Aprovechando el aniversario del "incidente" de Roswell, me - TopicsExpress



          

Aprovechando el aniversario del "incidente" de Roswell, me gustaría compartir con todos los amigos de El Jardín escondido una historia, un relato de los hechos acaecidos en palabras de dos historiadores de prestigio. Nuevo México, conocida como "The Land of Enchantment" presume de ejemplificar ambas acepciones de "enchantment", tanto por su encanto natural, una orografía extraordinaria que se traduce en amplias mesas, montañas de Sangre de Cristo o Montañas Sandía, así llamadas por los exploradores españoles que contemplaban cómo se tornaban rojizas con la caída del sol, y, como no, el inefable Río Grande. Además de ese encanto, Santa Fe, la capital del Estado, recibe en ciertos círculos literarios y artísticos el sobrenombre de "Fanta Se" referido a tierra de fantasía y acontecimientos extraordinarios. Se trata este lugar, fantástico en todos los sentidos del término, de un oasis de arte y cultura indígena nativo-americana, amalgamada con la herencia occidental tanto de los colonizadores españoles como de los anglo sajones. Los museos, galerías de arte y edificaciones coloniales se funden con los vendedores ambulantes de artesanía de los indios "pueblo" y con las supersticiones y tradiciones más antiguas. Sin embargo, me refiero a Santa Fe como oasis puesto que este marco geográfico y cultural no define al resto del Estado de Nuevo México ni por supuesto a la población de Roswell que contrasta radicalmente con la de Santa Fe. El estrato social más abundante en esta localidad se sitúa en lo que llamaríamos clase obrera, con escasa formación académica y bajo nivel adquisitivo. El avistamiento de un OVNI y su supuesta caída en Roswell ha generado muchísimas leyendas urbanas, debido, sobre todo, al tedio atroz de los habitantes de la zona. Hace unos años, mis buenos amigos Tom y Celia, doctores en historia y residentes primero en Santa Fe y ahora en Albuquerque, visitaron la localidad de Roswell buscando material para realizar una investigación sobre el tema. Venían ambos de finalizar un estudio sobre Sor María de Jesús de Agreda, cuya historia no viene al caso, pero se supone que poseía el don de la ubicuidad y de la traslación espacio temporal (newmexicohistory.org/filedetails.php?fileID=485) y pretendían hacer indagaciones sobre el suceso paranormal en Roswell. La hospitalidad del sheriff de la zona y su familia les llevó a alojarse en el domicilio de éste y compartir entrañables momentos en los que, aprovechando la confianza, se destaparon informaciones más o menos "confidenciales" que les llevaron a realizar una serie de entrevistas a otros ciudadanos implicados, entre ellos el director de una empresa de servicios funerarios y el prometido de una enfermera del hospital local. Entre los detalles que me está permitido compartir destaca el hecho de que la zona fue acordonada rápidamente por la policía a la que se desalojó tras la llegada de FBI y otros servicios de inteligencia secreta norteamericana. Se les hizo saber que se trataba de una avioneta que se había estrellado y que en breve se procedería al levantamiento de los cadáveres. El dueño de la funeraria recibió una llamada en la que se le solicitaban un número de ataúdes de niño, de pequeñas dimensiones, pero no coches fúnebres que debían ser entregados en el depósito de cadáveres del hospital. Una de las enfermeras de guardia, que tenía fecha de boda para la semana siguiente, llamó a su prometido para comunicarle que había habido un problema en el hospital, que habían llegado pacientes con quemaduras de un incendio en estado crítico y que debía alargar la guardia para quedarse con ellos. Nunca más se la vio por Roswell. El resto del personal de la sección restringida donde supuestamente se atendía a los quemados también desapareció sin dejar rastro y el dueño de la funeraria falleció accidentalmente poco tiempo después. El sheriff de la zona, un hombre ateo, escéptico y callado, no duda en afirmar que las luces que se contemplaron ese día no eran de aviones, el ruido, el olor y el estado en el que quedo el área acordonada después del barrido nada tenía que ver con restos de meteoritos, bien conocidos en esa zona de Nuevo México, desmontando, por tanto, todas las explicaciones oficiales ofrecidas por el gobierno de los Estados Unidos. Siento dejaros con la miel en los labios pero no estoy autorizada por los testigos presenciales ni por los historiadores antes mencionados a relatar más.
Posted on: Mon, 08 Jul 2013 14:06:52 +0000

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