Ante un sospechoso, hay que actuar siempre preventivamente, evitando que ocurra el acercamiento del posible delincuente. Por ejemplo, en la calle, hay que observar nuestro entorno, si es posible a 360 grados, y de existir duda sobre alguna persona, hay que alejarse de inmediato, manteniéndose a considerable distancia del sospechoso, al menos a unos 20 metros. Nadie asalta a nadie a la distancia. Si nota que el sospechoso cierra el espacio entre ustedes, cruce la calle; si le sigue, el riesgo aumentará, por lo que no debe permitirle el acercamiento, ya que si lo hace, perderá la contienda con el atracador. En este caso, busque de inmediato un lugar con muchas personas, un negocio, o un local con guardias de seguridad o policías. Si no hay un lugar en donde protegerse, cambie el sentido de la dirección que ha llevado hasta ahora, a fin de mantener el espacio entre usted y el delincuente. La clave está en no permitirle el acercamiento; que la distancia sea siempre de preferencia unos 20 metros. Si es necesario, corra para mantenerse a distancia; si el atacante corre también, trate de mantener la distancia, pero si por alguna causa se da el abordaje, ya no corra, no arriesgue su vida. Ahora bien, mientras corre trate de gritar, grite “auxilio”, “socorro”, “fuego” (esta palabra siempre llama la atención más que otras) o algún nombre de persona, ya que el asaltante podría pensar que hay alguien conocido por ahí que podría venir en su ayuda; mientras grita, continúe corriendo, porque es claro que el delincuente no irá a correr detrás de usted por mucho tiempo, ya que él no quiere llamar la atención. Prefiere escoger otra víctima menos preparada/atenta/PREVENIDA.
Posted on: Thu, 11 Jul 2013 04:02:03 +0000
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