Así como el dicho de que los médicos también se mueren, los artistas y trabajadores que nos damos la pela desde las organizaciones sociales, comunitarias y artísticas somos víctimas directas de esa población en el abismo de la drogadicción, la violencia y la delincuencia por la cual trabajamos. ¿Qué hacer? Por un lado la rabia contra el agresor en concreto que atacó a mi ser querido, es abismal y profunda. Pero por otro lado siento un profundo pesar por él, ya que al ver el hecho en su magnitud social y biopolítica no puedo evitar pensar desde mi que hacer, en ¿qué contexto de vida lo rodeará? Pienso en que alguna vez fue un bebé inocente como tantos que nacen a diario, y que en algún momento de su niñez, adolescencia o juventud, se abrió para él ese camino que hoy le hizo atacar a mi hermana para tener con qué comprar su vicio. Que quede claro que no lo justifico, pero tampoco es secreto que estas situaciones son apenas una de las consecuencias de las fallas sistemáticas de nuestra “matrix”: no hay educación, no hay salud, la corrupción está inmersa en todas las esferas de la sociedad, el desplazamiento forzado que inunda las calles de una ciudad super poblada de habitantes y eso sin nombrar varias que rondan la vida de cada persona y cada familia.
Posted on: Mon, 23 Sep 2013 03:19:22 +0000
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