedor está lleno. Hay comedor! La reivindicación más importante desde la vuelta de la democracia. Qué conciencia histórica tienen hoy los jóvenes! Y pensar que el animal de Pedro Barcia no se cansa de decir que los jóvenes o adolescentes no leen, y que usa menos de quinientas palabras. Habrá pensado que una de esas palabras era lucha, inclusión, violencia de género, derechos, herramientas, movimiento, toma? Qué estará haciendo Barcia ahora? Quizás inaugurando algún simposio de la lengua en Sevilla, o tomando café con Vargas Llosa, o mirando Lanata… quién sabe (a lo mejor ni él). Espero que la toma continúe. Porque como hemos visto, la plata está; nunca la universidad tuvo más disponibilidad de recursos económicos. Terminan millonarios. Nunca el Rectorado, cabeza de una institución pensante de la sociedad, fue más retrógrado que ahora, con sus inauguraciones y bendiciones y la multiplicación de los dólares para este lado, y gracias dios mío y bendito es el fruto de tu vientre, Alumbrera. Espero que los que odian la toma porque quieren volver a clase alguna vez se den cuenta que como científicos sociales, lo importante es la sociedad, y que el mundo empieza en uno y en otros, y de ninguna manera termina en mi cuatrimestre perdido, o en mi mesa perdida, o en mis dos meses que perdí. Supongo que si juntáramos los fines de semana perdidos, la cuenta se equilibraría de otra manera. Espero que los estudiantes reciban su merecido boleto estudiantil. Y que sus ideas sobre violencia de género sea escuchada, porque hasta donde escuché yo es mucho más coherente que poner cámaras y canas. Y además de esperar, cuando puedo voy y acompaño la marcha. Somos nosotros. Estamos juntos. Nos conocemos y nos respetamos. Nos interesa nuestro destino porque es un destino en común. Creo en nosotros. Tengo esperanza, tengo alegría de ver lo que está pasando. Tengo amores perros con Filosofía y Letras. Queridos estudiantes: les agradezco mucho, como compañero, como colega, como amigo, como vecino, como contribuyente, como ciudadano de Tucumán, todo lo que están haciendo. Muchas gracias por enseñarme tanto en estos pocos días. Espero estar a la altura de ustedes cuando nos veamos. Un abrazo grande!
Posted on: Wed, 18 Sep 2013 13:28:12 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015